Lectura crítica como la competencia de competencias.

La lectura es la llave que abre puertas a un mundo entero de información

 

Mucho ya se ha hablado de la desinformación que causa el Internet hoy en día en que estamos inmersos en un mundo de información y nuevas tecnologías, que si bien han llegado para facilitarnos las cosas, también es cierto que requieren de comprensión de las mismas para aprender a hacer un uso correcto y sacarle el mejor provecho para manejarnos con éxito en cualquier ámbito de nuestra vida.

Hoy más que nunca, hacemos uso de contenidos por todos los medios posibles en los que tenemos contacto día a día para comunicarnos con los demás, participamos de redes sociales en todo momento, revisamos noticias en nuestros dispositivos móviles acompañadas con vídeos,  y hasta leemos libros electrónicos por la practicidad que nos presenta al almacenarlos en nuestra propia tablet.

Lectura

El proceso de aprehensión de información que está almacenada en un soporte y que es transmitida a través de ciertos códigos recibe el nombre de lectura. Dicho código puede ser visual, auditivo o táctil. Lo que habitualmente entendemos por leer es un proceso que implica varios pasos, como la visualización (la mirada sobre las palabras), la fonación (la articulación oral, ya sea conciente o inconsciente), la audición (la información que pasa al oído) y la cerebración (se concreta la comprensión).

Para hacer buen uso de las nuevas tecnologías existe la Alfabetización Tecnológica, para el buen uso de las bibliotecas –tanto físicas como digitales- y bases de datos existe la Alfabetización Informacional, para saber discernir la información que se presenta en los medios es necesario contar con una Alfabetización Mediática, etc. Así pues, nos damos cuenta que en la sociedad de la información en la que estamos inmersos, no solo basta ya con saber leer y escribir, sino con la adquisición de habilidades y competencias que nos ayuden a ser personas digitalmente alfabetizadas.

La comprensión del mundo actual, en el que la Alfabetización Informacional ha venido a tomar gran preponderancia, solo se puede comprender si desarrollamos la competencia de la lectura, la cual es la competencia de la comunicación lingüística, al ser ésta quien abarca a todas las demás competencias, puesto que si no somos capaces de hablar, de escribir y de comunicarnos (utilizando todos los nuevos soportes) realmente es muy difícil que logremos desarrollar las competencias que se nos presentan en todo programa ALFIN.

La lectura pues, juega un papel muy importante en la Alfabetización de los medios pues nos permite descubrir las relaciones co-textuales y contextuales, a reconocer las estructuras y hacer una interpretación global de dicho espacio en el que se nos esté presentando información alguna. Por ejemplo, una buena lectura (en cualquier medio) es aquella en la que identificamos al creador del mensaje, el formato en el que se nos presenta la información, la audiencia hacia quien va dirigida, el contenido y el propósito del mismo.

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Bawden , (2002) menciona que “Alfabetización digital e informacional son nociones muy relacionadas y complementarias. La primera comprende el manejo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, el acceso a Internet; el conocimiento del lenguaje que conforman los documentos multimedia; el e-learning y la gestión interactiva del conocimiento. La segunda es un proceso para el desarrollo de competencias relacionadas con el acceso, comprensión y evaluación de la información, en cualquier formato, así como su utilización eficaz, creativa y crítica. Implica un aprendizaje de estrategias para la gestión de la información, que permita a un usuario resolver una necesidad de información. Las estrategias de aprendizaje se definen como un sistema personal de planificar y supervisar lo que se hace para aprender. Para buscar información en un documento, biblioteca o Internet se requiere planificar, supervisar y evaluar el proceso; y son necesarias competencias de comprensión lectora, pensamiento crítico, resolución de problemas, así como de comunicación».

Partiendo de éstos conceptos, vemos cómo es importantes  desarrollar la competencia de lectura, pero sobre todo de una lectura crítica, esa capaz de analizar, evaluar y relacionar a la luz de los contextos sociales, tecnológicos y mediáticos las imágenes, palabras, sonidos y argumentaciones a las que nos enfrentamos diariamente a través de los medios de comunicación.

La lectura crítica, nos dice Serrano de Moreno (2008), es una disposición, una inclinación de la persona a tratar de llegar al sentido profundo del texto, a las ideas subyacentes, a los razonamientos y a la ideología implícita. Por lo tanto leer críticamente no es Pasar una página si no he conseguido alcanzar su significado con relativa claridad. La lectura crítica implica, además, como lo afirma Ferreiro (2003), “alguien que reconozca distintos tipos de textos, que puede tomar decisiones sobre la base de lo que lee, que puede optar sobre la confiabilidad del sitio web que descubrió”. Es decir, que sepa interpretar de forma plausible el texto con el que está interactuando, dejando de lado interpretaciones subjetivas o emocionales. Esto requiere de una lectura analítica, reflexiva y activa.

Lectura crítica

Lectura crítica, pues, está asociada a una comprensión cabal de la información. Cuando se logra dicho grado de comprensión, el lector puede aceptar o rechazar la idea del autor con responsabilidad sobre su decisión. Para fomentar el pensamiento crítico, primero deben brindarse las competencias necesarias en lectura crítica. El Dr. José López Yepez en su libro «La lectura crítica como recursos didáctico: modelos y métodos» nos dice que a lectura es un instrumento para el desarrollo de las tres culturas: información, conocimiento y comunicación. Agrega además que, la formación lectora va más allá de la escuela pues se trata de una formación continua, encaminada a facilitar la práctica de la reflexión y la selección y aprovechamiento de la información susceptible de transformase en conocimiento. Por lo tanto, la formación lectora es responsabilidad de los medios académicos y de disciplinas como la bibliotecología, esto en el entendido de que la lectura no es un aprendizaje que se adquiere de una vez y para siempre.

Tal es, pues, el valor que posee la citada lectura crítica que, en muchos rincones del mundo, se desarrollan cursos sobre ella, con el claro propósito de que los alumnos aprendan a analizar en profundidad cualquier texto, no importando el soporte o forma en el que se presente, a valorarlo en base a los recursos verbales existentes y a establecer relaciones de aquel con otros recursos.

 

Referencias :

Bawden, D. (2002). Revisión de los conceptos de alfabetización informacional y alfabetización digital [versión electrónica]. Anales de documentación, (5), pp. 361-408. Disponible en: http://revistas.um.es/analesdoc/article/view/2261   [Consultado 15 de julio 2015]

Ferreiro, E. (2003). La escuela no forma buenos lectores. Diario La Nación. Disponible en http://www.lanacion.com.ar/488662-la-escuela-noforma-buenos-lectores

Serrano de Moreno, S. (2008a). El desarrollo de la comprensión crítica en los estudiantes universitarios: Hacia una propuesta didáctica. Educere vol.12, Nº 42 pp. 505-514. Disponible en: http://www.saber.ula.ve/handle/123456789/26307 [Consultado 15 de julio 2015]

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