Demasiada Información

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Había pensado continuar el tema que comencé en BiblogTecarios sobre el “assessment” en las bibliotecas. Pero sucede que esta semana pasada ha sido una de esas sobrecargadas de información, de eventos y descubrimientos, por lo tanto se intentará atar esa sobrecarga a nuestro ambiente bibliotecario.

“DISCLAIMER”: notaran que estoy haciendo uno de mi spanglish. Creo en la corrección del lenguaje y en el Poder de las Palabras, pero el término avalúo o “assessment” en el post de BiblogTecarios, me hizo caer en cuenta de que vivo en una isla donde dos son los idiomas oficiales, y verdaderamente sentía ansiedad y hastío,  puesto que estaba perdiendo o deformando mi libre forma de ser al tratar de ser tan correcta para otros,  pero no para mí. Prometo que trataré el asunto del lenguaje de la mejor manera posible, siempre haciendo uso de español, pero no me mortificaré si solo tengo el término en mi spanglish.

Ahora sí, luego de esto… comenzamos.

Sobrecarga de información, Information overload.

El grito  “The average person receives 63,000 words of new information every day”. Sheridan, B. 2012.

Comienzo haciendo mención de este dato estadístico que nos muestra el bombardeo continuo de información del cual somos blancos a diario.  Soy fiel usuaria de las redes sociales, por lo tanto doy fe del dato.  Según Wikipedia, la sobrecarga de información como termino (information overload) es uno popularizado desde la década de los 70, cuando Alvin Toffler lo utilizo en su libro Future Shock. El término se refiere a la dificultad que se crea en las personas para tomar decisiones debido a la existencia de mucha información.

De acuerdo al WorlddatWork (2010) la sobrecarga de información es un problema que afecta la productividad y el aspecto moral de los empleados. ¿Por que esto es así? Un empleado tarda tiempo en recuperar la información entre la marejada datos, antes papeles en el cual se trabaja a diario. Segundo, muchos tenemos dificultad para precisar fechas, eventos, y/o tenemos que recurrir a chuchos tecnológicos que nos recuerden x o y cosa, debido a que hay tanta información de por medio, que es humanamente imposible recordar. Y tercero, cuantas veces usted ha hecho una investigación sobre determinado tema, y aparece mucha información, nosotros como bibliotecarios tenemos las herramientas, pero, y ¿aquel que no las tiene?

Ahí, en este preciso momento es que necesitamos al Super Bibliotecario, como maestro, como guía, como el mas que sabe, como el que manda y va… en resumidas cuentas, el BiblioEducador (algo que podemos debatir pero este no es el foro, por el momento).

El BiblioEducador se esmera por ofrecerle a sus usuarios, las destrezas necesarias para que el mismo pueda hacer buen uso de los recursos de información, los busque, discrimine, evalúe, analice, sintetice, cree conocimiento y tome decisiones informadas… hasta ahí vamos bien. Pero ¿qué sucede cuando ese BiblioEducador, sufre de sobrecarga de información?  Se aplican las estrategias ya conocidas, pero que ocurre cuando se cae en information anxiety…

«The enormous multiplication of books in every branch of knowledge is one of the greatest evils of this age; since it presents one of the most serious obstacles to the acquisition of correct information, by throwing in the reader’s way piles of lumber in which he must painfully grope for the scraps of useful lumber, peradventure interspersed.»  Edgar Allan Poe

info_overload

Claro en esa época, don Edgar no sabía que se iban a inventar las computadoras, sino las hubiese quemado en la hoguera, como Bruja de Salem. Noto, que cuando caemos en esa ansiedad de información  en las redes sociales, tanto bibliotecarios, como amigos que comparten, nos exacerbamos, seguimos el buen ánimo del “share” y hacemos un novelón de información. En esencia es divertido, pero cuando caemos en un tema repetitivo, somos “inmamables”. Ejemplos de temporadas odiosas, elecciones, certámenes de belleza y en temporadas hasta las Olimpiadas.

¿Qué estrategias podemos utilizar para evitar la ansiedad por la sobrecarga de información? ¿Cómo podemos evitar ese “information overload” que tanto nos fustiga a diario? ¿Qué hacemos para llegar al balance?

Meditemos profundamente en las virtudes de nuestro campo, en la búsqueda del balance, de nuestra paz. Entendamos que el desbalance trae enfermedad, y que enfermos no llegamos a ninguna parte. Sin más que decir hoy, Paz…

Bibliografía

 

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