Museo de las emociones

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Todos quiénes hemos vivido la experiencia de visitar una buena exposición, somos capaces -aún como simples visitantes- de distinguir entre estas y las que no lo son tanto, las que ya no nos dejan siendo los mismos cuando terminamos de vivirlas y las que lo mismo es si las hubiésemos visitado o no.

La exposición es para el museo su carta de presentación, su discurso y diálogo con el visitante, tan importante es que puede llegar a ser el puente, la razón determinante para que los individuos vuelvan a vivir la experiencia expositiva museal o que no sea lo suficientemente atractiva, interesante y conmovedora y decidan ante la amplia oferta cultural y de entretenimiento, elegir simplemente otras.

‘La exposición revitaliza los sentidos, un regalo para vivir con intensidad otras vidas, lo que no puede quedar relegado a un mero trasvase de información.’ Pérez Valencia

En palabras del artista y museógrafo los museos son ‘contadores de historias’, nos permiten conocer el mundo y el entorno en que vivimos, y la exposición -como la vida- debe ser construida desde los sentidos.

Desde niños en la escuela nos han enseñado a ver, vivir, descubrir y conocer el mundo desde lo racional, dejando de lado los sentidos y las emociones que ellos nos producen. Quién recorre, vive la exposición es el verdadero protagonista, por lo que de nada sirve la multiplicidad de contenidos y recursos museográficos empleados en la muestra, si no se da lugar a la experimentación de una vivencia personal. Pérez Valencia alude a que esta experiencia debe ser única e individual, tanto que no deja de serlo aunque se la viva acompañado de otras personas.

La idea de museos de las emociones o emocionales se encuentra muy vinculada a la capacidad de un individuo de sensibilizarse, entender y percibir ciertas sensaciones frente a determinados estímulos, hechos, causas o excitaciones.

Eve Museografía plantea en su blog «…que es fundamental, básico, importantísimo, que los seres humanos seamos capaces de entender que la sensibilidad es una capacidad que mejora nuestra vida y nuestra percepción positiva de todo lo que nos rodea, (…) puede mejorar la influencia que podemos desarrollar para mejorar nuestro entorno y el de los demás.» Como seres humanos todos podemos ser seres sensibles, pero esta es una capacidad que debe desarrollarse, educarse.

La exposición debe:

  • revivir momentos
  • inquietar
  • cuestionar
  • enseñar
  • movilizar
  • sorprender
  • causar empatía
  • alegrar

en definitiva…causar emociones de diversa índole en las personas.

Existen múltiples modos de entender la realidad, así como diversos niveles de entendimiento y procesos de desarrollo emocional bien distintos unos de otros. Quiénes se enfrenten a un proyecto expositivo deberán desarrollar su máximo potencial, creatividad, instinto, imaginación, a la vez que ser lo suficientemente estratégicos para poder conocer y comprender a su público tan diverso, crear contenidos atractivos e interesantes, posicionándose en el «lugar del otro», así como no olvidando aquellas experiencias individuales que permanecen intactas e imborrables en su memoria y en su corazón, que puedan constituirse en leit motivs y disparadores en la construcción de diversas experiencas colectivas.

La experiencia estética artística suele ser de las que mejor logra vivenciar emocionalmente lo que el artista ha querido transmitir con su obra, sea que al público no le haya gustado, no lo comprenda o por el contrario sea una persona entendida en arte , conocedora de su obra o sencillamente que se haya visto conmovido o identificado con la misma.

Han de existir tantos ‘museos emocionales’ como experiencias individuales existan; en esta instancia me referiré a algunas de carácter personal que he vivido como verdaderas experiencias emocionales y sensitivas.

‘Mamá’ de Louise Bourgeois impacta tanto por sus dimensiones como por encontrarse formando parte de la exposición del Museo Guggenheim de Bilbao; dialogando con su impresionante arquitectura y espacio exterior, a la vez que impactando emocional y sensitivamente. A quiénes les interese pueden a través del siguiente link obtener información de la artista, de la obra, así como a un audio que relata el proceso creativo de la escultura.

http://bit.ly/1xOUbXn

araña

Imagen de autoría propia

‘The Visitors’ se trata de una videoinstalación también en el Museo Guggenheim de Bilbao, como propuesta de exposición temporaria, que para quiénes somos amantes de la música resulta impactante estética y emocionalmente. Varios artistas cantan al unísomo en ambientes distintos de una casa bastante abandonada de los ’80, siendo esto representadoen nueve pantallas gigantes que se encuentran en una misma sala. Por momentos la sensación fue de estar en la propia casa, y de ser parte de la experiencia de los propios artistas y junto al público presente.

Para terminar el Museo San Telmo de San Sebastián, España, que fuera en el siglo XVI  un convento domínico rehabilitado en el 2011 y ampliado con una arquitectura contemporánea, desafiante. «La visita al Museo se inicia en la Iglesia, un espacio monumental en el que un espectáculoaudiovisual muestra la evolución histórica del edificio en relación con la propia ciudad, así como los elementos singulares que se encuentran en ella: las pinturas murales del siglo XVI, la cripta de los fundadores, los confesionarios, los lienzos de Josep M. Sert…» San Telmo Museoa. La proyección de este audiovisual titulado ‘De convento a museo’ ilustra breve y excelentementela sociedad vasca, generando al interior de la iglesia un entorno de sonidos, luces, imágenes que nos trasladan en tiempo y espacio. Comparto aquí un video producido por el propio museo, que permite conocerlo y dar una idea de estos espacios intervenidos que pueden asimilarsea la sensación de estar formando parte de esa película.

‘Es muy probable que las mejores decisiones no sean fruto de una reflexión del cerebro sino del resultado de una emoción.’ Eduard Punset

Fuentes consultadas:

Eve Museografía. (2014). La Exposición Emocional

Marquina, J. (2014). Seduciendo al usuario de la biblioteca a través de las emociones

Pérez Valencia, P. (2012).  Manual de la exposición sensitiva y emocional. Gijón: Trea.

San Telmo Museoa

 

 

 

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