La arqueología mediática: entrevista a Lori Emerson (Media Archaeology Lab)

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El campo académico de los estudios de la arqueología mediática es uno extremadamente difícil de definir. Los practicantes de este campo son creativos, emprendedores y ingeniosos. La historia de la computación y los dispositivos informáticos tiene mucho que ver con la bibliotecología, la gestión documental y la archivística. Lori Emerson, directora de el Media Archaeology Lab de la Universidad de Colorado Boulder nos ha dado una entrevista sobre su laboratorio de experimentación con los software y hardware antiguos que todavía están llenos de vida y revelan sus secretos a los investigadores que vienen a las colecciones para poder contarnos estos secretos escondidos. Espero que la disfruten!

1) Brevemente, ¿qué es MAL y qué tipo de trabajo se realiza ahi? ¿Por qué/De qué forma es un laboratorio “arqueológico”?

Fundado en 2009 y actualmente parte de la Universidad de Colorado Boulder en el departamento de los estudios de inglés, el Laboratorio de Arqueología de los Medios (conocido según sus siglas en inglés, MAL) conserva los medios obsoletos de los principios del siglo XX hasta el siglo XXI con la misión de proveer un ambiente para investigaciones prácticas, la docencia y el fomento de investigación. El laboratorio de MAL es el centro más grande de su tipo en Norteamérica que pone a disposición maquinas antiguas en funcionamiento a usuarios tales como investigadores académicos, estudiantes, y artistas, y debido a sus amplias colecciones MAL es vinculado con varios museos en el país tal como el Living Computer Museum en Seattle, Washington (dirigido por el co-fundador de Microsoft, Paul Allen) y el Digital Den en Cambridge, MA, cuya colección tiene aproximadamente el mismo tamaño de la de MAL. Sin embargo, MAL es totalmente diferente en el sentido de que es un objeto conceptual configurable que, dependiendo como se lo plantee, encuentra objetos para investigación y enseñanza, cosas que fomentan el desarrollo de investigación; es un sitio para intervenciones artísticas, ensayos, y proyectos; es un archivo para objetos de medios digitales; es un archivo de obras originales de arte y literatura y sus plataformas originales. MAL pertenece de igual  manera con los departamentos universitarios de literatura, de arte, de estudios de medios, de programas de historia de la tecnología, departamentos de computación, y con las bibliotecas y los archivos.

En los términos del nombre del laboratorio, he tratado de armonizarlo más con el campo de la arqueología mediática y menos con el campo de la arqueología. La arqueología mediática puede ser un término frustrante debido a sus parámetros inciertos y la la filosofía que la maneja. La versión que me ha resultado más útil es una que no intenta revelar el presente como una consecuencia inevitable del pasado sino trata de describirlo como una posibilidad generada de un pasado heterogéneo. En el meollo de la arqueología mediática hay una lucha constante para mantener vivo lo que Siegfried Zielinski llamaba “variantología”-que es el descubrimiento de “variaciones individuales” en el uso o abuso de los medios, especialmente las variaciones que desafían la tendencia cada vez mayor de “la estandarización y uniformidad entre las tecnologías electrónicas y digitales en competencia.” Siguiendo Zielinski, yo parcialmente uso el laboratorio para descubrir series no lineales y no teleológicas de fenomenos mediáticas-o rupturas- como un modo de evitar la reinstalación de un modelo de la historia de los medios en que se observa una tendencia de una narrativa de progreso que generalmente ignora a los medios abandonados, fallados, o muertos.

2) ¿Quién utiliza MAL y para qué tipo de trabajo/proyectos? ¿Ha habido algún proyecto específico que te venga a la mente que realmente hayan sobresalido de manera inesperada o haya hecho contribuciones únicas a los estudios académicos o la bibliotecología?

Continúo felizmente sorprendida con el amplio espectro de las personas que están interesadas en MAL. En este momento tenemos un interés que está creciendo dentro de la comunidad local de empresas de nueva creación, es gente que quizás no hubiera trabajado en la industria informática durante los últimos diez, veinte o treinta años y estas personas aprecian el acceso práctico a la historia que MAL les proporciona o lo ven como una herramienta para generar la creatividad o sea como un argumento poderoso opositor de la obsolescencia planeada (de nuevo, todas las computadoras del laboratorio-algunas son de los años 70-todavía funcionan). Nuestra labor desarrollando los esquemas únicos de metadatos para poder catalogar una amplia gama de hardware y software antiguo que se encuentra en el laboratorio también se usa como modelo en museos, archivos, y colecciones en Canadá, los Estados Unidos y Europa; el hecho que comenzamos con lo que es único de cada objeto y desarrollamos estándares en su totalidad para describir estos objetos en vez de desarrollar o adoptar un estándar general dentro del cual tenemos que hacer caber cada uno de los objetos, apetece a aquellos que trabajan en museos y archivos. Finalmente, el éxito de nuestro programa de artistas en residencia nos ha sorprendido bastante. Empezé a trabajar con Mel Hogan en julio de 2013 con la idea de que atraer a los artistas y los escritores al laboratorio para darles la oportunidad de jugar, hackear, experimentar, crear, y responder a los materiales directamente está en el centro de la misión del MAL. Dentro de dos o tres semanas del lanzamiento de la primera serie del programa de las residencias, el cual que ahora se llama “MALpracticas”, llenamos todos los plazos disponibles para la primavera de 2014 que resultó en tener que suspender el programa hasta el próximo otoño. Mientras tanto al momento no tenemos los recursos para poder ofrecer una beca para los participantes, apoyamos y difundimos la labor que los artistas y escritores realizan durante su estancia en MAL-por ejemplo, les ofrecemos una oportunidad de exponer o presentar dentro de MAL o en una galería local. También estamos desarrollando una serie de “impresa a pedido” llamada “MALware” que documentará cada residencia a través de entrevistas con los artistas y escritores o a través ensayos sobre sus obras realizadas en MAL. Acabamos de concluir una residencia con Joel Swanson, un artista basado en Denver, Colorado quien se inspiró en la historia de los teclados de las computadoras del laboratorio de MAL. Swanson creó una exitosa exposición en la galería de Counterpath Gallery en Denver que trató el tema de la simbología y los significados culturales de la presencia o la ausencia de ciertas teclas.

Computadoras antiguas

3) Al continuar nuestro ingreso hacia la Era Digital y al acortarse el ciclo de vida entre lo obsoleto e innovativo,  ¿está MAL colectando medios contemporáneos a más de colectar los medios ya obsoletos? ¿Cuáles son algunas de las decisiones del curador que aportan al desarrollo de las colecciones de MAL?

En este momento, las decisiones del curador son determinadas casi totalmente por las limitaciones del espacio físico en la Universidad de Colorado Boulder. Tomando las limitaciones bajo consideración, tratamos de solo aceptar hardware y software que todavía funciona, que haya contribuido algo importante en la historia de la computación personal o es un ejemplo particularmente imponente de una tecnología que nunca se llevó a cabo-algo que nunca fue un éxito comercial pero claramente contiene la semilla de una idea brillante. Por ejemplo, tenemos una consola de videojuego del año 1983 que se llama Vectrex que fue producido por tan solo un año que utiliza un lápiz óptico y en muchos aspectos es bastante más cómodo para el usuario que la mayoría de los dispositivos de pantalla táctil que usamos hoy en día. Leyendo a Michel Foucault y Jonathan Crary me hace pensar en que tan difícil es tomar decisiones concretas como curadora, lo que incluimos o excluimos de nuestros archivos modifica la historia y replantea el presente en una manera muy particular. Si fuera posible, yo haría las mínimas cantidades de decisiones que fuesen posibles y dejaría todo a los visitantes para imaginar y escribir su propia historia.

4) Bibliotecarios y archivistas tienen mucho interés con respecto a los temas sobre la preservación digital. ¿Qué piensa sobre las relaciones y colaboraciones existentes o que podrían ser posibles entre el trabajo académico de los profesionales de humanidades digitales y bibliotecarios, archivistas y preservacionistas digitales?

Espero que me perdonen si digo que tengo sentimientos encontrados con las colaboraciones con las bibliotecas y  los archivos vinculados con bibliotecas. Aunque muchos de los partidarios más ardientes y leales de MAL son de bibliotecas y archivos, al mismo tiempo las instituciones mismas puede ser bastante inflexibles, burocráticas y resistentes al cambio. En la otra mano, durante el año pasado MAL ha sido casi invisible en los ojos de la institución y esto ha dejado que MAL pueda desarrollarse con el paso del tiempo y nuestra forma de pensar cambie y evolucione y nosotros en MAL podemos adaptarnos rápidamente y fácilmente a los problemas que vengan sin tener que ser responsables a autoridades o estructuras jerárquicas, cumplir con metas predeterminadas, los ciclos de financiación, o plans de cinco años fijos. Quiero ser clara que tengo mucha lealtad hacia bibliotecarios y archivistas y espero que en el futuro cercano MAL encontrará una manera de convertirse en una extensión independiente de un archivo de biblioteca de tal forma que incorporará los recursos de MAL en el catálogo de la biblioteca y al mismo tiempo servirá como una incubadora para el archivo de biblioteca para investigación práctica de vanguardia.

5) Logística: ¿quién puede acceder MAL? ¿Se prestan recursos? ¿Hay alguna colaboración activa o una lista de posibles colaboraciones?

Hasta hace alrededor de dos semanas atrás, que fue cuando recibimos nuestra primera donación financiera, MAL habia sido operando con un presupuesto de USD 0. Esto significa que no hubo personal para trabajar con los usuarios durante las horas laborales; los visitantes tuvieron que hacer una cita prevista conmigo o con unos de los voluntarios y las dos opciones eran muy incómodas porque yo tengo responsabilidades como docente universitaria y los voluntarios tienen sus propias responsabilidades. Sin embargo, casi nunca hemos tenido que negar a nadie una cita- si una persona particular o afiliada con una institución quisiera visitar el laboratorio, hemos encontrado una manera lograr hacer la visita. Ahora que hemos recibido algunas donaciones muy generosas, estamos planeando tener una casa abierta dos días a la semana (para todos-desde los estudiantes e investigadores hasta el público general).

Nosotros si prestamos nuestros materiales-por ejemplo, prestamos los manuales de la colección extensiva de los recursos impresos y floppies de nuestra colección de software. Sin embargo, aunque no está totalmente fuera de la cuestión, hemos dudado en prestar nuestro hardware debido a su estado frágil y que es extremadamente difícil asegurar de que una computadora de los años 70 o 80 sobrevivirá el envío postal sin sufrir daños considerables. Si existieran mejores prácticas para el transporte de hardware en rutas transnacionales, apoyaría la creación de una red de apoyo o una biblioteca que dejaría instituciones como MAL prestar materiales-quizás una red que incluya instituciones tal como el Living Computer Museum y Digital Den (mencionados anteriormente).

6) ¿Cuál es su opinión o experiencia con respecto a colectar medios multilingües o internacionales? ¿Está MAL colectando activamente medios que no sean en inglés producidos en países fuera de Estados Unidos? ¿Tiene MAL colaboraciones con algún centro internacional o con la comunidad global académica y bibliotecóloga?

Yo estaría encantada de incorporar medios multilingües e internacionales en nuestras colecciones. Tenemos algunas computadoras del Reino Unido, como nuestra Amiga 500 y la Sinclair ZX81 y algunas computadoras raras de Alemania pero lamentablemente esa es la cuantía de nuestras posesiones internacionales. También me gustaría tener la oportunidad de ampliar nuestra red hacia la comunidad global de bibliotecarios y archivistas; ahora mismo, tenemos conexiones con académicos y laboratorios en Canadá, el Reino Unido, y Alemania quien están trabajando en la Arqueología Mediática y estamos en el proceso para aplicar para financiamiento para convertir las conexiones en una red internacional. Nos gustaría muchísimo ampliar esta red hacia los académicos, laboratorios, bibliotecarios, y archivistas del mundo hispanohablante.

7) Siéntase en libertad de incluir cualquier comentario adicional, ideas, noticias, etc. que piense sean de interés para la audiencia de Infotecarios.

Gracias por la invitación para hablar un poco más sobre MAL-solo me gustaría añadir que las oportunidades como esta me han ayudado a articular la misión de MAL y su filosofía subyacente y me han ayudado a ver que, en los últimos meses, el laboratorio ya es un espacio poderoso que, sobre todo, trabaja contra una cultura demasiada presentista y futurista que también es cada vez más controlada, día y noche, por la producción y el consumo constante de los denominados dispositivos informáticos que: 1)insidiosamente trabajan para, como propone Jonathan Crary, desactivar la memoria colectiva a través de la eliminación sistemática del pasado como parte de la construcción fantasmática del presente” y 2)cuya operacionalidad, se dice, no tenemos que entender. Con su colección de cosas raras que todavía funcionan, MAL está lleno de ejemplares de muchos otros mundos posibles y resistencia a nuestro mundo actual.

Para mayor información sobre Lori Emerson y el Media Archaeology Lab:

Media Archaeology Lab

Lori Emerson

Traducción al español del original en íngles por Natalie Baur, 2013.

2 comentarios en “La arqueología mediática: entrevista a Lori Emerson (Media Archaeology Lab)

  1. Gabriel Duran

    Le vengo siguiendo la huella a esto de la arqueología de medios desde hace un tiempo, y me parece interesantísimo para el desarrollo de perspectivas críticas en las ciencias de la información. Por lo menos acá, en Chile, los discursos hegemónicos (digamos, los discursos emanados desde las distintas instituciones del Estado y entidades privadas multinacionales) sobre el desarrollo tecnológico se han elaborado desde una perspectiva muy a la Silicon Valley, dejando poco espacio para una investigacion seria sobre los efectos que las narrativas de progreso en torno a los avances técnicos están produciendo en los territorios. En particular la cuestión de la innovación tecnológica aplicada a los procesos productivos de corte extractivista (podría nombrar acá la automatización en minería y agroindustrias), de las iniciativas de gobierno abierto y acceso a la información pública, o también de las nuevas técnicas relacionales aplicadas en las bases de datos de las policías a partir de la nueva ley de control de identidad preventivo (un tema que toca eminentemente la labor práctica y ética de los/las profesionales de la información que trabajan en esas instituciones, teniendo en cuenta el pasado reciente represivo de este país).
    Recomendaría los textos de Wolfgang Ernst, quien ha desarrollado un interesante trabajo en torno a los archivos, tanto físicos como digitales, así como de Luciana Parissi y Alexander Galloway, quienes han desarrollado su investigación en torno a infraestructuras algorítmicas. Ojalá podamos tener textos traducidos al español de esta linea de autores y autoras pronto, harta falta hacen en un campo disciplinar que se ha caracterizado por tener corta vista frente a su mismo actuar técnico.

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