Las casitas que fomentan la lectura

Comienzo este post imaginándome a las personas que viven en lugares como montañas, valles, cordilleras, desiertos , etc , donde las personas no tienen acceso a las bibliotecas, ¿Cómo harán para leer libros en las comunidades rurales lejos de los centros urbanos? ¿Cuál alternativa poseen para desarrollar ese amor a la lectura? Una de las respuesta a esta interrogante la encontramos en un proyecto de una organización sin fines de lucro, llamado Little free library que es en esencia «toma un libro, devolver un libro», un lugar geográfico donde comparten en comunidad, comparten amor a literatura y las historias favoritas de un personaje en particular y a ayudar en la alfabetización.

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En su forma más básica, una pequeña biblioteca libre es una caja llena de libros donde cualquier persona puede dejar y recoger un libro (o dos) y traer de vuelta a otro libro para compartir., esa casita de madera, casita de pajaritos como algunos la conocen con una decoración original , ayuda a compartir y comunicarse entre los participes de este lindo proyecto. Se inició alrededor de 2009 construido por Todd en honor a su madre , una ex-maestra que le gustaba leer y colocó los libros en la parte delantera de su casa y a los vecinos les encantó.

En el menú principal de su web está un mapa mundial para localizar los lugares donde hay Little free library en la actualidad.


View Little Free Library Index in a larger map

Las normas establecidas para construir una son:

  • La mejor estrategia es evitar la necesidad de pedir permiso. A menos que usted sea «el hombre» (el gobierno de la ciudad, por ejemplo) que patrocina oficialmente la biblioteca, elija un lugar en la propiedad privada.
  • Cuanto mayor sea el municipio, la aprobación puede ser más difícil.
  • Sea considerado con los derechos de otras personas. No ponga la biblioteca donde podría obstaculizar las actividades diarias tales como caminar, andar en bicicleta, palear nieve, etc.
  • Asegurar a quien corresponda  que usted será un buen administrador y con grupo de gente que se va a encargar en el largo plazo. Las autoridades no quieren que se añadan responsabilidades.

Otra manera  es educando a las personas en adquirir responsabilidades cuando obtengan un libro devolverlo y no vandalizando las casitas, el espíritu del proyecto es: «Un libro libre en realidad no puede ser robado»

La casita está elaborada con materiales durables resistencia a cambios climáticos constantes , son hechos a manos por artesanos , en ellas pueden caber aproximadamente de 20 a 100 libros aproximadamente , ubicándose en lugares como escuelas, cafeterías, iglesias o frente a las casa principalmente.

La próxima vez que esté en un lugar distante pregúntese como harán los lectores para mantener ese amor a la lectura, ¿Cómo puedo como bibliotecario apoyar a la comunidad en el trabajo de cultura?

“Lo que mata el amor, mata organizaciones”. Brene Brown

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