El bibliotecario: ¿docente en la universidad?

 

Imagen:  https://www.hendrix.edu/

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   El papel que juega la biblioteca en la formación profesional dentro de las universidades es de suma importancia, especialmente al hablar de la formación de los miembros de la comunidad universitaria en el campo de la investigación académica.  Es esencial que alumnos y profesores sean autosuficientes para satisfacer sus necesidades de información para realizar investigaciones académicas fundamentadas que aporten contenidos al cúmulo de conocimientos ya existentes.

Afirma  Estela Morales (2001) que universidad y su biblioteca no pueden existir y tener calidad, si no se ven y operan juntas. Es decir, que el papel de la biblioteca no se limita solamente a proveer de recursos informativos de calidad, sino que su labor alcanza también el campo formativo de los usuarios que utilizan sus servicios.

Es importante mantener esa labor educativa como parte fundamental de las responsabilidades de los bibliotecarios dentro de una institución educativa, al lado y en colaboración con los propios docentes. Berta Enciso (1997) menciona que para lograr los objetivos que se le asignan, la educación requiere de una estructura informativa de apoyo en forma de bibliotecas bien organizadas y actualizadas, considerando cada uno de los niveles de la educación y de la investigación, y cuyos servicios se orienten según el grupo de usuarios o lectores de que se trate.

Jesús Lau (2001) destaca la función primordialmente formadora de la biblioteca universitaria en el desarrollo de habilidades informativas en los alumnos universitarios. En concreto menciona que la biblioteca “debe ser el principal apoyo académico en el suministro de información y conocimiento, insumos básicos  para el proceso de aprendizaje, que realizan el académico o facilitador y el estudiante en su papel de aprendedor”.

Como se desprende de las ideas anteriores, la importancia de la biblioteca en la formación académica de los estudiantes es primordial, no solamente en la parte técnica y específica de cada área del conocimiento, sino también en el área del uso ético de la información consultada.

Imagen: http://money.aol.co.uk/

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La biblioteca universitaria ha evolucionado y se ha adaptado a las propias necesidades de la comunidad, principalmente en lo que se refiere a las nuevas tecnologías de información y comunicación, mejor conocidas como TIC`s.

Es innegable que las tecnologías de la información y comunicación (TIC’s) tienen un fuerte impacto sobre la vida cotidiana de la población contemporánea, y más específicamente en los grupos académicos de nuestro país.  El hecho de que las nuevas generaciones que actualmente se encuentran en su preparación universitaria hayan tenido una relación de convivencia cotidiana con las nuevas tecnologías, hace patente la necesidad de que los mismos formadores universitarios se encuentren en sintonía con esta realidad. 

Los usuarios de la biblioteca, permanentemente tienen contacto con los servicios académicos en línea ofrecidos por la biblioteca universitaria, específicamente los accesos a las bases de datos especializadas tienen un fuerte impacto al momento de seleccionar las fuentes para allegarse de recursos académicos vigentes y serios.  .

sitios visitados

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  Conforme a estas ideas se desprende la urgente necesidad de que el personal que atienden a estos usuarios específicos, se encuentre capacitado en la utilización de estos sistemas informativos académicos disponibles en la biblioteca universitaria.  En este sentido, menciona Aguilar Fernández en su artículo titulado: “el bibliotecario, protagonista olvidado y extinto en la automatización bibliotecaria” (1994) que “la educación de los usuarios para el buen uso y manejo de medios de acceso a la información científica será un objetivo relevante en el papel del bibliotecario”.  Y continúa diciendo que “se esperaría que los bibliotecarios profundizaran  en los conocimientos no sólo de su acervo sino de sistemas de información electrónicos y en su efectiva explotación”.

 En este mismo tenor, Julio Alonso (2000) asevera que “los profesionales de la información han ido incorporando nuevos roles profesionales en un proceso continuo y progresivo, adaptando e incorporando sus tareas al uso de la tecnología de la información”. También menciona este autor que “el trabajo en redes de información en la bibliotecas responde a dos orientaciones: la biblioteca como usuaria de los recursos y servicios de información en internet, y la biblioteca como proveedora de servicios de información en Internet”.

 Parte fundamental de la instrucción de los miembros de una comunidad universitaria está centrada en la formación y el desarrollo de las habilidades informativas suficientes para detectar sus necesidades informacionales, los alcances y la manera de resolver un requerimiento existente en un momento dado.

 El rol formador inherente a la figura del bibliotecario profesional, se evidencia en los requerimientos que actualmente presentan los  universitarios actuales, sean estos estudiantes, profesores o investigadores, con respecto a la necesidad de desarrollar las habilidades informativas necesarias en materia académica.   La actividad docente, especialmente en el contexto de la actual “sociedad del conocimiento”, no se puede limitar de manera exclusiva a los profesores, ya que estos son profesionales doctos en la materia a la que han dedicado su tiempo y esfuerzos, y que es la que imparten en el centro universitario; por su parte el bibliotecario es quién, por la propia naturaleza de su rol, debe ser el experto en la estructura, manejo y existencia de la información académica disponible para esa materia del plan de estudios. 

 La situación ideal, y que afortunadamente ya es una realidad en algunas de las universidades, consiste en implementar un esquema de trabajo conjunto entre profesores y bibliotecarios para impartir los cursos necesarios para alcanzar el objetivo de la autosuficiencia en materia informativa por medio del desarrollo de habilidades informativas en los alumnos y profesores  universitarios.

 

Fuentes Consultadas:

 Aguilar, V. (1994).  El bibliotecario ¿Protagonista olvidado y extinto en la automatización bibliotecaria? Educación y Ciencia. UAY. (México), vol: 3, no: 9, mes: ene-jun.

Alonso, J. (2000). Teoría, Concepto y función de la Biblioteca. Universidad de Salamanca., http://web.usal.es/~alar/Bibweb/Temario/Concepto.PDF

Enciso, B. (1997). La Biblioteca: bibliosistemática e Información.   México, Colegio de México.

 Lau, J. (2001). Aprendizaje y calidad educativa: papel de la biblioteca. Seminario «Bibliotecas y calidad de la educación», Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia http://bivir.uacj.mx/dhi/PublicacionesUACJ/Docs/Ponencias/PDF/ponmedellin01.pdf

Morales, E. (2001). La Sociedad de la Información en el Siglo XXI y La Biblioteca Universitaria. RDU: Revista Digital Universitaria. (México), Vol: 2, No: 2, Mes Junio.

 

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