Gratuito pero no libre, no es Internet

Como habló hace unos días @maolibrarian, la visita de Mark Zuckerberg a Colombia, con el principal objetivo de implementar su iniciativa de Internet.org con el apoyo del Ministerio de Tecnología de la República de Colombia, no es un tema sencillo del cual hacer parte y hacerse a un lado convincente, pues si bien hay personas que no tienen la posibilidad alguna de acceso a Internet, esto tampoco es Internet por ningún lado que se le vea, es sólo la compilación de unas 17 aplicaciones con información seleccionada y filtrada para su uso.

Para la escritura de este blog, piermo escuché el «Debate: Lo bueno y malo de Internet.org, el ‘regalo’ Zuckerberg para Colombia«, liderado por Mauricio Jaramillo Marín, y el artículo de opinión de la revista Wired titulado «The world is watching our net neutrality debate» de Daniela A. Sepúlveda.

Captura pantalla Internet.org Colombia
Captura pantalla Internet.org Colombia por @maolibrarian

El video es un gran recomendado, no sólo por sus actores que de una u otra manera cuando se les pregunta algo relacionado a la cultura digital abren pensamientos y refuerzan discursos, sino también por las precisiones y problemáticas que plantean sobre el modelo de Internet.org. El artículo, a pesar de enfocarse en Estados Unidos, trata algunos temas transversales al impacto de Internet en la construcción de sentido de la sociedad en general.

Dejando a un lado, por ahora, la cuestión mercantil que esta iniciativa trae consigo, he considerado que el problema es de nombre e identidad, mas la idea me parece adecuada para dar inicio a un tipo de acceso gratuito, no libre [un recurso puede ser libre, mas no gratuito, y viceversa], a una información, mas no a Internet. En una posibilidad que la iniciativa no representara a Internet desde un dominio .ORG, se entendería de una manera muy distinta y no habría titulares de prensa tales como «Internet para personas de bajos recursos», porque no es así.

Por tanto, Internet.org es un recurso por el cual no hay que hacer una transacción económica directa para usar el servicio (gratuidad), pero el servicio no es un acceso libre a Internet, pues únicamente se puede consultar una serie de información y datos elegidos, en este caso, por el gobierno colombiano y la organización de Internet.org. Así ha funcionado en los otros países que ha sido implementado (Ghana, Zambia, Kenia y Tanzania).

Pero la pregunta/problema sería: si acaso la filosofía de Internet manda a que sus contenidos sean libres para su consulta, donde la hipertextualidad es la base de su funcionamiento, ¿qué tan correcto es que Internet.org sea llamado como Internet? Es cierto que de todo lo que es Internet hoy, hay conjuntos de información congregados en sitios web y apps para móviles que se consideran en la actualidad como fundamentales (o virales), sin embargo el tener acceso a estas no asegura un acceso a Internet, sino a una mínima porción de este.

Entregar un acceso limitado, además de explicarlo como una iniciativa de «masificación de Internet entre las poblaciones de más bajos recursos», es una clara ampliación de una brecha digital en la cual las personas con esta aglomeración de aplicaciones no tienen la posibilidad de empoderamiento que los demás que sí tienen acceso a Internet.

Desde una posición crítica, la visita de Mark Zuckerberg es histórica por haber pisado territorio colombiano una persona reconocida internacionalmente, mas no por llegar a incidir en la sociedad. Su iniciativa no sobrepasa una imagen comercial, aprovechada políticamente por el Gobierno Colombiano. Es inminente dejar claro que Internet.org se ha apropiado de un término con connotaciones totalmente diferentes, y con un alto grado de posibilidad a no cumplir expectativas. El tiempo de Internet.org, si sigue como está, no pasará de ser un conjunto de apps con una información restringida y filtrada, algo que mucha gente entenderá como Internet, y generará confusiones en la sociedad sobre lo que el acceso real puede aportar y ofrecer a la cotidianidad.

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