En un artículo reciente del Washington Post, se detalla el movimiento en Argentina que busca combatir la configuración masculina predeterminada en el idioma castellano. Natalia Mira, una activista de 18 años, relata como, reflejando la costumbre de usar la «-x» o la «@» en lugar de la más tradicional «Latino/a,» los jóvenes argentinos han adoptado la forma «-es» en lugar de terminaciones plurales de género específico. Esto forma parte, dice la autora, de «un debate global de género, en medio de una creciente visibilidad de las identidades no binarias y una ola de movimientos feministas en todo el mundo.»1
La búsqueda de la diversidad en el ambiente público y profesional se encuentra en desarrollo a través del hemisferio americano. En Chile, por ejemplo, la escuela Amaranta Gómez Regalado, de Santiago, es la primera en ofrecerles refugio a personas transgénero. En las aulas, «letras coloridas deletrean la palabra Bienvenides,» una forma sin género, «indicando libertad de las reglas de género para los alumnos el instante que pasan por el umbral.»2
Valley Library, en Oregon State University, se ha unido a este esfuerzo con la inauguración en 2018 del Programa de Diversidad en Bibliotecología (Diversity Scholars Program), supervisada por Natalia Fernández, bibliotecaria encargada de los Archivos Multicultural y LGBTQ, con el propósito de «reclutar, guiar y retener en las profesiones archivística y bibliotecóloga a gente de demográficas subrepresentadas.»3
En esto, OSU se une a un grupo extenso de bibliotecas académicas estadounidenses que se han dedicado a la causa de diversidad. La nuestra es una profesión «en la coyuntura de la justicia social y el servicio público»; la esperanza subyacente en este programa es que estas personas se convertirán por medio de esta experiencia en «agentes de cambio.»4
Desde su comienzo en 2018, la posición ha sido ocupado por tres profesionales mujeres, las tres de extracción latina. La primera, Marisol Moreno Ortiz, aquí nos comparte unas reflexiones acerca de su tiempo en el programa:5
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Oregon State University Libraries and Press ha desarrollado una residencia bibliotecológica de vanguardia que me facilitó, como primer candidata, la oportunidad tanto de prosperar en mi carrera de bibliotecología como de crecer como futura bibliotecaria. Esto se logró por medio de un programa creado para proveer apoyo para mí al explorar mis intereses como bibliotecaria académica, tratándome desde el principio como profesional y no solamente una aprendiz.
Completé mi título completamente a distancia, y la presencia de colegas quienes me pudieran aconsejar cuando surgían preguntas acerca de tareas y proyectos fue de gran beneficio. Uno que me ayudó mucho fue el catalogador principal, con un proyecto particular que requería un mejor entendimiento de la catalogación. Él tomó el tiempo de sentarse conmigo y contestar todas mis preguntas, y pude completar bien el proyecto. Uno de los programadores también me ayudó a entender mejor cuestiones de codificación. Otro que me sirvió de provecho fue uno de los técnicos de catalogación quien me ayudó mucho con un curso introductorio en ese tema y algunas de las tareas que me dejaban con migraña.
Dada la falta de acceso a mis profesores, mis colegas, a través del programa de diversidad, sirvieron bien de suplentes cuando los precisaba. Un programa como este no funcionaría sin la participación de todos, bibliotecarios y los miembros de todas las unidades de la biblioteca y su buena disposición a que nosotros entráramos en sus áreas para aprender de ellos.
Al comenzar a cursar mi título, sabía que quería trabajar con estudiantes en una biblioteca académica, pero no tenía conocimiento del trabajo que hacían las diferentes unidades en tal organización. Como parte del programa de diversidad, tuve la oportunidad de rotar por cada sección y aprender más de sus roles dentro de la biblioteca. Me dediqué mayormente a dos, Enseñanza y Concienciación, y Conocimiento y Acceso de la Biblioteca, porque estas son las que más interactúan con los estudiantes. En estas secciones pude enfocarme en la instrucción y promoción de servicios al público.
También pude experimentar otros aspectos de la profesión, como participar en conferencias. Asistí a varias, dentro y fuera del estado de Oregon, que me brindaron una mayor comprensión del trabajo de una bibliotecaria y el rol que juegan las conferencias en su desarrollo profesional. Aprendí a presentar propuestas, y algunas fueron aceptadas, incluyendo una para la Conferencia Internacional de Bibliotecarios Digitales en Londres, donde formé parte de un panel abordando el tema de «Diversidad de Personal.» Ahí pude compartir un poco acerca del programa de diversidad de OSU y la diferencia que ha hecho en mi carrera. Con una colega pude, además, presentar un póster en la conferencia ACRL 2019 (Association of College and Research Libraries).
Este programa fue diseñada en interés de la diversidad,pero que yo fuera miembro de una minoría no fue para mí el eje de mi participación. Al ser nombrada, no lo viví como «persona de color,» ya que las conversaciones con el comité abordaban mis necesidades como profesional, no como miembro de un grupo subrepresentado. La conciencia de mi posición en ese respecto aumentó al empezar a buscar puestos de bibliotecario en otros lados y a asistir a sesiones en conferencia que trataban la experiencias negativas de personas de color dentro de la profesión en su conjunto. Esto me ha permitido reflexionar sobre el programa de Diversidad en Bibliotecología y lo afortunada que he sido al encontrarme en un ambiente tal, de respeto hacia mí como una profesional más.
Esto, en fin–ser tratada como bibliotecaria desde el vamos, que me introdujeran y se dirigieran a mí como tal–me hicieron tomar conciencia del tipo de ambiente profesional en el que quiero desarrollar mi carrera: uno que enfatiza la colaboración, el apoyo mutuo, la franqueza y el respeto entre colegas. Esta conciencia ha determinado mi manera de formular preguntas dentro de entrevistas profesionales, para decidir si la posición en cuestión es una en que yo podría prosperar y crecer.
Ser tratada de bibliotecaria a pesar de no haber terminado aún mi título me dio la confianza necesaria para expresar de forma franca mis ideas y opiniones en reuniones departamentales y realmente sentirme parte de la biblioteca de OSU. Me ofrecieron una experiencia excepcional que, como les dije con humor en mi último día en el programa, posiblemente me haya arruinado ya para puestos en otras bibliotecas.
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Notas
(1) Samantha Schmidt, «Un Lenguaje para Todos/as/es,» Washington Post, December 5, 2019, traducción por María Sánchez Díez, accedido 6 diciembre 2019, https://www.washingtonpost.com/dc-md-va/2019/12/05/los-jvenes-en-argentina-estn-librando-una-batalla-lingstica-para-eliminar-el-gnero-del-espaol/?arc404=true.
(2) Frances Jenner, «Chile is the home to Latin America’s first transgender school,» Chile Herald, January 26, 2019, accedido 6 diciembre 2019, https://chileherald.com/chile-is-the-home-to-latin-americas-first-transgender-school/1604/ [traducción del autor].
(3) «Diversity Scholars Program,» Oregon State University Libraries, accedido 7 diciembre 2019, https://guides.library.oregonstate.edu/diversity-scholars-program/about [traducción del autor].
(4) «OSULP Diversity Scholars Program Brochure,» accedido 7 diciembre 2019, https://guides.library.oregonstate.edu/ld.php?content_id=41816171 [traducción del autor].
(5) Traducido del inglés por Vance Woods.
Marisol Moreno Ortiz completó el programa de Diversidad en Bibliotecas en Oregon State University Libraries and Press en junio 2019. Posee un MA en Inglés de Portland State University y un BA en Inglés con enfoque en Composición de Oregon State University. En mayo 2019, Marisol completó su Master’s de Bibliotecología a distancia con Louisiana State University. Fue panelista en la sesión “Diversidad de Personal” en la Conferencia Internacional del Bibliotecario Digital 2018 en Londres. Se involucra mucho con cuestiones de la igualdad, la inclusividad, y la diversidad en la profesión de bibliotecología. Marisol es también una escritora creativa y poeta.