Al Hablar de comunidades rurales del Perú estamos refiriéndonos a sus comunidades campesinas, más de 50 pueblos que son parte de nuestra diversidad cultural y que contribuyen a nuestro bienestar a través de la excelencia de sus productos.
La Constitución de 1979 les reconoció la existencia legal y personería jurídica, estableciendo que son autónomas en su organización, trabajo comunal y uso de la tierra. La Constitución de 1993 le quitó el carácter proteccionista a las tierras comunales e introdujo dos conceptos: el reconocimiento de la identidad étnica como derecho fundamental de toda persona y el de la jurisdicción indígena y el derecho consuetudinario dentro del territorio comunal. No obstante, las declaraciones que recibe en la Constitución no se sabe con exactitud quiénes las integran y cuántas son. En el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) no existe información actualizada. Los datos más recientes sostienen que 4 millones 45 mil 713 habitantes de los cerca de 28 millones de peruanos reconocieron como su primer idioma al quechua, aymara, asháninka u otra lengua nativa. Son comunidades que se encuentran aisladas sin agua potable, sin servicios educativos, sin servicios de salud, en fin sin servicios básicos.
Son numerosas las necesidades que estas comunidades tienen pero se puede hablar de desarrollo sin acceso a la información. El derecho al de acceso a la información y libertad de expresión están claramente establecidos en el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y desde una perspectiva de equidad, el Octavo Objetivo del Milenio se hace un llamado para que las TIC lleguen a todos. Esto se manifestó en la Declaración de la Cumbre Mundial para la Sociedad de la Información y su Plan de Acción en Ginebra.
Las necesidades de información de las comunidades indígenas.
“Un sistema de información rural debe comprender desde el aprovisionamiento de información para pequeños productores y autoridades locales y nacionales, servicios de información no convencionales, servicios bibliotecarios tradicionales, rescate del conocimiento campesino y nuevas tecnologías de la información, con el fin de tener un acceso rápido a la información que les permita elevar su capacidad productiva y el nivel de gestión” (Bossio, J. 2005)
Según Bossio (2005), las comunidades rurales requieren información actualizada y comprensible en temas sobre:
- Organizaciones e instituciones que trabajan en la región y la labor que desarrollan.
- Formas de comercialización de los productos: precios, mercado, gestión empresarial.
- Promoción de cultivos alternativos.
- Aprendizaje para la promoción del turismo.
- Capacitación a mujeres para formar microempresas.
- Fuentes de información apropiadas sobre la titulación de
- tierras.
- Consecuencias del Cambio Climático y fenómenos naturales
Cabe destacar que las necesidades de información de una comunidad a otra tienen sus propias particularidades. Sin embargo, un sistema de información para el desarrollo rural debe ofrecer la información necesaria para la elaboración de planes de explotación de los recursos; instrumentalizar a la población en el manejo de metodologías de diagnóstico y planificación participativa; retomar la valoración por la población del espacio comunal; contribuir a la formación de nuevos liderazgos comunales; mejorar la articulación entre la comunidad y las organizaciones gubernamentales que la conforman; incidir en los gobiernos local es y las instituciones distritales para generar una nueva actitud frente a la población campesino comunera.
Referencias Bibliográficas
- Asociación Arariwa. Comunidada Campesina.
- Perú. Ministerio de Transporte y Comunicación. Sistema de Información para el desarrollo rural.
- Bossio, Juan F. Desarrollo rural y tecnologías de la información y la comunicación.
- Instituto del Bien Común. Las comunidades que mueven al país.