Marketing para Biblioteca: 3 formas de comenzar ya

Marketing para Bibliotecas ¿Cómo empezar?

Marketing para Bibliotecas ¿Cómo empezar?

<< Por siglos, las bibliotecas han sido principalmente lugares para almacenar libros. Una asociación directa con el significado original de la palabra ‘librairie‘, usado en la Francia clásica del siglo XIV, que denota «colección de libros». Una imagen de estanterías polvorientas viene a la mente, a pesar de que, por supuesto, el formato de libro se ha transformado y con él las formas en las que aprendemos. >>

Con estas palabras  comienza el artículo «Library Attendance Is Declining. Here’s Why«, recientemente publicado en el Huffington Post, que describe los resultados del último estudio de Pew Research sobre el uso de bibliotecas estadounidenses. No me detendré a analizar en profundidad dicho estudio, que pueden ver ampliamente explicado en «Fewer Americans Are Visiting Local Libraries—and Technology Isn’t to Blame – The Atlantic«, pero si quiero dar una conclusión práctica que es extensible a muchas de las realidades latinoamericanas (incluyendo Colombia):

Cada vez la ciudadanía usa menos la biblioteca, no porque se haga menos uso de los servicios que prestan las bibliotecas de hoy sino porque los bibliotecarios y los gobiernos no estamos dispuestos a asumir que la biblioteca ya no es un edificio. Transitar a la visión de la biblioteca como el resultado de lo que hacemos día a día los que trabajamos en ella, de los servicios que ofrecemos, de las personas que conectamos (más allá de los muros del edificio) es el primer paso para asumir los retos que implica el marketing para biblioteca.

Americans, Libraries and Learning | Pew Research Center http://j.mp/1rnMf0w

Americans, Libraries and Learning | Pew Research Center http://j.mp/1rnMf0w

Así pues, hablemos de mercadeo para bibliotecas, empezando por 3 tareas fáciles y de bajos recursos para dar el salto y promover nuestros servicios:

1. Conocer e integrar a nuestro usuario

Una de las cosas que mejor hacemos los bibliotecarios es reconocer los hábitos y gustos de los mejores visitantes de nuestras bibliotecas (estoy seguro que mientras leían ya pensaron en alguno y recordaron su sonrisa cuando le recomiendan alguna novedad que le resulta realmente interesante). Sin embargo pocos sistematizan ese conocimiento en la forma de un método que me permita detectar segmentos, personalidades y necesidades no solo de quiénes ya nos visitan sino de quiénes no lo hacen aún.

Para comenzar esa reconocimiento del usuario real y potencial de nuestra biblioteca sugiero una ruta simple y efectiva:

  1. Anotar características demográficas y sociográficas de los usuarios que participan de los servicios actuales en la biblioteca: género, edad, lugar de residencia, nivel de estudios, institución a la que pertenece (académica o laboral). Esto, en una simple hoja de cálculo, debería permitirnos ver las semejanzas y diferencias entre los que hacen uso de los distintos servicios que ofrecemos.
  2. Preguntar por los intereses, a través de encuestas o entrevistas cortas, de los distintos segmentos que detectamos en nuestro primer paso.
  3. ¡Salir de la Biblioteca! Dar unos cuantos pasos fuera del edificio para descubrir quiénes son esos usuarios que pasa por allí o viven cerca pero no hacen uso de mis servicios. Pueden usarse también entrevistas directas o eventos especiales a los que se inviten intencionalmente grupos de la comunidad que sepamos que difícilmente nos visitan.
  4. Desarrollar arquetipos o personas. Valerse de guías como la disponible en «Tips para la creación de arquetipos (personas) – Kambrica»  para diseñar herramientas de Marketing que permitan crear y promover servicios para mi público objetivo.
  5. Integrar al usuario en mesas de trabajo o consejos comunitarios. Crear dinámicas que permitan que los usuarios se integren con la administración de la biblioteca, dándoles voz y voto en el diseño y seguimiento de nuestros servicios.

2. Llevar la biblioteca donde está mi usuario

Descubrir los espacios que naturalmente habita nuestro público es clave para comenzar con el marketing para biblioteca. Esto implica liberarnos de las barreras físicas pues la concepción actual de espacio trasciende los lugares geográficos y pasa por lo virtual.

¿Ya tiene mi biblioteca redes sociales? ¿Está en aquellas en las que están mis usuarios? ¿Interactúa con ellos? ¿Los escucha? Hay que volver al punto anterior, en el que descubrimos nuestros segmentos de usuario, y generar una dinámica de escucha activa para integrar a la biblioteca en la conversación.

Aquí mismo, en Infotecarios, hay bastantes recursos para dar el salto al Social Media y garantizar una buena presencia de nuestra biblioteca en redes sociales.

3. Reconocer en el enemigo a un aliado

No podría decir a cuántos bibliotecarios he oído quejarse porque Google va a acabar con las biblioteca, o porque visitar Facebook, YouTube o páginas de videojuegos son las actividades preferidas por los usuarios que usan los servicios informáticos de la biblioteca. Para mi, en cambio, estas empresas y actividades o empresas constituyen aliados fundamentales para nuestra actividad… si no puedes con el enemigo, dirían las abuelas.

Hace ya años que Google permite integrar catálogos de biblioteca a sus diversos motores de búsqueda (ver Proyecto para bibliotecas de la Búsqueda de libros de Google y Google Scholar Support for Libraries) y la mayor parte de las plataformas de búsqueda en línea de hoy -OPAC- tienen la posibilidad técnica de hacerlo. En este punto hay que investigar, sentarse y conversar con el personal de apoyo técnico y contactar otras bibliotecas que ya lo hayan hecho. Los invito a dejar en los comentarios sus experiencias en este tema particular con el propósito ayudar a otros colegas.

También hemos visto recientemente un repunte en la aparición de catálogos de la biblioteca en Facebook (Ver Cómo implementar la búsqueda del catálogo de tu biblioteca en Facebook) pero nuestra presencia allí no debería limitarse a este punto. Hay que usar las redes sociales para ofrecer servicios de interacción que permitan acceso a recursos en tiempo real que puedan resolver las necesidades de nuestros usuarios, incluyendo bibliotecarios de referencia. Algunos ejemplos de lo que las bibliotecas estamos haciendo DENTRO de redes sociales son:

  • Apoyo en la búsqueda de material.
  • Agendamiento de recursos (separar salas, computadoras u otros recursos de la biblioteca).
  • Cursos en línea.
  • Gestión de grupos de usuarios con intereses en común con la biblioteca (comunidades de práctica o aprendizaje).
  • Co-creación de archivos fotográficos históricos.

De videojuegos podríamos hablar muchísimo, lo fundamental es comprender que hoy constituyen material digno de estar en muchas de nuestras bibliotecas y que acompañar siempre es mejor que prohibir. Recomiendo ver «Los tiempos cambian, nosotros también: Videojuegos en bibliotecas – BiblogTecarios»

Finalmente, para el caso de YouTube quiero dejarlos con un reciente descubrimiento que da cuenta de cómo hacer Marketing para Biblioteca y convertirse en un éxito viral:

[youtube https://www.youtube.com/watch?v=YLaWsjv92E0]

Espero en una ocasión podamos hablar de cómo dar el paso del Marketing para Biblioteca al de contenidos (o Content Marketing) y definir metas a largo plazo para medir el retorno de la inversión en nuestras bibliotecas.

¡Hasta pronto!

@MedeJean

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