Bibliotecas y espacios de innovación (II): LABN

Continuando con la serie de post sobre espacios híbridos e innovadores en las bibliotecas impulsados por las comunidades y el uso social de las tecnologías, estuvimos visitando el Laboratorio Digital de la Biblioteca Nacional de Colombia (@BNColombia) y conversamos con los encargados del espacio, Andrés Bermúdez y Sebastián Rojas, quienes nos contaron un poco qué es y cómo nació el #LABN.

Para iniciar, queremos generar reflexión frente al tema y por ello los invitamos a responder las siguientes preguntas, ¿cómo se piensan “el modelo” de biblioteca en unos años?, ¿Qué propuestas o experiencias interesantes conocen en las bibliotecas que puedan llevar a la innovación?, ¿cuál es el uso que se la ha dado a las TIC en las bibliotecas, qué tanto se ha trascendido en su uso? Esperamos se animen a responder.

Los laboratorios ¿horizonte de las bibliotecas? 

Desde hace ya un tiempo en diferentes países, se viene hablando de labs, hacklabs, mackerspaces, medialabs y N términos relacionados; múltiples profesionales de diferentes áreas han venido discutiendo y construyendo sobre el tema, pero ¿conocen los bibliotecarios sobre esto?, ¿saben que las bibliotecas son espacios potenciales para los labs?

Para contextualizar un poco y conocer qué es un lab, compartimos un par de párrafos del texto de Andrés Fonseca «Laboratorios sociales y ciudadanos. A propósito de la experiencia de laboratorio», en el libro de Co•Operaciones sobre la experiencia del LabSurLab realizado en Medellín en 2011.

 

Laboratorio, en el contexto de la cultura contemporánea, es una noción y una experiencia que remite a la generación de ideas susceptibles de convertirse en proyectos sociales y colaborativos, mediados o no tecnológicamente.

En momentos actuales, donde los contenidos son abiertos y distribuidos y donde la cultura se abre a procesos intensos de remezcla, el problema no está en la información que tengas, sino en qué haces con ella; no está tanto en tu almacenamiento de información en la memoria ROM, como en el procesamiento que realiza la RAM. Las tecnologías, como se ha venido pensando en los últimos tiempos, no valen por sí mismas, sino en cuanto al rediseño y agenciamiento que provocamos con otros en contextos reales.

Un laboratorio, en clave ciudadana, es, en efecto, un espacio común, abierto y expandido; donde a partir de problemáticas situadas se crea una comunidad de practicantes y de  colaboradores, de personas que quieren arriesgar, en el pensamiento y en la imaginación, la creación de prototipos para pensar e intervenir sobre la realidad histórica y social. El laboratorio ha de estar conectado a nodos en una red. El laboratorio crea dispositivos para intervenir y hackear lo real.

Teniendo en cuenta este acercamiento ¿será posible hablar de la biblioteca como espacio para un lab?, como ese lugar donde se aproveche la información y la tecnología como «herramienta para la construcción, para la transformación» de comunidades. Creemos, y hay bibliotecarios que también han creído, que las bibliotecas pueden potenciarse a partir de los labs, #bibliolabs, y por tanto les presentamos un poco de la experiencia que les comentamos de la biblioteca Nacional de Colombia.

Laboratorio Digital de Biblioteca Nacional de Colombia 

LABN

 

Fuente: Perfil de Facebook de la Biblioteca Nacional de Colombia

¿Qué es y cómo nace el laboratorio?

El proyecto surge a raíz del premio otorgado por la Fundacion Bill & Mellinda Gates, con el cuál se dotó a 26 bibliotecas de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas (La cual se coordina desde la Biblioteca Nacional), con diferentes herramientas tecnológicas como tabletas, ultrabooks, videobeam, equipo de sonido, router, DVD y televisor. Uno de los espacios dotados tuvo lugar en la Biblioteca Nacional, el cual se complementó la dotación con Ipads y más computadores; y se constituyo como fuente para la investigación, formación y desarrollo de contenidos y servicios digitales para bibliotecas.

¿Cuáles son los servicios que se prestan en este espacio?

El laboratorio cuenta con diferentes equipos (mencionados anteriormente) para la utilización por parte de los usuarios que ingresan a la biblioteca. También se ofrecen talleres presenciales que buscan profundizar conocimientos prácticos y teóricos sobre la aplicación de tecnologías en la organización y búsqueda de información, publicación de libros, lectura, edición de textos, creación artística, preservación de la memoria, entre otros.

Por otro lado, el acceso y consulta a bases de datos especializadas donadas por la Embajada de Estados Unidos; acceso al portal de video-tutoriales y cursos Lynda.com y Profexor.com, con más de 1.700 cursos para diseño, programación, edición digital, negocios y producción audiovisual, y acceso a portales educativos www.es.khanacademy.org  y www.coursera.org.

 

Uno de los elementos diferenciadores del LABN ha sido las charlas que ofrecen (una de ellas fue la que compartió @maolibrarian en la primera parte de esta serie de post), pues estas han tenido un buen impacto y se ocupan de diferentes temas, por ejemplo, Alfin, derecho de autor, web semántica, lectura digital, software, entre otras que no solo son de interés para bibliotecarios, sino para cualquier persona que quiera aprovechar las TIC. Todo esto gracias a la gestión y el trabajo conjunto que han hecho junto a Bogohack y algunos bibliotecarios que ven en este tipo de ideas una oportunidad para que las bibliotecas puedan marcar diferencia; lo mejor es que en el canal de Youtube pueden ver las grabaciones. Incluso, hace poco realizaron la semana del libro digital, donde ofrecieron talleres, herramientas y conferencias de gran utilidad sobre este tema.

Para terminar, Andrés nos comentaba que el LABN es un espacio más que una sala llena de computadores, es un espacio para aprender y transformar realidades; también agregaba que las bibliotecas de por sí son laboratorios para el aprendizaje, así que estamos ante el compromiso como bibliotecarios de generar nuevas y mejores formas para transformar realidades y comunidades.

Escrito por: Jaider Ochoa @jaiderog y Mauricio Fino @maolibrarian

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