La Biblioteca y el Archivo como espacios de alfabetización y dinamización cultural del Museo

Como en las series televisivas con sus temporadas, con este post cierro -por un tiempo- mi ciclo de participación en Infotecarios. Han sido más de cuatro años de aprendizaje, de animarse a ir un poquito más allá aceptando el reto de escribir un post mes a mes, de aprender lo que significa compartir nuestras prácticas profesionales, teorías a las que nos adherimos, inquietudes y convicciones. Infotecarios me ha permitido conocer a un grupo humano y profesional valiosísimo y con ellos el vivir la experiencia del trabajo en equipo, conocer otras realidades de Latinoamérica, intercambiar y retroalimentarme con ellas.

En los meses que vienen estaré dedicada en gran parte al proceso de investigación y elaboración de mi tesis de maestría y esa es la principal razón que me lleva a tomar distancia del proyecto.

Esta entrada hace referencia al que será mi tema de investigación, del que espero en un plazo no muy largo estar compartiendo con todos sus resultados.

Me posiciono desde el Museo como espacio en el que conviven la biblioteca, mediateca, archivo y/o centro de documentación. Adquirir, conservar, documentar, investigar, difundir, democratizar, comunicar son funciones a las que el museo atiende; con el objetivo de constituirse en un instrumento de apoyo a la investigación, garantizar tanto experiencias de disfrute como de enseñanza-aprendizaje. La presencia de unidades de información en el museo configuran un entorno ideal para favorecer al acceso y apropiación de la información, en tanto responden a una misma institución, políticas, área disciplinar y públicos; favoreciendo a brindar un servicio de información de calidad al público en general, apoyando la gestión museística y optimizando los tradicionales servicios de información y cultura.

Desde las conceptualizaciones teóricas de la Ciencia de la Información, la Bibliotecología, Archivología y Museología y desde la perspectiva crítica; las bibliotecas, archivos y museos dialogan en sus teorías, conceptos, métodos y objetos de estudio.

Carlos Ávila Araújo es uno de los principales exponentes latinoamericanos teóricos que aborda las relaciones entre la Bibliotecología, Archivología y Museología, quien las define como disciplinas científicas que se han consolidado a partir de un modelo custodial patrimonialista, luego de una perspectiva funcionalista; hasta que con el surgimiento de las teorías críticas, amplían su campo de estudio y problematizaciones. Tal apertura condujo a que fuesen incluidas en la discusión más amplia de las ciencias sociales y humanas, así como a que se generase un mayor diálogo y fortalecimiento recíproco entre las tres áreas.

Su postura teórica argumenta sobre la potencialidad que representa la construcción de una Ciencia de la Información amplia y representativa, que considere a las unidades de información en su conjunto, y se beneficie de las experiencias técnicas, profesionales, reflexivas, entre otras, desarrolladas por ellas. Defiende la integración de estas, que potencie la unión desde las semejanzas y respete y conserve sus particularidades y diferencias.

Johanna W. Smit centra su investigación en las diferencias y semejanzas presentes en estos campos profesionales, haciendo énfasis, al igual que otros autores, no en el documento sino en la información, y por ende en el rol que todas ellas cumplen en cuanto a facilitar la disponibilidad y acceso a la información, independientemente del soporte. La autora plantea que el acercamiento entre ellos se vería facilitado por el uso cada vez más acentuado de las tecnologías digitales y el cambio de visión que enfatiza en el usuario y ya no en el acervo.

López de Prado* (s.d.), define a las bibliotecas de museos como “Colecciones de fondos documentales especializados, organizados para facilitar la adquisición, conservación, comunicación y presentación con fines de estudio, educación y deleite de los testimonios materiales que guarda un museo y apoyar las actividades propias del mismo.” También el archivo y/o el centro de documentación cumplen estas funciones, por lo que sería deseable una gestión interdisciplinaria que como referíamos con anterioridad, potencie la unión desde las semejanzas, respetando y conservando sus especificidades y diferencias.

Las bibliotecas, archivos y centros de documentación del museo como servicios de información, tienen todo el potencial para convertirse en espacios de alfabetización y dinamizadores de los programas de acción educativa y cultural llevados a cabo por el museo.

Se toman ejemplos llevados a cabo en la Biblioteca del Museo Blanes -de fecha de creación 22/11/2013-, la cual interesa hacer conocer, difundir sus colecciones y servicios, a la vez que generar y afianzar los vínculos con la institución museal, así como con el Archivo, que ya existía con anterioridad en el museo. Se plantean así ciertas áreas de acción comunes consideradas como claves para lograr tales objetivos: gestión de información museística, fidelización de públicos, desarrollo de programas de Educación y Acción Cultural y alfabetización en información.

Gestión de información museística y acceso a la información

Comprende la gestión de la información producida por la institución museística y la que sobre ella se produzca, contribuyendo a la circulación de la información, a que se haga un buen uso de ella, optimizando de esta manera la comunicación interpersonal. La información museística comprende catálogos, folletería y hojas de sala, registro audiovisual, invitaciones, notas de prensa, noticias en la web y toda información dónde el museo sea citado.

La gestión de información en un museo implicará una importante labor de equipo e interdisciplinaria; aportando las bibliotecas desde su ámbito, la normalización de los procesos, con el auge de las TICs, el avance en la automatización y el complemento en las funciones clásicas del museo, así como el constituirse en un motor para el cambio. Las tecnologías han contribuido en gran medida a optimizar la tarea de gestión de la información, dando como resultado recursos, productos y servicios diversos y más accesibles a todos.

Dependiendo de las diversas realidades institucionales, de los recursos humanos de que disponga, las unidades de información del museo pueden cumplir un rol importante en la producción, difusión, promoción y conservación de los contenidos generados desde el Museo -que puede ser de forma conjunta con el área de comunicación si existiese-, y es en este aspecto que las herramientas 2.0 pueden facilitar la gestión, sin necesidad de grandes requerimientos informáticos ni económicos.

En este aspecto se ha trabajado de forma interdisciplinaria en el diseño de un sistema de gestión automatizada -software libre a medida- de las colecciones del Museo, que integra los fondos documentales del archivo, bibliográficos de la biblioteca y las obras del museo.

A la vez desde las áreas de Biblioteca, Archivo e Investigación se ha propuesto un proyecto de digitalización de las correspondencias de Juan Manuel Blanes -uno de los artistas nacionales más destacados, con el objetivo de facilitar su acceso y consulta in situ en el espacio físico de la biblioteca, así como online para posibilitar su consulta remota.

Fidelización de públicos

En tiempos en que seguimos asistiendo al tener que justificar qué hacemos y para qué estamos, no sólo hacia las autoridades sino también hacia la sociedad, en que debemos convivir con importantes dificultades económicas y competir con innumerables ofertas y servicios de información y cultura; se vuelve más que necesario que como instituciones culturales, salgamos fuera de sus paredes en busca de “aliados”. Y, ¿qué mejor aliado que nuestro público?

El concepto “fidelización” proviene del marketing y refiere a la fidelización de los clientes.

Fernández Blanco en su e-book ‘50 experiencias prácticas para la gestión y fidelización de públicos en los museos’ -que podemos perfectamente extrapolar a los públicos de las bibliotecas y archivos y más aún tratándose de servicios de los museos- plantea que el fijar e implementar estrategias de captación y fidelización de público permitirá lograr que el usuario: “vuelva a disfrutar de cosas similares por más canales; con más usuarios a probar nuevas iniciativas más a menudo; con usuarios diferentes nuevos servicios durante más tiempo”.

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Estos servicios de información no deberían ya limitarse solamente a un público especializado sino que podrían orientar su gestión a toda persona que desee profundizar en las obras de la colección y ampliar el conocimiento en el área temática en que el museo se especializa. Necesitan hacerse más visibles, difundir sus servicios, de modo de facilitar a la sociedad en general el acceso y conocimiento de un patrimonio documental que en general es de gran valor y muy poco conocido.

Así en la Biblioteca del Museo se dedica especial atención al conocer al público usuario, adaptar los servicios ofrecidos y personalizar la relación con el visitante.

Alfabetización en información

El museo se configura no sólo como el espacio ideal sino que a la vez fundamental para alfabetizar en múltiples aspectos: en información, patrimonio, herramientas y recursos digitales, en la especificidad temática del museo, en el uso y apreciación de recursos audiovisuales y en el desarrollo de la sensibilización.

La alfabetización informacional se considera factible de ser implementada en un museo, por englobar al resto de las alfabetizaciones. “(…) Muchas veces, el usuario no dispone de la formación necesaria para obtener los mejores resultados en la experiencia” de la visita al museo (Gallego-Casilda, s.d.) y los servicios especializados de información se vuelven

fundamentales para completar la experiencia del visitante en el museo. El área educativa representa otra aliada natural en la gestión de información, reelaboración y reinterpretación de los discursos museológicos, generación de instancias de aprendizaje y disfrute; por lo que se deberán estrechar vínculos y generar líneas de acción comunes.

Dirigido a docentes, personal de museos, bibliotecas, archivos, artistas y gestores vinculados al arte se llevaron a cabo dos ediciones del taller ‘Gestión de información artística’, con el objetivo de contribuir en el desarrollo de las habilidades y competencias necesarias para acceder y hacer un buen uso de la información artística. Esta instancia representó para la biblioteca la posibilidad de comenzar a trabajar en la línea de la alfabetización informacional, permitiendo a la vez hacerse conocer, difundir sus colecciones y servicios.

alfin

Educación y Acción Cultural

El desarrollo de programas de Educación y Acción Cultural permitirán a la biblioteca y al archivo ir más allá del espacio de sus instalaciones, tender puentes con la institución museal y con la sociedad en su conjunto.

En esta línea se han desarrollado las siguientes actividades como estrategias de acción educativa y dinamización cultural del Museo.

  • Muestra bibliográfica junto a muestra temporaria en el Museo
  • Actividades con grupos de escolares que visitaron el Museo en el Día Nacional del Libro:
  • ¡El Museo está de cuentos! en que los niños vivieron la magia de escuchar historias, disfrutar de un agradable espacio de lectura y del contacto con los libros.

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  • Función especial de ‘Manolo y la Flor’ por el Grupo de Teatro La Rueda con posterior taller en que crearon sus propios relatos y libros que ya forman parte de la colección infantil de la biblioteca.

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Estas actividades favorecieron a establecer vínculos entre la biblioteca y el área educativa, integrándose la biblioteca a la propuesta didáctica del museo y contribuyendo a su difusión.

  • ‘Una aventura por el museo’

Presentación del libro ‘Una aventura por el museo’ por sus autoras con posterior instancia de taller dirigida a niños de entre 5 y 7 años con sus familias. Asimismo se llevó a cabo una jornada de taller dirigida a docentes del área de las artes, presentándose al libro como herramienta para acercar las artes visuales al aula.

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A modo de reflexión y para finalizar, debemos procurar ser creativos en los productos y servicios que brindemos, competentes en la gestión de información, inquietos y ávidos de generar nuevas experiencias y reinventarnos cada día; así como buscar constantemente nuevas formas de relacionarnos con el usuario, así como con el visitante del museo. De este modo la biblioteca, el archivo y el centro de documentación del museo se posicionarían como servicios de información de referencia dentro de la institución museal, buscando siempre brindar servicios útiles, de calidad y atractivos, mejorando la comunicación con el público en general, a la vez que la imagen que de las unidades de información se constituyan.

Imágenes: autoría personal

Fuentes Consultadas

  • Araújo, C. A. A. (2010). Ciencia de la Información como un campo de la integración de las áreas de Biblioteca, Archivo y Museología. Informação & Informação Inf.
  • Bruni, S.; et. al. (2016). Hacia la Integración de archivos, bibliotecas y museos.
  • Bibliotecas de Museos: Espacios de gestión cultural. Buenos Aires, 6 octubre 2015. Recuperado de http://bit.ly/1UXGdN3 (26 febrero 2016)
  • Smit, J. (1999). Archivología, biblioteconomía y museología: semejanzas y diferencias. Ciencias de la información, 30 (3), 3-10.
  • Will. (1994). Los museos como centros de información. Museum International, (181), 20 – 25.

Un comentario en “La Biblioteca y el Archivo como espacios de alfabetización y dinamización cultural del Museo

  1. Judith

    Muchas gracias por compartir tus experiencias de parte de una estudiante uruguaya de bibliotecología

    Responder

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