¿Nueva Ley de Bibliotecas en Venezuela?

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¡Bibliotecario venezolano! Se anuncia una nueva Ley de Bibliotecas. ¿Te interesa? Tienes dos opciones. A) La más fácil: decir No. Pues no te quieres involucrar, les dejas eso a los políticos, o quizás piensas que eso a ti no te afecta en lo absoluto. OK… Y B) La más inteligente: decir Sí. Pues presta atención a este post, es para invitarte a pensar, a reflexionar y por qué no a crear.

LEY IABNSB 1977

Cuando en 1982 se realizó acá en Caracas la “Reunión Regional sobre el Estado Actual y Estrategias para el Desarrollo de las Bibliotecas Públicas en América Latina y el Caribe”, Venezuela se encontraba a la vanguardia del desarrollo bibliotecario latinoamericano. Tanto así que logró convocar en un mismo lugar a la UNESCO, la IFLA, el CERLALC y a expertos de 30 países de todo el continente. Tanto así que produjo un maravilloso documento: la Declaración de Caracas, símbolo del acuerdo, consenso, encuentro e integración latinoamericana del momento. Y tanto así, que ese documento se convirtió en camino, guía o ruta para muchos países en su empeño por impulsar a una institución tan fundamental como la biblioteca pública. Entre otras cosas, también, porque nuestro país hacía ya unos 5 años (1977) que contaba con un marco legal propio sobre bibliotecas.

Un instrumento legal que no solamente creó la figura del Instituto Autónomo para la Biblioteca Nacional de Venezuela, sino que fue la base para la creación de un Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas. Era la época del discurso de los sistemas y las redes, también de la modernización y transformación de la Biblioteca Nacional, y de algún modo, la gestión bibliotecaria, los legisladores y los dirigentes aprovecharon la oportunidad para comenzar a construir la red bibliotecaria por todo el país.

Precisamente la Declaración de Caracas (1982), después de establecer las funciones para una Biblioteca Pública latinoamericana, propuso un conjunto de normas mínimas para el desarrollo de los servicios bibliotecarios en América Latina y el Caribe. La primera de ellas, la creación de una infraestructura legal tanto nacional como regional dentro de cada país. Los elementos que debían contemplar ese marco legal eran: 1. la obligatoriedad del Estado para ofrecer servicios bibliotecarios públicos y asignarle partidas presupuestarias suficientes, 2. el establecimiento de instancias y mecanismos de coordinación nacional de los servicios bibliotecarios, 3. la implementación de medidas para normalizar los procesos técnicos y de adquisición en las bibliotecas, 4. la definición de una estructura de cargos y de estrategias para la formación de los recursos humanos, y 5. la consideración de provisiones para dotar de equipamiento físico, de colecciones y servicios a las bibliotecas.

Con la Ley del Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas en 1977, Venezuela dio un paso al frente en el liderazgo del movimiento bibliotecario de Latinoamérica. O más específicamente, en palabras de la poetisa y escritora colombiana Anabel Torres: “el sistema de servicios de información y bibliotecas más moderno, eficiente, comprehensivo y avanzado que haya existido jamás en América Latina y el Caribe” (2011, p. 4). Posteriormente, la fibra social venezolana se ha visto forzada a vibrar de diversas formas y en todos los sentidos: Viernes Negro, Caracazo, Golpes de Estado fallidos, juicio a gobernante en funciones por corrupción, crisis económica, crisis política, nueva Constitución, nueva clase política en el poder, otro Golpe de Estado, Paro empresarial y petrolero, más crisis económica, más crisis política, inestabilidad y riesgo país, polarización y confrontación, y pare usted de contar. Es decir, mientras países como Argentina, Brasil, Colombia, Chile, ponían en práctica ‘al pie de la letra’ las recomendaciones fundamentales de la Declaración de Caracas sobre la Biblioteca Pública y se montaban en el autobús de la Sociedad de la Información; lamentablemente, después de más de 6 lustros en Venezuela, hoy, la situación es otra. Nunca había estado tan lejos el desarrollo bibliotecario moderno –de otrora- y la construcción de un movimiento bibliotecario, que impulse el “cambio de chip”.

Y ciertamente, después de 30 años, una nueva Ley de Bibliotecas es necesaria. Ya lo hemos dicho, la Ley del Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas de 1977, es un instrumento jurídico obsoleto e increíblemente aún con vigencia. Pero, lo verdaderamente importante como bibliotecarios en este momento no es cuándo llegará el nuevo marco legal de las bibliotecas, sino el qué queremos para los servicios bibliotecarios y para los ciudadanos, el cómo vamos a concretar nuestra participación en la discusión y elaboración del nuevo proyecto legislativo, y en qué forma este beneficiará a los trabajadores y profesionales de las bibliotecas.

BNV Brisa del Mar

¡Debemos estar atentos! Recientemente, desde el Departamento de Prensa del Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas, ha de suponerse el ente rector de las bibliotecas en Venezuela, apareció la primera señal: “Trabajadores bibliotecarios trabajan en procura de nueva Ley de Biblioteca Nacional” [Al momento de publicar este post el sitio web de la Biblioteca Nacional se encontraba fuera de servicio]. Anunciando la conformación de mesas de trabajo para la “discusión” de un anteproyecto. Llama la atención que este aviso repentino pareciera, más que un plan de acción un acto de reacción automático frente a la polémica Ley Orgánica de Cultura, aprobada en agosto. Extraña, además, que los eternos promotores de la llamada “constituyente bibliotecaria” realicen el “análisis y debate” del futuro texto legal a puertas cerradas, cuando lo que se requiere es una consulta amplia, abierta, diversa, inclusiva, propia de la democracia participativa que propugna nuestra Carta Magna de 1999.

Y tal como lo hice a través de las redes sociales, le sugeriría nuevamente a los trabajadores bibliotecarios y también al gremio profesional que revisen el Modelo de Ley para el Fomento de la Lectura, el Libro y las Bibliotecas del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC), organismo intergubernamental del que Venezuela es país miembro, por vía del Centro Nacional del Libro (CENAL). Allí, podrán ver todo lo referente a bibliotecas en el Título II: Del fomento de la lectura, la escritura y las bibliotecas; especial mención requiere los Capítulos II y III sobre Bibliotecas públicas y el Comité Técnico Nacional de Bibliotecas Públicas, respectivamente. Muy importante este último, pues se trata de un organismo asesor y consultivo conformado por representantes de las bibliotecas, de la sociedad civil, agentes expertos y promotores de cultura, que garantizaría la participación de un grupo multidisciplinario capaz de acompañar al ente rector en la gestión pública del sector.

De igual modo, los invitaría a que consideren seriamente el hecho de que las bibliotecas están consagradas como servicio público dentro de nuestra Constitución Nacional, en su artículo 108. Eso es un brinco gigantesco con respecto a la Ley de 1977, sobre todo la garantía constitucional de los derechos humanos fundamentales a la información, la educación y la cultura. Los invitaría también a que tomen en cuenta la opinión de expertos, como la Dra. Elsi Jiménez que le ha dicho a la periodista y escritora Michelle Roche Rodríguez, que esta nueva ley “tiene que ser amplia para sustentar programas de desarrollo para lectores y una visión central que incluya la necesidad de unos servicios modernos que respondan a las necesidades de la población”. Y sin duda alguna, la consulta para debatir y aprobar la nueva ley tiene que ser amplia e inclusiva, contar no sólo con mesas de trabajo en la Biblioteca Nacional, sino también tomar en cuenta lo que pueden decir las escuelas de bibliotecología, el gremio profesional (un poco abandonado y disperso por la propia colegiatura), trabajadores bibliotecarios de todas las regiones, gestores y promotores culturales, y por supuesto a la ciudadanía.

Para finalizar, me gustaría replicar unas palabras que expresé también en redes sociales motivado por mis colegas Ailé Filippi y Froilán Martínez, sobre el tema: lo verdaderamente relevante es el hecho de que los bibliotecarios nos interesemos, de una vez por todas, de participar activamente en la creación de espacios de discusión para intentar que nuestras bibliotecas sean tomadas en cuenta: y OJO, de arriba hacia abajo pero también de abajo hacia arriba. Porque lamentablemente, la desidia en el sector no sólo se queda en las autoridades, sino que la propia población ya vive desvinculada (80%) de las bibliotecas. ¡Eso es terrible! ¿Y quiénes son los más interesados en que las bibliotecas se hagan visibles?, ¿quiénes son los responsables del futuro de nuestro sector?, ¿quiénes son los que deben estar al frente de una discusión y un debate amplio alrededor de un Proyecto de Ley de Bibliotecas?, ¿quiénes deben reactivar como nunca a la colegiatura profesional? NOSOTROS, los bibliotecarios… Más nadie. Tenemos una inmensa responsabilidad con nuestra ya golpeada sociedad, con nuestros colegas del futuro y con nosotros mismos. Tenemos la obligación de hacer entender tanto a las autoridades -sea quien sea- como a las comunidades, el valor fundamental que tienen las bibliotecas para la sociedad. ¡Y no cualquier biblioteca! Necesitamos con urgencia, debemos aspirar y nos merecemos la Biblioteca del Manifiesto UNESCO, la Biblioteca de la Declaración de Caracas (1982), la Biblioteca Pública que propone el CERLALC. Una biblioteca abierta, diversa, plural, democrática, sin censura ideológica ni presiones comerciales y económicas, sin discriminación y multicultural, entre otras cosas. Pienso que es hora de reflexionar, pensar, imaginar la Biblioteca que nos merecemos… ¡El tiempo de la acción, ya llegará!
@rennygranda

 

REFERENCIAS:

CENTRO REGIONAL PARA EL FOMENTO DEL LIBRO EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE (2011): Modelo de Ley para el Fomento de la Lectura, el Libro y las Bibliotecas. [En Línea] Disponible en: http://www.cerlalc.org/files/tabinterno/55c71a_Modelo_Ley_Final.pdf

ROCHE R., Michelle (2013, Agosto 31): Las bibliotecas públicas suplen a las escolares pero no forman lectores. En: El Nacional. [En Línea] Disponible en: http://www.el-nacional.com/escenas/bibliotecas-publicas-suplen-escolares-lectores_0_254974765.html

TORRES, Anabel (2011): La Biblioteca Nacional de Venezuela, núcleo de un sistema nacional de bibliotecas en el siglo XX, camino a ser desmantelado en el siglo XXI. Documento presentado ante la IFLA para FAIFE Spotlight, en La Haya. [En Línea] Disponible en: http://www.ifla.org/files/assets/faife/publications/spotlights/torres_espanol.pdf

UNESCO; CERLALC; IFLA y IABN (1982): Reunión Regional sobre el Estado Actual y las Estrategias para el Desarrollo de los Servicios de Bibliotecas Públicas en América Latina y el Caribe, Informe Final. Caracas, 25-29 de octubre de 1982. [En Línea] Disponible en: http://unesdoc.unesco.org/images/0005/000525/052531sb.pdf

8 comentarios en “¿Nueva Ley de Bibliotecas en Venezuela?

  1. Marcela Natalia Galván

    La Declaración de Caracas se constituyó en un instrumento legal que no solamente creó la figura del Instituto Autónomo para la Biblioteca Nacional de Venezuela, sino que fue la base para la creación de un Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas.

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  2. Zaira

    Indiscutiblemente el entrelazar la política en el desarrollo de adiciones a la legislación en Bibliotecas Públicas es un estudio sumamente necesario con el firme deseo de mejorar y posicionar de una forma adecuada a tan importantes instituciones conformadas desde un inicio con el simple propósito de contribuir al mejoramiento de una sociedad multicultural, creo prudente la realización de un análisis comparado desde el ámbito legislativo y en la formulación de políticas públicas que permitan la participación social en la toma de decisiones para el mejoramiento de las mismas.

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