El huracán María y las Bibliotecas Académicas en Puerto Rico

Saludos a todos. Luego de un tiempo considerable, vuelvo a estos espacios. Sufrir la magnitud de un embate huracanado que nunca habías vivido te cambia la vida. Espero que éste primer escrito, les oriente un poco sobre nuestra situación. Un abrazo a todos.  Myrna Lee. 

Comencemos…

El 20 de septiembre de 2017, los puertorriqueños vivimos la noche más larga de nuestra historia. El Huracán María hizo su entrada furiosa a nuestra isla, aullando como lobo hambriento, rugiendo como león bravío. María fue un huracán categoría 5, entró por el sur-este de nuestra isla a las 5:00 a.m. y salió por el norte a las 5:00 p.m. aproximadamente. Entró y salió, y nos dejó su lluvia y terribles ráfagas por varias horas más.

Trayectoria del Huracán María

Imagen tomada de: National Weather Service

Para que tengan una idea sobre lo qué implica un huracán categoría 5, comparto con ustedes esta infografía de la BBC sobre las escalas de los huracanes:

Imagen tomada de: BBC Mundo

 

Fue una noche larga, en la cual fuimos testigos de cómo María arrasó con todo lo que se había levantado con sacrificio por décadas. Todo desapareció como arena entre los dedos. Cayó el tendido eléctrico, el sistema de acueductos, las telecomunicaciones, los aeropuertos, los edificios, las casas y murió gente. Muchos enfrentamos la desolación y la desesperanza, refugiándonos en donde permanece nuestro corazón. Aunque María nos quitó lo material, nos unió como Familias, y  no todas por línea sanguínea. Cuando se salió de los refugios, se salió machete en mano a limpiar caminos, comunidades, ayudar a los vecinos y a los familiares que fueron menos afortunados. María nos quitó, pero a la vez nos unió. Puerto Rico mostró su casta como pueblo, su corazón y su valor.

Dicen que siempre vuelves a los lugares donde fuiste feliz y donde está tu corazón. Al poder salir, esquivando muchos escollos, fui a mi apartamento y a mi trabajo, a mi amada Biblioteca, en donde por 20 años he servido a mis estudiantes. No me dejaron pasar, pero desde la calle, vi que todas sus ventanas de vidrio estaban intactas.  Debido a muchas situaciones pasaron 16 días, hasta que contra viento y marea pudimos entrar a nuestra Biblioteca con la excusa de vaciar un envase con agua, que sabíamos podía filtrar desde el techo… después de 16 días, ¿Qué encontramos?

Con dolor encontramos una Biblioteca inundada, donde había caído un pedazo del plafón que cubre el techo, donde la alfombra se había dañado y hongos. Hongos de piso a techo, hongos en los muebles, en las mesas, en los libros, hongos por doquier. Vaciamos envases, revisamos colecciones, nos enjugamos las lágrimas y salimos a limpiar lo que nos era permitido limpiar. Recordemos que los hongos, son bien dañinos a la salud de los recursos bibliotecarios y a la salud de los seres humanos.

Comparto con ustedes una nota del colega Sergio Rodríguez, sobre los Daños millonarios que ocasiono el Huracán María a la Biblioteca de la Universidad de Puerto Rico en Humacao.” y así como se ve en esa nota,  se repite la historia en mayor o menor grado en las distintas bibliotecas académicas de la Universidad de Puerto Rico. De igual forma comparto algunas fotos de mi biblioteca publicadas el 6 d octubre de 2017 en mi página personal de Facebook:

Luego de esta prueba es que estamos obteniendo el aprendizaje. La colega Hilda Teresa Ayala González elaboró una excelente guía titulada Colecciones en tiempos de emergencia: ¿Cómo actuar?  Esta guía era esencial antes del huracán. En Puerto Rico nadie estaba preparado para un huracán de esa categoría. La guía nos servirá a futuro y contiene elementos de:

  • Planificación
  • Recomendaciones iniciales
  • Que hacer en caso de inundaciones
  • Que hacer en caso de recursos mojados
  • Manejo de hongos
  • Fondos
  • Contactos importantes
  • Federal Emergency Management Agency.

¿Qué nos queda después de María?

A más de dos meses luego del Huracán, algunas Bibliotecas continúan cerradas. El personal bibliotecario se ha crecido, en primer lugar haciendo los intentos para salvar las colecciones, amén de algunos que sí lograron a tiempo (recuerden que los empleados siempre dependemos del permiso de los jefes). Los bibliotecarios continuamos ofreciendo, como se pueda, los servicios a los usuarios. Se debe mencionar que los servicios son limitadísimos. Hay casos donde los colegas están bajo carpas a merced de las variaciones del clima tropical, otros hacinados en salones, otros entran a buscar los recursos que necesitan los usuarios exponiendo así su salud debido a la contaminación de hongos y otros. Y el asunto más importante, los Estudiantes usuarios de las Bibliotecas no tienen sus espacios para el estudio, ni las herramientas que las Bibliotecas les proveen. Recordemos que sí en las Bibliotecas estamos ofreciendo servicios limitados, muchos estudiantes NO cuentan con servicio de electricidad en sus hogares y carecen de otros servicios básicos.  Como nota al calce, las autoridades aún no ofrecen los porcentajes de clientes con energía eléctrica en la isla, sin embargo sabemos que es poquísimo… aquí estamos a oscuras y el pronóstico no es prometedor.  Nos queda mucho trabajo por hacer.

Nos queda la certeza que podemos volver a sufrir el embate de la  naturaleza de manera despiadada. Que aún preparándonos podemos quedar indefensos ante la furia de un evento de esta índole. Que en la medida que sea posible hay que preparar nuestras bibliotecas de manera tal que podamos recuperarnos de forma rápida tanto para los empleados, como para los recursos en riesgo. Algo esencial, hay que estar listos para trabajar con la perdida, el  vacío, el dolor y las circunstancias de cada persona que es parte esencial del equipo de trabajo de la biblioteca donde estas. 

María nos enseñó que nos queda tanto por aprender y mucho camino por recorrer. Qué hubo Misericordia aén dentro del embate y que como en las películas en la hora más oscura, se escuchó el canto de un ave y se hizo la luz.

 

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Un comentario en “El huracán María y las Bibliotecas Académicas en Puerto Rico

  1. Alejandra Calderon Swain

    Myrna Lee, no había tenido oportunidad de leer tu post.De alguna manera me enteré por el chat que tenemos en común de lo que estabas viviendo, pero la manera en la que detallas en esta publicación me hace entender de mejor manera la magnitud.
    Gracias a Dios estás bien y otra vez por este excelente espacio digital.
    Te mando un abrazo desde México.

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