El desempeñarme en una institución que cuenta con biblioteca, archivo y museo, mi formación en bibliotecología y el inicio recientemente de la Tecnicatura en Museología; han despertado y acentuado mi inquietud e interés por investigar y experimentar buenas maneras en que estas instituciones culturales pueden mejorar sus productos y servicios a través de la colaboración y cooperación, desempeñando un rol de relevancia en la vida de la comunidad.
Luego de relevar la literatura sobre el tema y comprobar que esta es escasa, comparto la idea de Yarrow (2009):
“las bibliotecas, archivos y museos son socios naturales en la colaboración y cooperación, en el sentido que acostumbran a servir a la misma comunidad de maneras parecidas.”
Esta potencialidad se da por tener objetivos parecidos o compartidos, por conservar el patrimonio de una comunidad en un ámbito local, municipal, o por pertenecer a una misma institución y compartir por tanto la misma misión. Considero este último caso ha de ser de los más ricos en cuanto al intercambio y trabajo en conjunto que se pueda llegar a dar. Para que sea posible esta relación, se hace indispensable que quienes en ellas se desempeñen, sean conocedoras de sus puntos en común, los que los diferencian y las maneras en que pueden retroalimentarse.
Las sociedades en las que vivimos, con amplias y variadas ofertas culturales, de ocio y entretenimiento, nos obligan a que pensemos nuestros productos y servicios de información y culturales desde la mirada del marketing cultural, brindando una oferta atractiva, permanente y accesible a distintos públicos.
La diversa constitución de sus colecciones es una característica que distingue a la biblioteca y archivo del museo, a la vez que permite ofrecer al público, todo tipo de materiales -libros, publicaciones periódicas, correspondencias, fotografías, así como colecciones de objetos que forman parte de exposiciones permanentes y temporarias de los museos-. La variedad y riqueza de estas colecciones permiten contribuir através de actividades que desarrollen los sentidos al aprendizaje a lo largo de la vida, contemplando las diferentes capacidades en un ambiente pedagógico, ameno y entretenido.
Hago énfasis en este post en el rol que los museos pueden cumplir en la sociedad, como cartas de presentación al público en general, a las autoridades, y por tanto servir de puente entre la biblioteca, archivo y museo de una determinada comunidad, sean estos públicos o privados. Los museos “venden” en tanto constituyen una oferta turística y por consiguiente económica, y es en este sentido que se debe aprovechar la situación ventajosa en que se encuentran respecto a bibliotecas y archivos.
Al integrar servicios y productos, así como proyectos o incluso la misión, estas instituciones se ven beneficiadas en cuanto a:
- fortalecimiento del prestigio público e imagen de la institución
- optimización de productos y servicios de información y culturales brindados
- reducción de costos
- brindar mejor respuesta a las necesidades de los distintos públicos
- ampliación de públicos
- fortalecimiento de vínculos con la comunidad
- favorecer en la construcción de una identidad cultural y patrimonial
- contribuir a la educación y al aprendizaje continuo.
En próximos posts me detendré en el desarrollo de los conceptos que aquí he mencionado, así como daré ejemplos de buenas prácticas de cooperación entre bibliotecas, archivos y museos.
Fuentes consultadas
- Ministerio de Educación, Cultura y Bibliotecas en los museos.
- Di Carli, Georgina. (2003) Vigencia de la Nueva Museología en América Latina: conceptos y modelos.
- Yarrow, A., Clubb, B, Lynn Draper, J. (2009). Bibliotecas públicas, archivos y museos:tendencias de colaboración y cooperación. Bibliotecas en los museos.