Ecuador 16/4: Cuando un gremio se une por la misma causa.

Abriré este post de la siguiente manera…

“Seguramente, la noche del 16 de abril del 2016, específicamente en la zona costera del Ecuador, hubo un silencio ensordecedor debido a lo que sus residentes habían presenciado en ese momento. Un terremoto de 7.8° en la extinta (1) escala de Richter hizo que la tierra llamara la atención”.

Pues sí, aquella noche el país meridional sufrió una de las peores tragedias a lo largo de su historia y con mucha sinceridad no quiero entrar en muchos detalles hablando sobre los datos o cifras oficiales, simplemente porque la tristeza aún permanece en el ambiente.

Como todo desastre natural, la solidaridad se hace costumbre. Bomberos, médicos, rescatistas y voluntarios se convierten automáticamente en protagonistas de tal lamentable acontecimiento y rescatar a alguien con vida es el “final feliz” de esta novela.

Ahora bien, usted se preguntará ¿Qué relación tiene este artículo con la bibliotecología, con los archivos o con los museos? Pues permítame responderle de manera muy sincera… BASTANTE. Ya le cuento los motivos.

 

 

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“7.8° es un número que no se olvidará”.

Tanto la provincia de Manabí como la provincia de Esmeraldas, sin dejar de lado la provincia de Guayas, fueron las localidades más afectadas por el terremoto. En estas provincias se estima que viven la mayoría de los profesionales de la información ecuatorianos, debido a que la Universidad Técnica de Manabí como la Universidad de Guayaquil dictan la carrera de bibliotecología y archivología.

Después del terremoto, y corriendo con suerte de que las líneas telefónicas no estaban afectadas en ese momento, colegas o personal ligado a las diversas áreas de la ciencia y preocupados ante tal escenario, trataron de comunicarse con los demás profesionales del gremio. La noticia que circulaba en los medios tradicionales o alternativos era muy diversa, pero  la única conclusión a la que llegaban es sobre la devastación que dejó el movimiento telúrico.

Al saber lo ocurrido, la Asociación Nacional de Bibliotecarios Eugenio Espejo del Ecuador (ANABE), se convirtió automáticamente en un medio de apoyo a las personas afectadas. Abrió sus redes de comunicación para ayudar tanto a los de su gremio como a profesionales de otras áreas, en  señal de solidaridad y colaboración para los más necesitados en ese momento.

Otros colegas, por su cuenta y pasando el susto por lo ocurrido, prestaron sus diversas redes para mantener informados al resto de la comunidad de lo que estaba pasando, informando sobre el paradero de otras personas o haciendo el papel de servicio público para encontrar a otros, llegando a ser otros medios de comunicación y mantener el resto al tanto de la situación. Ante la impotencia de no poder ayudar en el lugar, cada uno del gremio aportaba de cualquier manera.

 

“Respondiendo al llamado”.

Pasado ya el fin de semana traumático, varios colegas se comunicaron para saber en cómo podían ayudar conjuntamente con la asociación de bibliotecarios. Al ver tal demanda y respondiendo el llamado de la que era entonces Ministra de Cultura y Patrimonio Ana Rodríguez, la ANABE expuso varias propuestas ante el ministerio (2). Entre las propuestas más importantes, se pueden mencionar las siguientes:

  • Difundir la información de que las diversas unidades de información (bibliotecas, archivos, museos, etc.) de las zonas no afectadas, brindan toda la ayuda posible como centro de acopio o receptoras de insumos.
  • A sabiendas que la prioridad es la donación de alimentos no perecibles y que la intención del Ministerio de Cultura es ayudar en la emotividad de las personas afectadas por el terremoto, proponemos que también debería realizarse una campaña donde la ciudadanía no afectada done libros. La ANABE se comprometería en hacer una clasificación de estos libros para no comprometer la emoción del afectado. Esta campaña de donación tendrá como valor agregado que el donante, además de regalar el libro, deje un mensaje de apoyo y de esperanza al más necesitado.
  • Creación de bibliotecas ambulantes en los diferentes albergues o campamentos que contribuyan al entretenimiento, superación y formación de las personas afectadas que radican allí temporalmente.
  • En cuanto al tema patrimonial, hacer un levantamiento de información a través de  trabajos fotográficos documentales acerca de las unidades de información afectadas.
  • Inspeccionar los espacios y determinar que estas infraestructuras estén o no apta. Además el material presto a recuperación (libros, documentos, pinturas, etc.) se trasladen a sitio seguro y se resguarden por un período, hasta que puedan ser re-ubicados, entre otras.
  • Capacitar al personal que laboraba en las diversas unidades en relación a la evaluación de daños bajo los parámetros de la IFLA.

Casi de manera inmediata, muchas de las unidades de información a nivel nacional, se sumaron a las dos primeras propuestas como gesto de solidaridad con las personas afectadas usando sus bibliotecas, archivos o museos como centro de acopio. Ropa, botellones de agua, medicamentos, colchonetas eran (y hasta la fecha sigue siendo)  parte de esos donativos que se llegaron a recoger en las diferentes unidades.

 

“La personas y el material patrimonial primero”

En un artículo publicado por el diario El Comercio el 19 de abril indican que tanto el Ministerio de Cultura y Patrimonio y el Instituto Nacional de Patrimonio (INPC), han creado una mesa de emergencias patrimoniales para manejar el cuidado y la preservación de los bienes patrimoniales en las provincias afectadas. El artículo también reza que en esta mesa también se ha confirmado que hay daños físicos en los museos, archivos históricos y bibliotecas de Bahía de Caráquez, Manta y Portoviejo, así como la pérdida de piezas arqueológicas que estaban en exhibición. (3)

Joaquín Moscoso, quien es el subsecretario de Memoria Social del Ministerio de Cultura, en la misma entrevista, alegó que estos lugares patrimoniales afectados por el terremoto, están siendo protegidos por la policía patrimonial y por la seguridad privada.

Hasta el cierre de este post, el Ministerio de Cultura y Patrimonio a través de la subsecretaría de Memoria Social han comunicado que los repositorios y centros culturales de la Costa aún permanecerán cerrados al público y la acción estará vigente hasta que funcionarios del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (MIDUVI) realicen revisiones técnicas y evalúen la infraestructura para efectuar su reapertura. (4)

En resumidas cuentas, y como una opinión personal, pienso que el bibliotecario meridional tiene una gran responsabilidad en la misión de reestructurar estas provincias desde el punto de vista profesional como del punto de vista social, en pro para el desarrollo de las mismas.

Antes de cerrar, les envío un agradecimiento a todos los que ayudaron a realizar estas propuestas, un espaldarazo a cada uno de los afectados y unas palabras de aliento a los familiares y amigos de Gardenia Castro, quien fuera estudiante del 8vo nivel de la carrera de Bibliotecología y Ciencias de la Información de la Universidad Técnica de Manabí y fue víctima de tal lamentable tragedia.

FUERZA Y MUCHO ÁNIMO.
Notas.

(1) La escala sismológica de magnitud de momento (MW) es una escala logarítmica usada para medir y comparar terremotos. Está basada en la medición de la energía total que se libera en un sismo. Fue introducida en 1979 por Thomas C. Hanks y Hiroo Kanamori como la sucesora de la escala sismológica de Richter.

(2) La Asociación Nacional de Bibliotecarios Eugenio Espejo del Ecuador y en constate comunicación con el Ministerio de Cultura y Patrimonio, están realizando diversas gestiones para ayudar a todas las personas afectadas por el terremoto ocurrido el pasado 16 de abril del año en curso. Las propuestas, que aún están en discusión, cumplen con las exigencias en torno a la discusión o debate de posibles actividades culturales a realizar en las zonas afectadas. Para ver el listado completo de las propuestas puede consultar el siguiente enlace http://asoecubiblio.wix.com/anabe#!Comunicado-N°3-20042016/jz7tk/571831660cf2dd6f7fc77b27

(3) Flores, Gabriel (19 de abril del 2016) “El patrimonio de Manabí es el más afectado”. El Comercio. Disponible en línea: http://www.elcomercio.com/tendencias/patrimonio-manabi-sismo-museos-edificaciones.html

(4) S.A (26 de abril del 2016) “Museos de la Costa seguirán cerrados”. El Universo. Disponible en línea: http://www.eluniverso.com/vida-estilo/2016/04/26/nota/5545500/museos-costa-seguiran-cerrados

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