En el marco del IX Festival Internacional de Buenos Aires (FIBA 2013) «un espacio de exposición de las expresiones más importantes del arte escénico contemporáneo» que se desarrolla desde 1997 tuve la oportunidad de asistir a un evento realizado en una biblioteca que me pareció interesante para compartir.
Incluido dentro del innovador programa TransARTE iniciado por el Institut Français «para favorecer la circulación y el desarrollo de propuestas artísticas más allá de la lógica de los géneros codificados, de las artes escénicas a las artes visuales, del cine a la literatura» y con reminiscencias (¡atención SPOILER!) bradburyanas, «La Bibliothèque» se presentaba de esta manera:
…Este proyecto está basado en el deseo de conocer a otras personas y en la idea de que cualquiera puede ser el autor del conocimiento y tener la posibilidad de compartirlo. Fanny de Chaillé trabaja con un grupo de voluntarios con el objetivo de que “se conviertan en libros y sean consultados” por el público. Por medio de encuentros con los artistas se va revelando el contenido del libro, que es un punto de vista de alguien sobre algún tema, alguna historia. Los que encarnan esta biblioteca son actores de la sociedad como cualquiera de nosotros, cualquiera sea el papel que cumplamos o el nivel de importancia. Durante veinte minutos, el libro cuenta una historia sobre sí mismo. Los lectores tienen a su disposición una variada selección de libros.
A continuación una breve descripción de mi experiencia personal:
En primer lugar había que realizar una inscripción previa a través de un formulario on-line y seleccionar la biblioteca (el evento se desarrolló en la biblioteca Martín del Barco Centenera y en la biblioteca Antonio Devoto), fecha y horario.
Al llegar, los bibliotecarios ofrecían la disponibilidad de títulos y una vez efectuada la elección nos conducían a un salón donde nos presentaban a nuestro «libro humano», nos comunicaban el tiempo de consulta y nos deseaban «buena lectura». Ahí «leíamos escuchando» y después había un espacio final en cada lectura para efectuar algunas preguntas.
En lo particular la experiencia me resultó muy interesante, enriquecedora y agradable. Me encontré con tres personas, a las cuales aprovecho la oportunidad para reiterarles mi agradecimiento por su tiempo, las cuales me brindaron el relato de sus historias (reales y/o ficticias, improvisadas y/o ensayadas) y que me provocaron diferentes sensaciones: emoción, empatía, nostalgia, sonrisas, reflexión… Los títulos de mis lecturas fueron: «Mis creencias», «Vacaciones preferidas al plato» y «Mi primer tristeza».
Nunca juzgues a un libro por su tapa
En estrecha relación con «La Bibliothèque», aunque con un enfoque más integrador y de carácter social nos encontramos con un proyecto internacional: Human Library, que apunta a disipar mitos, estereotipos y a romper prejuicios a través de escuchar los relatos de otras personas y poder interactuar con ellas mediante conversaciones que permitan ampliar nuestra comprensión de las mismas y de las comunidades en las que se encuentran, sus ideas, creencias, actividades, formas de vida, etc.
A través de estas «lecturas» se favorece una actitud de mente abierta, la disposición a escuchar otras voces y opiniones, la comprensión y aceptación de lo que es diferente o poco habitual, el descubrimiento y la interacción interpersonales…en definitiva una experiencia cultural, interactiva e instructiva.
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En un paso más adelante en Canadá se celebró el pasado 26 de Enero de 2013 y durante tres días y en 15 ciudades diferentes el primer Human Library Day bajo el lema «Real people. Real Conversations» (Personas reales. Conversaciones reales) a través de una serie de eventos coordinados y desarrollados en diferentes bibliotecas locales con amplia repercusión y difusión en todos los medios del país.
Como reflexión final y personal creo que este tipo de iniciativas son una buena oportunidad para que bibliotecarios y bibliotecas amplíen sus actividades, ya que si bien podrían realizarse en cualquier otro ámbito, la analogía libro-humano y/o biblioteca-humana y todas sus implicancias son ideales para ser desarrolladas en las bibliotecas.
Leer un «libro-humano» tiene algunas cosas en común con leer un libro tradicional y otras no tanto; pero creo que en ambos casos es algo que si sabemos aprovechar siempre suma y nos puede aportar cosas muy interesantes.
En Latinoamérica, más allá de algunas experiencias puntuales, las «bibliotecas humanas» todavía no se han instaurado, en gran medida calculo yo que por la novedad y la poca difusión sobre su existencia. En mi opinión, considerando que no se requieren grandes costos de inversión para su implementación y entendiendo que puede aportar grandes beneficios en las comunidades, me parece una buena opción para tener en cuenta a la hora de programar nuevas actividades en las bibliotecas. Ojalá de a poco «libros y bibliotecas humanos/as» empiecen a tener un mayor desarrollo también por estos lugares.
Tuve la suerte de trabajar en la biblioteca M.del Barco Centenera, cuando se realizó el evento. Pude observar lo emocionante que resultaba para la gente que concurría, y para mi tambien lo era, ya que me parece una actividad muy interesante, no solo por lo original sino tambien por ser otra forma de acercarse a la lectura, más divertida, interactiva y enriquecedora.
Muy bueno el informe! Y ojalá se sigan realizando esta clase de actividades!