Enfoque.

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Imagén: David Carillet

Johan Wolfgang Von Goethe, asevera: “No basta saber, se debe también aplicar. No es suficiente querer, se debe también hacer.”

Superlativamente, las actividades que enfrentamos a diario, tienen un común denominador: lo azaroso y lo incierto; tal vez Goethe anticipo, que la vorágine velocidad actual de los datos, información o desinformación, conllevan a una formación continua orientada a saber y dominar las áreas pertinentes, para nuestro desempeño cotidiano, que hacer y cómo usar el conocimiento que adquirimos constantemente.

Los hechos no son previsibles, hacen que las estructuras clásicas del pensamiento a la que estamos acostumbrados y condicionados, cuando nos enfrentamos a la complejidad de la realidad, requerimos de diferentes “estilos de pensamientos, actitudes y acciones, sobre todo para el fortalecimiento, desarrollo y promoción del talento humano” (Chiavenato, 2008).

Es muy fácil que haya diferencias en el modo de entender las cosas, en nuestro entorno diario debemos comprender que podemos hacer en nuestro hogar, relación de pareja, laboral, estudio, deportes, religión, redes sociales, etc. Lo primordial es tener cualidades de sabiduría, erudición, experiencia, sentido común, intuición, visión, anticipar, aceptar riesgos, tomar decisiones para manejar, controlar y actuar sobre situaciones de incertidumbre.

Actualmente esta pandemia ha modificado la conducta organizacional de todos los sectores, donde el personal debe asumir la responsabilidad de asegurarse de que el trabajo que están realizando sea pertinente, oportuno y tenga efectividad, con lo cual, se estará evidenciando la viabilidad de la interacción estratégica que se requiere.

“La asignación de los gerentes es dirigir y asegurarse de que se logren los objetivos” (O’Brien y Marakas, 2004), en su mayoría deberían ser expertos en la ejecución del trabajo, muchos de ellos no palpan las dificultades de una labor, desde luego, es probable que el efecto de las medidas que ellos proponen puedan surgir problemas, por lo tanto, todo proceso tiene sus percances, altas y bajas, donde la participación del personal que analiza que un proyecto no es viable, en su totalidad o en parte, debe tener las pruebas para sustentar su punto de vista, tener el derecho o tener el ímpetu de comunicárselo a los superiores; no en forma de queja cuando se cruce con ellos en el pasillo o en el cafetín, debe presentarlo oficialmente con datos, cifras, análisis, propuestas, soluciones, para respaldar y sustentar sus ideas.

Claro, es oportuno puntualizar que la libertad de poder hacer sugerencias a las personas de mayor rango, debemos mantener satisfactoriamente una comunicación verbal clara y transparente como el agua, concisa y cortés, tal vez, para ellos, puede sonar como críticas en su afán de ser Napoleónicos, delegando trabajos a los subordinados, sin conocer, ni comprender todas las consecuencias del trabajo requerido, total, lo que les interesa es lograr resultados.

“El cometido de toda interacción, es negociar, reflexionar, cuestionar, sugerir” (Robbins y Judge, 2013) – jamás imponer -, se debe comprender todas las consecuencias del trabajo requerido, las implicaciones en algún tipo de cambio, sobre todo; el personal necesita saber y comprender que está aconteciendo.

Las bibliotecas han tenido que evolucionar, para integrar sistemas manuales a ordenadores, en cada sector público o privado, tienen su propia jerga administrativa y, cada uno cree que su sistema es el mejor; para algunos un sistema bibliotecario, además de parecer que se está malgastando el tiempo y el dinero de la empresa o universidad, donde las autoridades alegan que no quieren atender razones; donde tal vez, será una utopía pensar que las bibliotecas cuentan con el aval y el presupuesto de lo que se requiere, tanto para las colecciones, como para fomentar los cursos de actualización del personal; tan sólo es la teoría y el papel lo aguanta todo, en nuestra realidad práctica, no es así.

La autoridades, no quieren enterarse, no les interesa lo que está pasando, seguramente dirán que hay que detenerlo todo, reconsiderar y volver a empezar; aunado a todo esto quedamos atrapados en una trampa de actividades que sólo producen enfados, resentimientos y úlceras.

Automáticamente, el personal se siente desmoralizado, ha perdido el empuje, se enfrentan entre ellos, porque ya no sienten que tengan un objetivo en común, utilizan los permisos por enfermedad como un medio para escapar de sus actividades y otros consideran que deben ser hospitalizados por el estrés laboral, político y económico.

Es propicio preguntar: ¿Cómo logramos que los bibliotecólogos y archivólogos evolucionen?, ¿En qué medida están claras la descripción de cargos? ¿Cuál es el resultado de lo que sé requiere? ¿Por qué requerimos ser asertivos con nuestros pares? ¿Es viable? ¿Qué efectos obtendremos? ¿Cuál es tu rol? ¿Debemos evaluar las alternativas?. Debemos asumir y aceptar que hay que quitarse el ego de encima, entender que uno no lo sabe todo. Que deseamos aprender más con respecto a esta vida, este negocio y este mundo que nos rodea. “Hay que separar las necesidades de los deseos” (Buza, 1974), formular opciones, acordar o reestructurar las normas de procedimientos ya existentes, valorar los criterios de beneficios y costos; cabe destacar que todo en esta vida, es una comprobación continua de avanzar con o sin tropiezos, donde todos los que participan deben generar cambios y valor agregado.

Pareto, un economista italiano, desglosó la importante relación entre la causa y el efecto, donde: “la mayor parte del costo de un proyecto está compuesta por una minoría de los componentes de un axioma” (Francis, 1989). En colación a la propuesta de Pareto y Francis, se debe identificar el problema, su causa y su efecto; plantear las alternativas claras y que sean descritas con precisión.

Por lo tanto, debemos hacer preguntas y tener una mente abierta a toda información que debe ser procesada. Así, tu cerebro funcionará de una manera distinta, al hacerse mayor la experiencia que vas obteniendo. Lo paradójico, es que cuando asumes que eres un potencial emprendedor, dejas de ser un subordinado, independientemente de la distancia y el medio que utilices para comunicarte, puedes manejar lo teórico y lo práctico, ya que posees amplios conocimientos que nos ha otorgado la universidad, aunado a la experiencia, la capacidad de arriesgarnos, decidir y actuar en situaciones inéditas e inciertas.

El talento, se hace aplicando los conocimientos adquiridos, manteniéndonos enfocados y practicando constantemente; así que nuestra creatividad que es un don natural, un legado genético, lo vamos cimentando en base a las aspiraciones, esfuerzos colectivos, disciplina, humildad, tolerancia, perseverancia, paciencia, respeto, además de desplegar un caudal de energía colaborativa, en buscar, armonizar, avanzar y concretar las oportunidades para estimular y promover el talento colectivo.

“El alcance de las asignaciones, y las responsabilidades correspondientes a las metas establecidas, no es igual en todas las organizaciones” (Garret, 1987). Al salir de nuestra zona de confort, a veces pensamos que hemos perdido el interés o diversión por nuestra profesión, es cuando debemos motivarnos mentalmente, ante las adversidades y construir, no solo el lado físico, sino también elevar el lado mental del enfoque de cada uno de nosotros.

En nuestra sociedad, no podemos limitarnos con solo saber, también hay que hacer y, del dicho al hecho hay mucho trecho; resulta que el grado de conocimientos varía según el interés de cada persona, lo ideal es que se establezca un flujo comunicacional entre el personal avocado en mejorar los sistemas de información y los afectados por los cambios que se van suscitando.

La intolerancia, discriminación, soberbia, consumismo, competitividad, egocentrismo, parece ser algunos de los parámetros morales, los estereotipos de nuestra sociedad actual. Sin embargo, muchos dedican un esfuerzo empático para intentar cambiar esto, es pertinente establecer las prioridades, brindar pautas, actuar como mentores para aquellos que se sientan coaccionados o relegados.

No debemos aceptar conductas ignominiosas, hay que mantener una mente disciplinada, enfocar y calibrar todo lo que sucede dentro de tu entorno personal, es una habilidad que se puede fortalecer con práctica y tiempo, sin importar las circunstancias, el escrutinio, las adversidades, para estar siempre equilibrados; para poder organizar, coordinar, dirigir, seleccionar un grupo de trabajo y consolidarlo como un equipo, donde sean capaces de abordar las tareas, a veces muy arduas.

Estaremos abarrotados de trabajo, responsabilidades dentro y fuera del hogar, desvalorización monetaria, éxodos migratorios y cualquier otra vicisitud, casi que nos volveríamos locos y para poder encontrar un minuto, dos minutos, 30 segundos, lo que sea necesario para poder relajarnos, cerrar los ojos, respirar profundamente y darnos la oportunidad de tener un momento personal interno. Así que, en ese corto trance de meditación, tendremos un estado mental de tranquilidad, para retomar nuestras jornadas.

Se requiere de un personal competente, progresista, que anticipen los problemas y sepan preparar las estrategias para resolverlas, ser negociadores, servir de enlace en todos los niveles; una vez que usted ha decidido dejar de ser individualista y estás dispuesto a trabajar en equipo, entonces, tu especialidad humana, es saber ¿qué preguntas debes formular?, ¿cómo hacerlas?, ser capaz de identificar y emplear una amplia gama de recursos y habilidades, para entender las complejidades de una labor, obtener soluciones, promover la continuidad y evolución de nuestro entorno.

Esto es un largo viaje, debemos aceptar e internalizar que nuestras profesiones, tienen cabida en todas partes, tan solo debemos estar enfocados y evitar colocar barreras egocentristas. Considero que cada uno de ustedes, a su manera o estilo de vida, han transcendido en arduas batallas, que forman parte de la gestión laboral o de su vida cotidiana; donde cada uno de nosotros interactuamos, existen pequeños imperios, algunas veces presenciamos la imposición de una autoridad a dedo, igualmente debemos seguir con Dios por delante, hay mucho camino por andar y compartir.

Fernando Antonio Salas Granado

Bibliografía.

Buza, T. (1974). Use your head.- Londres: BBC Publications.

Chiavenato, I. (2008). Gestión del talento humano.- México: Mc GrawHill

Francis, D. (1989). Organizational communication.- New York: Gower Business Skills.

Garrett, B. (1987). The learning organization.- New York: Fontana.

O’Brien, J. A., Marakas, G. M. (2004). Sistemas de información gerencial.- México: Mc Graw Hill.

Robbins, S., Judge, T. (2013). Comportamiento organizacional.- México: Pearson.

Wolfgang von Goethe, Johann (2007). Teoría de la naturaleza.- España: Tecnos.

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