¡Hola Mundo Podcast ya está al aire! Un espacio de tecnología creado por accidente mientras conversaba con un bibliotecólogo.
Si eres un lector frecuente de InfoTecarios te habrás percatado de mi recurrencia en los últimos posts a hablar sobre coding, bibliotecas, competencias digitales y el mundo del desarrollo de software. Y esto en parte se debe a mi decisión personal de pivotear mi carrera de bibliotecaria a programadora en 20 semanas. Pero no solo por eso. Me he dado cuenta de cómo hoy todas las compañías u organizaciones son, básicamente, una empresa de tecnología.
Todo implica desarrollo de software.
Te levantas y enciendes la luz del baño; haces el desayuno y colocas los trastos en el lavavajillas; suena tu celular, observas el identificador de llamadas y pones la llamada en espera; te subes al auto, está lloviznando y prendes el limpiaparabrisas. Todas estas acciones cotidianas implican un pedazo de código.
Las marcas serán o no exitosas dependiendo de las funcionalidades que logren desarrollar para resolver problemas cotidianos — cada vez de una manera más rápida, más económica y más efectiva.
A las pruebas me remito: Pixar, la mejor compañía de producción de películas en muchas décadas —una compañía de software— fue comprada por Disney, para que la segunda continuara con su imperio en películas de animación.
El servicio de video más grande es una compañía de software: Netflix. Las compañías dominantes de la industria de la música también son empresas de software: iTunes de Apple y Spotify. Lo mismo sucede en el área de telecomunicaciones con Skype, una empresa de software comprada por Microsoft.
La fotografía, por supuesto, no escapa al emporio del software. Es muy común comprar un teléfono móvil con una cámara incorporada y un software capaz de archivar fotografías y compartirlas con el mundo a través de Internet. Así mismo, la plataforma de marketing directo más grande es una compañía de software , Google. Y pare usted de contar…
Bibliotecas, libros y desarrollo de software.
Y tú te preguntarás ¿Qué tiene que ver todo esto con los libros? No es casualidad que hoy, la librería más grande del mundo es una compañía de software. Amazon brilla por su capacidad principal, desarrollada por un software, capaz de vender virtualmente todo en línea, sin tiendas minoristas.
Mientras Borders estaba en la agonía de su inminente bancarrota, Amazon promovía sus libros digitales Kindle —ahora los libros son software.
Lo mismo sucede con las bibliotecas. Son espacios que inevitablemente se ven influenciados por la tecnología y se ven obligados a evolucionar para seguir atendiendo las nuevas demandas de los usuarios.
Algunas bibliotecas ya lo han entendido y han implementado servicios innovadores de la mano de la tecnología: El MakerSpace en la Biblioteca de Westport en Connecticut, los espacios de economía compartida en Library of Things de Londres, el espacio coworking de la Biblioteca Viva en Chile, las Urban Offices de la Biblioteca Central de Helsinki o las Fab Lab en la Biblioteca Pública de Fayetteville en New York.
También destacan las iniciativas guiadas a impulsar el desarrollo de competencias digitales en la comunidad, como la iniciativa Generation Code: Born at the Library impulsada por el Parlamento Europeo en las bibliotecas públicas europeas, The Digital Garage en las bibliotecas del Reino Unido, o CoderDojo que ofrece clubes de programación gratuitos para jóvenes en las bibliotecas públicas de Edimburgo y Glasgow, entre otras.
Hola Mundo Podcast: primera temporada.
En función a lo anteriormente planteado, se ha creado un espacio para conversar sobre diferentes aspectos de la ubicuidad de la industria tecnológica en nuestros días.
En la primera temporada, se hablará de cambios de carreras. El foco estará en contar historias de cómo profesionales, de distintas trayectorias, van desarrollando habilidades técnicas para ir encajando en los diferentes roles generados en esta realidad.
Para citar un ejemplo, yo estoy convencida de que, como bibliotecólogos del siglo XXI, podemos entender el lenguaje de los antiguos manuscritos y al mismo tiempo manejar lenguajes de programación web como JavaScript. Pero todo esto implica una transición.
Es precisamente ese esfuerzo, salto o viaje el que se tratará de documentar en las conversaciones con los entrevistados. De filósofa a programadora full stack, de archivólogo a software tester, de poeta a frontend developer, o —en mi caso— de bibliotecaria a software developer, son algunos de los casos de cambios de carreras expuestos en la primera temporada de Hola Mundo Podcast.
¿Estás intrigado? ¿Quieres escucharnos?
Solo dale click a link de abajo y disfruta del primer episodio: Malena Rey, de filósofa a full stack developer. En Twitter e Instagram nos consigues como @HolaPodcast, y no olvides suscribirte en iTunes, Spotify, TuneIn o Soundcloud para escuchar más episodios.
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