Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana dijo “Quién olvida su historia está condenado a repetirla” y precisamente hoy 10 de mayo recordaremos una triste historia, que nunca deberíamos olvidar para que no se vuelva a repetir.
Exactamente el 10 de mayo de 1933 hace 88 años se ejecutó una quema masiva y pública de libros, bajo el amparo de una organización juvenil Nazi y en varias universidades . El argumento que legitimó ese proceso en la Alemania Nazi respondió a la celebración de un conjunto de acciones encaminadas a luchar contra el espíritu antialemán.
«El 10 de mayo de 1933, en todas las universidades se entregarán los escritos degenerados a las llamas». « la nación se ha purificado por dentro y por fuera» (Joseph Goebbels en su discurso en la plaza de la Ópera el 10 de marzo de 1933). (Tomado de Wikipedia)
La historia registra que este nefasto acto tuvo una gran cobertura por los medio alemanes sobre todo por la radio, mientras que despertó el estupor y la indignación en los medios internacionales. De aquella quema no se salvaron ni los libros de la literatura infantil. Se calcula que fueron quemados más de 25 mil volúmenes de libros en el ceno de 34 ciudades universitarias.
Algunos años antes el destacado poeta y ensayista alemán Heinrich Heine había escrito «donde se queman libros, al final también se acaba quemando gente» la historia tristemente, terminó dándole la razón.