Día del Bibliotecólogo en Venezuela: entrevista a Juan D. Machin-Mastromatteo

«Esta independencia que hemos proclamado no es sino un armisticio, una suspensión de las armas. Hay que hacer pueblo, hacer dirigentes, formar republicanos sobre una herencia de despotismo y monarquía. Cómo puede ejercer soberanía el pueblo si no lo hemos preparado. Este soberano ni aprendió a mandar, ni manda y el que manda a su nombre lo gobernará, lo dominará y lo esclavizará. Qué soberanía puede ejercer un pueblo ignorante y pobre. No hay que esperar de los colegios actuales lo que no pueden dar, están haciendo Letrados, no esperen ciudadanos«. Arturo Úslar Pietri

«Una persona vale por sus conocimientos (…) y por su competencia, y estamos en un país donde esto está siendo desconocido«. Renny Ottolina

Esta es la quinta entrega en InfoTecarios, de una serie de posts vinculados al Día Nacional del Bibliotecólogo y Archivólogo en Venezuela. Que inició con un recuento histórico (2013) sobre el origen de esta fecha; luego, ese espíritu de cronista bibliotecario nos llevó a escribir sobre el “primer bibliotecario venezolano” (2014); siguió una entrevista vía webinar (2015) a Consuelo Ramos de Francisco, destacada profesional bibliotecaria venezolana; y finalmente, movidos por el fenómeno migratorio que actualmente vive nuestro país y con la complicidad de algunos colegas residentes en el exterior logramos plasmar una pequeña muestra de la diáspora del conocimiento venezolano (2016).

Este año hemos querido resaltar el perfil profesional de un venezolano que -como reza el dicho- le ha tocado ser profeta en otras tierras, un bibliotecólogo ucevista y bibliotecario unimetano que literalmente «salió a comerse el mundo», un colega que ha demostrado al más alto nivel que nuestra profesión no tiene límites, y un buen amigo digno de ejemplo.

Juan Daniel Machin-Mastromatteo (Juan D. Machin-Mastromatteo, para el mundo científico), posee una licenciatura en Bibliotecología (Universidad Central de Venezuela), una maestría en Bibliotecas Digitales y Aprendizaje (Oslo and Akershus University College of Applied Sciences, Noruega; Tallinn University; y Parma University, Italia), y un doctorado (Ph.D.) en Ciencias de la Información y Comunicación (Tallinn University, Estonia). Tiene más de 10 años de experiencia laboral en archivos, bibliotecas, educación superior y desarrollo profesional. Ha publicado 23 artículos científicos arbitrados e indizados, tres libros, 12 capítulos de libro, dos entradas para enciclopedias especializadas (en prensa) y ha presentado ponencias en 29 conferencias internacionales. Es miembro permanente de las juntas editoriales de las revistas científicas internacionales Information Development (Sage) –donde también publica, desde 2015, la columna regular Desarrollando América Latina– e Information and Learning Science (Emerald). Es árbitro para las revistas científicas Information Development, Journal of Academic Librarianship (Elsevier), Scientometrics (Springer), International Journal of Educational Technology in Higher Education (Springer), Information and Learning Science y PLOS ONE. Actualmente es profesor de tiempo completo e investigador en la Universidad Autónoma de Chihuahua en México y es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), y editor invitado y como tal está preparando un número especial de Information and Learning Science a publicarse a principios de octubre, el cual trata sobre el uso de metodologías participativas para actividades relacionadas con la alfabetización informativa, tanto investigación como práctica.

A continuación, la entrevista especial que ha concedido el Dr. Machin-Mastromatteo (JDMM) a InfoTecarios:

 

1. En cierto artículo leí sobre tu proceso de formación, y particularmente algo llamó poderosamente mi atención: Ha contado una dedicada profesora de la Escuela de Bibliotecología y Archivología de la Universidad Central de Venezuela (EBA – UCV) que cuando pidió a un nutrido grupo de estudiantes de primer semestre de Bibliotecología, que levantaran la mano aquellos que no querían estudiar la carrera, dice, que tú levantaste tu mano… ¿Qué pasó después? Incluso… ¿Qué pasó antes de estudiar bibliotecología? ¿Cómo es que una persona que en sus inicios no se sentía a gusto con la profesión, terminó siendo un Ph.D. en Library and Information Science (LIS)?

JDMM: Me parece sumamente curioso, pero a la vez simpático que inicies la entrevista con una pregunta así (risas). Confirmo la veracidad de la anécdota. Durante mis últimos años en el bachillerato fui parte de un reducido taller de poesía, donde produje muchas páginas y participé en incontables recitales leyendo mis textos. Cuando fue el momento de inscribirme a la prueba interna de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Facultad de Humanidades y Educación hubo un instante que duró una eternidad: cuando me preguntaron para qué escuela inscribirme. Una parte de mi quería decir que a Letras. En mi mente hubo una gran discusión al respecto, ya que no es secreto que por cuestiones familiares era ‘natural’ inscribirme a la Escuela de Bibliotecología y Archivología (EBA); pero tenía y sigo teniendo inclinaciones (que lamentablemente han sido prácticamente frustradas) hacia la literatura, filosofía y el arte (también por origen genético, curiosamente). Al final me inscribí en la EBA y entré, posteriormente pasó el episodio que comentas. No se trataba de no sentirme a gusto. En retrospectiva es posible apreciar que en esta vida solo podía ser Bibliotecólogo. Basta remitirme a mi infancia y la costumbre (por no decir manía) de coleccionar, etiquetar, catalogar, clasificar y ordenar cosas, desde cintas de Betamax, VHS, discos compactos o archivos digitales con música, películas o juegos de video, además de ¡libros! Esta costumbre de coleccionar y mantener una colección personal organizada se mantiene hasta hoy en día, muy al pesar de todas las mudanzas sufridas. Al avanzar en la carrera, se fueron haciendo evidentes otras fortalezas en algunas áreas de nuestra profesión, de donde obtuve la motivación para continuar.

Hay otras anécdotas que me gustaría mencionar. Mi primera ponencia derivada de una investigación data de 2003, en un congreso de la EBA, mientras estaba aproximadamente a la mitad de la carrera. En un paralelismo curioso, entre 2002 y 2005, junto con otros estudiantes de licenciatura de varias carreras de la UCV fundamos el grupo literario ‘Canibalización Aleatoria’ y en el marco de éste reviví mis experiencias previas. Hacíamos taller en la Facultad los fines de semana, hicimos una revista digital, también recitales a lo largo y ancho de nuestra UCV, e incluso una ponencia sobre el grupo en una jornada de extensión de la universidad. Es curioso destacar que en mis años de licenciatura no recibí premios por calificaciones, investigación, labor social o por trabajos prácticos en mi área. ¡Lo recibí por actividad artístico-literaria! El saldo al día de hoy es de aproximadamente dos novelas inconclusas, una película cuyo metraje está en bruto, un documental de Canibalización Aleatoria en las mismas condiciones que la película, un par de cuentos cortos y aproximadamente nueve poemarios, nada de esto publicado, salvo algunas cosas aisladas. Esperaría retomar esta faceta en algún momento, pero la publicación artística no tiene nada que ver con la publicación científica y quizás estoy demasiado acostumbrado y cómodo con el segundo entorno, por lo que el primero me parece actualmente insondable e inalcanzable.

Si no me equivoco, a partir del cuarto o quinto semestre inicié mi experiencia laboral en el área, particularmente en catalogación y clasificación; pero es recién al obtener mi primer empleo de bibliotecólogo referencista en la Universidad Metropolitana (c.a. 2006) que me encontré con una de las áreas profesionales en la que me siento más cómodo. En este momento fue cuando entré en el área de investigación y práctica de la alfabetización informacional; también por lo tanto empecé en la docencia. Fue alrededor de 2008 que se comenzaron a cerrar algunas puertas, incluyendo la desmejora en todo sentido del país, la imposibilidad de entrar al hermético cuerpo docente de la EBA y las reducidas posibilidades de estudiar un postgrado. En este momento encontré la página web de una maestría (Digital Library Learning) y ‘por no dejar’ envié mis documentos. ¡Resulta que casi me quedo sin cursarla! Para comunicar las decisiones de aceptación, resulta que los europeos, muy formales en su proceder, usaron solamente cartas impresas enviadas por correo postal para hacer dicha notificación. Tradicionalmente, sabemos cómo trabaja IPOSTEL en Venezuela. Viendo que pasaba el tiempo escribí un correo que fue inmediatamente respondido con una afirmación del tipo: Licenciado, venga para Noruega inmediatamente ya que fue aceptado y comienza su maestría en dos semanas. ¡La carta llegó el día que salí para Europa, cerca de cuatro meses después que la enviaran! La experiencia en la maestría fue excelente y ‘para aprovechar el impulso’ inicié el doctorado inmediatamente después. Aún resuenan en mí, las palabras de una profesora que ambos tuvimos en la EBA: ‘Hay que saber reconocer y aprovechar las oportunidades’ e ‘Idealmente, uno no debe crecer profesionalmente horizontalmente, sino verticalmente. Creo que estos aforismos resumen mi vida del año 2000 en adelante.

2. El año pasado me comentaste un poco acerca de tu experiencia migratoria como ser humano y como profesional. En tal sentido: ¿Cómo es la vida de un estudiante de postgrado en LIS, alrededor de por lo menos nueve (9) países del mundo? ¿Cuál ha sido tu principal motivación?

JDMM: La motivación es la clave del desarrollo profesional, especialmente si éste ocurre a lo largo de uno, o peor aún, varios países. Esto se debe a que uno debe aprender a desprenderse de apegos que son muy fuertes y no es que esto sea bueno e incluso suena egoísta, pero es un ejercicio necesario para poder avanzar en estos casos. El migrante se debe alejar de su tierra, su familia, amigos y todas las cosas que uno llama ‘hogar’ (teniendo que crear el suyo propio donde sea) y se extraña, ¡mucho! Mi motivación creo que yace en poder alcanzar una situación de mejora sustantiva para mi vida y la de mi familia, así como en ir alcanzando logros profesionales importantes, de esos que traen reconocimiento a nivel internacional. Para todo esto son necesarios muchos sacrificios. Cuando uno está en otro país distinto al suyo debe trabajar el doble o el triple para poder conquistar espacios (algunos de estos están construidos ‘a prueba de extranjeros’), especialmente si uno quiere ‘jugar en las grandes ligas’ de entornos tan exigentes y competitivos como la docencia e investigación. Aun así, uno flaquea en ocasiones, pero también la idea es aprender de los tropiezos.

3. Ambos somos egresados de la EBA – UCV, ciertamente, las carencias de nuestra Escuela son muchas y más en un contexto de país fragmentado y desintegrado. Lamentablemente, sabemos que, a lo interno de la Escuela y de la propia Facultad los méritos dependen mucho de ciertos códigos de relacionamiento… ¿Qué piensas de esa situación? ¿Podrá en algún momento de nuestra historia, ser la EBA – UCV un referente académico al menos en el contexto latinoamericano?

JDMM: Una de las frases criollas que he exportado conmigo, proveniente de una canción de Sentimiento Muerto, resume bien el problema que señalas: ‘no hay cosa imposible sino hombre sin palanca’. Lamentablemente esto ha sido muy cierto durante toda la historia republicana de Venezuela, pero también sucede en América Latina y otros lugares del mundo. Se trata de una conducta patológica de la sociedad moderna, la cual causa innumerables problemas. Por ejemplo, puedes encontrar trabajando en muchas organizaciones venezolanas a gente incapaz para desempeñar su trabajo, ¿por qué están allí? Porque conocen a fulanita(o) o son del partido este o del otro. Por ejemplo, en Twitter está rodando una comparativa de los méritos de los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia que fue designado a dedo e irregularmente por la dictadura venezolana versus aquellos designados por la Asamblea Nacional. ¡No hay comparación!

En Latinoamérica, así como es una enfermedad social que en su mayoría nuestros políticos y funcionarios públicos no tengan postgrados o méritos académicos e intelectuales equivalentes (los cuales no indican necesariamente preparación y honradez, pero es un comienzo), también lo es otorgar empleos especializados a personas sin las credenciales adecuadas para ocuparlos, sino por amiguismo. Estos son dos factores muy fuertes que han jugado en contra del desarrollo de la región; por lo cual insisto que el problema no es de propiedad exclusiva de Venezuela, se da en distintos puntos geográficos, pero en distintos niveles de intensidad.

Para responder la última parte de tu pregunta, sonará fuerte, pero eso dependerá primero de: que el país enderece su rumbo; y segundo: que se haga un necesario proceso de control, evaluación, selección y desincorporación del personal no capacitado que ocupa cargos especializados en prácticamente todas las organizaciones venezolanas, donde aplique. En tercer lugar, las vacantes ocasionadas por la desincorporación del personal no capacitado deben ser cubiertas por profesionales que tengan todas las credenciales en orden y el perfil ideal para reiniciar labores caracterizadas y orientadas por la excelencia, el progreso y el desarrollo del país-región. Obviamente esto incluye a la EBA-UCV y su planta docente. Para que cualquier institución académica se convierta en un referente regional (y es posible lograrlo), ésta debe contar con los recursos necesarios para serlo, comenzando por contar con un recurso humano especializado y de talla mundial.

La EBA-UCV se posicionaría de la manera que preguntas solo si se posiciona como un vital apoyo, originadora e impulsora de proyectos coherentes y sistemáticos de sistemas de información, investigación, innovación y desarrollo de y para todo el país, tanto en separado como haciendo consorcio por ejemplo con la EBA-Universidad del Zulia (EBA-LUZ) y el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC).

4. ¿De qué depende que en un futuro el Dr. Machin-Mastromatteo sea parte del personal docente de la EBA – UCV? O, de algún otro proyecto académico serio en Venezuela en LIS…

JDMM: Todo dependería, al igual que pasa en el caso de muchos otros profesionales exiliados, de que se den unas buenas condiciones para un retorno con ciertas garantías y certidumbres, incluyendo el cambio de dirección que la mayoría sabemos que debe ocurrir en Venezuela, además que se dé la oportunidad en la institución educativa o de investigación que fuera. En el caso de la EBA-UCV, desde 2007 no ha habido ningún acercamiento de ninguna de las dos partes hacia un proyecto común. Si no se trata de retornar, tu sabes que estoy dispuesto a colaborar a la distancia con colegas e instituciones en lo que se pueda. Creo que ya habrás experimentado que se siente el corazón chiquito al trabajar y dar el todo día a día por el desarrollo de un país que no es el nuestro, pensando en lo agradable y gratificante que sería hacerlo por Venezuela. En lo personal extraño mucho la UCV y la UNIMET. Son decisiones difíciles: quedarse, irse o quedarse afuera. El profesional exiliado tiene otros muchos problemas además del sufrimiento que se siente con todas las situaciones del día a día en Venezuela, el cual se siente a pesar de la distancia; obviamente, con esto no quiero minimizar los problemas que afrontan los que se quedan, pero en verdad estamos llenos de dilemas.

5. Cito al inolvidable Iraset Paez Urdaneta (1952-1994), en su libro ‘Información para el progreso de América Latina’ (1990): «Es poco el progreso o el consenso que sobre la información y el desarrollo puede lograrse en países en los que el gobierno, las universidades y el sector productivo sospechaban y aún sospechan el uno del otro» … En Venezuela, además de todo el Sistema Nacional de Información, ¿qué otra cosa habría qué reconstruir en el ámbito LIS?

JDMM: Recuerdo la cita, la cual conozco de hecho por ti y que insistimos fuera parte de nuestra entrada sobre las bibliotecas y bibliotecología venezolana para la 4ta. edición de la Encyclopedia of Library & Information Science de Taylor & Francis, la cual aún está por ser publicada. Lo que me evoca la cita es la necesidad imperiosa que tenemos de llevar a cabo iniciativas colaborativas, en lo particular, y un proyecto país, en lo general, donde todos tengamos cabida, sin recelos, envidias, exclusión o tintes políticos; en el cual todos podamos aportar desde lo que sabemos y lo que hacemos para sumar un esfuerzo conjunto que podría ser espectacular, incluso inédito.

En Venezuela, así como en otros países latinoamericanos tenemos la muy mala costumbre de no escuchar, ni mucho menos actuar sobre lo que nuestros intelectuales dicen, en nuestro caso hubo muchas advertencias y cosas buenas que trajeron intelectuales como Iraset Páez Urdaneta, Arturo Uslar Pietri o Renny Otolina (por mencionar solo tres) y no les hicimos caso del todo. Es una onda anti-intelectual. Así hemos llegado a un gobierno dictatorial en Venezuela, el cual es de lo más anti-intelectual que existe en el mundo y los aportes que podrían estar haciendo ahora mismo varias generaciones de intelectuales venezolanos se están perdiendo dada la actual coyuntura político-social-económica que impide la mayor parte de las actividades que se pudieran estar realizando por el progreso de la nación; además de las migraciones de profesionales capacitados, las cuales siempre se dieron, pero nunca a la escala actual.

En Venezuela, aparte de superar esta etapa de anti-intelectualismo, como iba diciendo en una de mis respuestas anteriores, podría generarse un nuevo y mejor consorcio nacional dedicado a la información, investigación, innovación y desarrollo de todo el país, conformado por la EBA-UCV, EBA-LUZ, el IVIC y otros actores interesados y que puedan aportar algo útil fuera de la politiquería. Algunas iniciativas que se me ocurren, que algunos bien podrían decir que ya existían en el pasado (pero entonces ahora cayeron en la desidia, el partidismo o ya no existen) o que existen actualmente (pero quizás no están correctamente planteadas según las mejores prácticas a nivel internacional), son por ejemplo: a) promulgar una nueva y sensata legislación de servicios de bibliotecas públicas, la cual debe reivindicar al profesional de la bibliotecología, afirmando que éste es EL PROFESIONAL encargado del trabajo con bibliotecas, información e investigación, poniendo como requisito legal de cumplimiento obligatorio que todo servicio de información debe contar con al menos un bibliotecólogo como líder y crear incentivos para que sea más de un bibliotecólogo por unidad; b) rediseño y reinicio de los servicios de bibliotecas públicas a nivel nacional; c) rediseño y reinicio de las actividades del gremio profesional, asociaciones de bibliotecólogos, entidades y programas de apoyo a la investigación; d) inyección de recursos financieros y profesionales a los repositorios institucionales para que conformen un sistema interconectado, interoperable y de calidad uniforme, el cual permita llevar a cabo un repositorio y sistema de información nacional, construido bajo estándares internacionales y que beneficie a toda la población; e) inyección de recursos financieros y profesionales para el rescate de la producción intelectual y artística venezolana de todas las épocas por medio de: proyecciones en cines, impresión de nuevas ediciones de libros y remasterización de álbumes musicales y películas clásicas para su venta medios físicos y facilitarlos sin costo en el repositorio nacional (los autores vivos serían subsidiados por el Estado, pero se implementarían modelos alternativos que incentiven la publicación sin fines de lucro, por ejemplo mediante deducciones de impuestos y patrocinantes), además de eliminar cualquier tipo de impuesto para la adquisición de obras artísticas o culturales (libros, música y películas exentos de IVA, como hacen algunas de las naciones que más leen); f) rediseño y reinicio de actividades del IVIC (cero proselitismo político); y g) planteamiento del Sistema Nacional de Investigadores de Venezuela, con asignación de una proporción significativa de presupuesto público y posibilidad de financiamiento de origen privado, el cual ofrezca nuevamente compras consorciadas de recursos de información especializados para todas las universidades y centros de salud venezolanos (públicos y privados), así como un programa de estímulos económicos a los investigadores nacionales (basado exclusivamente en sus méritos y en una rigurosa evaluación, como la que hace México), para lograr que la producción científica repunte, la cual se ve completamente deprimida al revisar indicadores como los de SCIMago, Web of Science (WoS) y Scopus.

6. El perfil de Google Scholar de Juan D. Machin-Mastromatteo habla de al menos unos 40 artículos publicados, mientras que el perfil de ResearchGate menciona tu participación como autor de un capítulo de libro y coautor de otro libro en LIS. ¿Cómo describirías tu ya amplia experiencia en producción científica y literaria? ¿Cómo ha sido este trabajo intelectual para un joven referencista bibliotecario?

JDMM: Esos números que podríamos catalogar como de pequeños a medianos, si nos medimos con colegas de varios países, han costado mucho esfuerzo y sacrificio, de tiempo libre, de tiempo con la familia, de esparcimiento y vacaciones. Cuando volví al mercado laboral en 2012 y a mitad de mi doctorado, ya que mi situación se hacía insostenible, me doy cuenta que era un área de oportunidad para un futuro mejor, sobre la cual debía dedicar la mayor parte de mis esfuerzos, de hecho, mi primera publicación indizada en Scopus es de dicho año y ese mismo año me presenté en seis congresos internacionales (récord personal, aún no batido). Con respecto a cómo ha sido esto de meterme de lleno en la producción científica, solo puedo decir: ¡menos mal que soy bibliotecólogo!

La totalidad de esa producción científica en revistas y libros arbitrados e indizados que se reflejan en las redes y los índices como Scopus y WoS ha sido publicada de 2012 a 2017, teniendo varias cosas en prensa y en el tintero. Digo que menos mal soy bibliotecólogo porque se trata de un nivel de producción alcanzado en muy poco tiempo y solo pude alcanzarlo por tener un claro entendimiento sobre estos sistemas o entornos y sus dinámicas, como parte de mi educación y mi acción profesional en el área de la bibliotecología y LIS. Algo parecido ocurrió con el logro de entrar al Sistema Nacional de Investigadores de México. Siendo bibliotecólogo pude entender a la perfección su convocatoria y el tipo de evaluación que realizan. Adicionalmente, quizás no sea tan apropiado que lo diga yo, pero seguramente mis colegas de investigación que no son bibliotecólogos y que han trabajado conmigo han sentido un apoyo particular y distinto de mi parte, dadas las fortalezas de un profesional de la información. Por ejemplo: detectar revistas donde publicar con el objetivo de tener un alto impacto, saber lo que podemos hacer o no con nuestros documentos dadas las condiciones de las editoriales, el manejo de las fuentes, desde su localización y recuperación hasta su citado; y la promoción y difusión de las publicaciones en todos nuestros perfiles y redes para alcanzar mayor visibilidad y potenciar el citado (por citar algunas fortalezas muy bibliotecológicas).

Curiosamente, debo agregar que ha sido por medio de la publicación científica que he podido desahogar inquietudes y he descubierto un nuevo interés sobre una sub-línea de investigación que relaciona la información con las ciencias políticas, mediante la cual también he encontrado respuestas a lo que vivimos en Venezuela, en función también a lo que ha vivido la región. Ejemplos de esto son los artículos El sistema electoral más perfecto del mundo, Cuatro teorías para mejorar la justicia en América Latina y Complacencia subordinada, rivalidad furiosa o trabajo equitativo: Sobre la separación de los poderes del Estado; todos publicados como parte de la serie Desarrollando América Latina; la cual, aparte de experimentar con una grandísima variedad de líneas de investigación, me ha permitido aprender mucho más sobre la región.

7. Finalmente, yo personalmente observo y con mucho orgullo a un colega venezolano que ha ido construyendo de a poco una brillante carrera al más alto nivel… ¿Cuál es la mayor ambición como profesional para Juan Daniel Machín Mastromatteo? ¿Cómo se visualiza en el mediano y largo plazo? ¿Qué expectativas tiene al respecto de la bibliotecología venezolana y latinoamericana?

JDMM: Muchas gracias Renny, de verdad es un gran halago y un honor que hayas considerado entrevistarme en el marco de este día tan importante para nosotros los bibliotecólogos venezolanos, el cual tiene una historia muy especial que ya has tratado en este espacio. Es en verdad un gusto indescriptible ser parte de la valiosa labor de divulgación científica en nuestra área, la cual sé que realizas principalmente en InfoTecarios.

Este año dejé atrás el trabajo en la biblioteca, particularmente como referencista, por razones que no vienen al caso en el marco de la conmemoración de este día que a los bibliotecólogos venezolanos nos debe honrar y llenar de orgullo y motivación, aunque este presente aniversario es especialmente difícil, considerando que en unos pocos días enfrentaremos potencialmente el momento más oscuro de nuestra historia republicana.

Actualmente me estoy dedicando de lleno a la docencia (al fin siendo parte del proceso de formación de nuevos licenciados en ciencias de la información, aparte de educadores a nivel maestría y doctorado) e investigación. Es el comienzo de otra etapa, ya que dejo un trabajo que, bajo condiciones favorables es muy bonito y gratificante, pero por otro lado consume mucho esfuerzo, atención, memoria y tiempo; ya que el referencista es el puente entre todo usuario y su necesidad, las cuales, en el contexto de la biblioteca universitaria, son muy complejas y demandantes.

En cuanto a ambiciones, no quisiera resultar pretensioso contando aquellas cosas que uno sueña, lo que sí puedo decir es que deseo seguir dedicándome a lo que me dedico, especialmente a la investigación y publicación, además de apoyar en lo que se pueda a mis colegas de todo el mundo y algo muy importante: seguir reivindicando nuestra profesión como disciplina científica ante todo y ante todos, señalando su valor para las sociedades y el mundo. De manera similar, no soy muy amigo de las proyecciones personales a plazos, ya que personifico aquello de ‘las vueltas que da la vida’: hace 5 años no tenía la menor idea que iría a parar a México, ni que podría entrar a su Sistema Nacional de Investigadores, ni que finalmente en 2017 sería profesor-investigador de tiempo completo, algo que esperaba desde 2006. Lo que sí proyecto es consolidar mis áreas de acción y llegar a la centena de documentos científicos publicados en los próximos cinco o seis años.

Lo que esperaría para la bibliotecología regional en los próximos años es que las generaciones de la vieja guardia permitan la necesaria oxigenación que solo pueden proveer los jóvenes profesionales, dejar la politiquería al margen de nuestro trabajo profesional y dejar de lado las envidias que no nos dejan trabajar juntos, además de reconocer los esfuerzos del otro. Juntos somos capaces de cosas muy grandes. Permíteme regresarme a la onda del anti-intelectualismo que quizás está vigente, me animo a decir, en la región, ya que parte de este problema es que no estamos viendo y reconociendo las cosas buenas que se hacen en la región y a veces criticar está mal visto en algunos círculos, aunque sea constructivamente y ofreciendo propuestas. Me parece que InfoTecarios provee un espacio importante para la difusión de estas iniciativas regionales y lo siguiente no es por hacerme auto-publicidad, pero es necesario comentar que propuse la creación de la columna Desarrollando América Latina[1] en la revista Information Development, en parte para no desaprovechar una oportunidad de oro que se me presentó y por otra, para que yo mismo pudiera aprender más de todo lo bueno, lo mejorable y lo problemático de la región, tanto por medio de investigaciones y artículos en solitario, como de la mano de otros colegas latinoamericanos que me han colaborado. Es importante que reconozcamos hasta dónde hemos llegado y que nos unamos para que juntos podamos llegar mucho más allá.

 

@rennygranda

Quito, Ecuador

 

Fotografías: Juan D. Machin-Mastromatteo, archivo personal.

Nota:

[1] Para quienes no tienen acceso a SAGE, las columnas son publicadas en el repositorio E-LIS (http://eprints.rclis.org/) en su versión original en inglés y en su traducción al español, una vez caduca el embargo de la editorial.

Un comentario en “Día del Bibliotecólogo en Venezuela: entrevista a Juan D. Machin-Mastromatteo

  1. Arcángel Sanchez

    Diría uno de tal palo tal astilla, pero es que Estela parió a un excelente profesional de la información y le inculcó excelentes valores que convirtió en virtudes. Te deseo muchos más éxitos estimado Juan Daniel. Muy buen artículo Renny. Saludos desde Loja Ecuador.

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