¿Cómo se establecen los servicios en una biblioteca digital?

Para el desarrollo y la integración de una biblioteca digital será necesario contemplar varios aspectos, como son: colecciones, tecnologías, derechos de autor, servicios, usuarios, bibliotecarios, así como la organización.

Ahora, bajo el concepto digital y con las nuevas tecnologías,  tres tareas permanecen vigentes pero sus alcances se expanden y los métodos para satisfacerlas se multiplican debido a la amplia gama de tecnologías de información y comunicación que permiten hacer accesible la información a los usuarios, en muchos casos sin salir de casa.

 

El objetivo principal del concepto de una biblioteca digital es el acceso universal a la información, sin limitantes de tiempo ni espacio.




Altamente ligado a este objetivo están:

  • Preservación a largo plazo. Las bibliotecas digitales deben estar comprometidas a preservar los materiales digitales a largo plazo.
  • Acceso a largo plazo. El acceso al material debe respetarse al paso del tiempo. Tanto un documento actual como uno histórico o antiguo deberán tener las facilidades para ser consultados.

Las bibliotecas digitales proporcionan sus servicios a través de alguna red de cómputo, ya sea una red de uso local o tan abierta como Internet, esto dependerá de los servicios y las restricciones que deban hacerse para el acceso a la información.

El servicio por excelencia dentro de una biblioteca es la búsqueda y recuperación de información en texto completo de forma organizada y con documentos estructurados. Si este servicio no está presente no podemos hablar de una biblioteca digital. A partir de éste y del universo de usuarios que se desee atender se pueden desarrollar servicios adicionales, como consulta de catálogos, ligas a sitios relacionados con el tema de especialización o hacia otras bibliotecas. Puede también incluirse un pizarrón de noticias o eventos que referentes al tema.

Funcionalmente, una biblioteca digital es una colección organizada de documentos almacenados en formato digital que a su vez ofrece los servicios de búsqueda y recuperación de información. Los documentos que se encuentran en una biblioteca digital pueden ser texto, imágenes, sonido, video o combinaciones de cualquiera de estas. Idealmente se debe de almacenar y recuperar documentos completos, y las búsquedas se realizan sobre el contenido completo de los documentos. Es decir, si el documento es texto, es posible realizar la búsqueda sobre cada palabra incluida en el documento completo y una vez localizado es posible obtenerlo de manera inmediata. En el caso de otros formatos como audio y video, la búsqueda se realiza sobre las fichas que definen las características de cada material.

Las bases de datos y la información pueden ser almacenadas de manera centralizada en caso de colecciones pequeñas. Aunque lo más común es contar con información distribuida, en este caso, las búsquedas y las consultas de un sistema a otro deberán ser transparentes para el usuario.

La interfaz por excelencia es el Web, ya que ofrece una plataforma abierta, principalmente para proporcionar el acceso a los usuarios, aunque también es utilizada por los administradores de la biblioteca y por los grupos o proveedores encargados de generar o proveer los contenidos. Incluso, puede agregarse una sección de comercio electrónico, en la que, a través de la página de la biblioteca se puedan adquirir libros, manuales, revistas o servicios especializados referentes a información.

Las listas de discusión son un buen foro para formar un grupo de usuarios activos con intereses comunes. También se puede proporcionar la tradicional diseminación selectiva de información, por suscripción, en la que los usuarios pueden recibir, mediante correo electrónico o RSS, la información de su interés o las ligas a páginas que los lleven a ella.

La gama de servicios puede ser tan amplia como sea la imaginación del bibliotecario estos aspectos se incrementan hoy en día con la integración de tecnologías asociadas a la Web 2.0 o coordinador del proyecto, pero no hay que olvidar el objetivo principal de ofrecer información estructurada y organizada.




Y bajo esta idea de ofrecer información estructurada y organizada debemos cuestionar si realmente la biblioteca digital ofrece datos, información o conocimiento.

En una conversación informal, los tres términos suelen utilizarse indistintamente y esto puede llevar a una interpretación libre del concepto de conocimiento. Quizás la forma más sencilla de diferenciar los términos sea pensar que los datos están localizados en el mundo y el conocimiento está localizado en agentes de cualquier tipo, mientras que la información adopta un papel mediador entre ambos.

De tal modo podemos decir que un dato es un conjunto discreto, de factores objetivos sobre un hecho real. Dentro de un contexto empresarial, el concepto de dato es definido como un registro de transacciones.

Los datos describen únicamente una parte de lo que pasa en la realidad y no proporcionan juicios de valor o interpretaciones, y por lo tanto no son orientativos para la acción. La toma de decisiones se basará en datos, pero estos nunca dirán lo que hacer. Los datos no dicen nada acerca de lo que es importante o no.  A pesar de todo, los datos son importantes para las organizaciones, ya que son la base para la creación de información (1).

En relación a información mencionemos que a diferencia de los datos, la información tiene significado (relevancia y propósito). No sólo puede formar potencialmente al que la recibe, sino que esta organizada para algún propósito. Los datos se convierten en información cuando su creador les añade significado. Transformamos datos en información añadiéndoles valor en varios sentidos. Hay varios métodos:

Contextualizando: sabemos para qué propósito se generaron los datos.

Categorizando: conocemos las unidades de análisis de los componentes principales de los datos.

Calculando: los datos pueden haber sido analizados matemática o estadísticamente.

Corrigiendo: los errores se han eliminado de los datos.

Condensando: los datos se han podido resumir de forma más concisa.

Las computadoras nos pueden ayudar a añadir valor y transformar datos en información, pero es muy difícil que nos puedan ayudar a analizar el contexto de dicha información. Un problema muy común es confundir la información (o el conocimiento) con la tecnología que la soporta. Así pues una porción importante, del conocimiento se estructura en documentos. Cuando ello ocurre procede una especie de reconversión del conocimiento en información y de esta en datos entendamos que existe una secuencia lógica de la relación para la generación del conocimiento como punto final generándose en el siguiente orden: dato-información-conocimiento (2).

Para compartir esta información con quien lo requiera ya sean organizaciones, instituciones o particulares se necesita un control óptimo de todos sus contenidos a través de una serie de sistemas para la gestión de contenidos los cuales deberán ser estandarizados. El acceso fácil al correcto contenido, en el propio idioma y a tiempo, todo esto como parte integral de una gestión de contenidos para las instituciones lo cual les permitirá comunicar y servir mejor a la sociedad.

Referencias:

1. Carrión Juan. 2009 Diferencia entre dato, información y conocimiento.

2. Gutiérrez Cuevas Carlos. 2001 Diferencia entre gestión documental y gestión de contenidos. Foro de debate. Fundación Iberoamericana de conocimiento. Archivo de los mensajes publicados desde septiembre de 2001 




Sobre Saul Equihua

Lic. En Bibliotecología por la U.N.A.M., programador analista con experiencia en la relación tecnológico - documental. He participado como ponente en esta temática en varios congresos. Escritor del libro: Biblioteca Digital: Conceptos, recursos y estándares. Master en Bibliotecología y estudios de la información en la U.N.A.M. (Tesis en curso). Actualmente colaborando en: @Infotecarios @Biblogtecarios y los reconocimientos @Infoawards Saul Mtz Equihua on ResearchGate

     

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