En el post de hoy nos metemos con un dispositivo móvil que todavía no se comercializó, está en etapa de experimentación y ya está causando revuelo. Y como no podía ser menos, es Google el que está otra vez en el centro de la polémica tecnológica. Esta empresa que ya no es más un buscador de Internet, ahora está más cerca de sacar unos lentes de realidad aumentada con conexión a internet a través de un celular que va a poder servir para sacar fotos inmediatamente desde los anteojos, y/o filmar lo que otra persona puede estar haciendo en cualquier lugar.
Sergey Brin, uno de los dueños de Google con sus «Glass» desapercibidos en un subte en USA.
El proyecto de los lentes de realidad aumentada se llama «Google Glass». En estos meses lo han ofrecido a desarrolladores y aquellos que quieran experimentarlos para que Google afine su uso en el momento de su comercialización. Los usuarios con alto poder adquisitivo que puedan pagar el experimento contribuirán a Google con sus datos para que los desarrolladores generen aplicaciones para esos anteojos. En la página del proyecto, la gente de Google dice que «la conversación ha comenzado», es decir la está probando con fines comerciales en un tiempo próximo. Incluso se lo ha visto a Sergey Brin, uno de los dueños fundadores de Google utilizarlos, en un subte en Estados Unidos para promocionar y «evangelizar» su futuro uso. Los fanáticos de Google ya estarán esperando este nuevo dipositivo para hacerse de uno. En el video se muestra algo de lo que se podría llegar a realizar con los lentes.
[youtube http://www.youtube.com/watch?v=v1uyQZNg2vE]
Frenar a los cyborg
El movimiento se ha llamado «Stop the cyborg» («Frenar a los cyborg«), puesto que ya hay personas que tienen los lentes y los llaman «cyborg», ya que los humanos incorporan una tecnología junto con elementos humanos, como una especio de complemento. Y otra vez pienso que esto está pasando cada vez con más personas, que estamos integrados a nuestros dipositivos. Pero considero que en mi caso, hay un límite, siempre de lo que subo y de alguna manera de la intimidad de las personas con las que me relaciono.
Los «Stop the cyborg» tratan de frenar esta iniciativa del Google Glass y concientizar para que en determinados lugares no se permita el ingreso de personas con estos dispositivos o simplemente sean apagados. La privacidad, o lo poco que uno piensa que tiene, podría dejar de existir. El sitio web del movimiento aclara que basa en su crítica en la información que trasciende de los medios, ya que Google habla del proyecto muy a cuentas gotas, obviamente para que la competencia no le sople sus ideas, principalmente a su gran opositor en la actualidad, Apple, que estaría desarrollando un reloj también con funciones de tecnología móvil.
Dicen en su blog:
«Estas preocupaciones van más allá de la intimidad. Hay consecuencias graves para la sociedad humana. No habrá ya ninguna distinción entre el ‘mundo digital’ y el ‘mundo real’. La gente va a tomar decisiones y relacionarse con otros seres humanos en el mundo real de una manera que depende cada vez más de la información que Google le dice a Glass.
Poco a poco, la gente dejará de actuar como individuos autónomos, al tomar decisiones y relacionarse con los demás, (…). No habrá lugar a múltiples identidades, la hipocresía o la experimentación. No habrá espacio en el que se puede escapar de su perfil en línea y elsistema será controlado por un pequeño grupo de corporaciones«.
¿Y qué harán los bibliotecarios?
Todavía no me cierra totalmente la postura crítica, teniendo en cuenta a un producto que no se sabe mucho de él y está en desarrollo. La verdad que no sé que decisión tomarán los bibliotecarios, principalmente los que nos interesa las «innovaciones» tecnológicas: si la postura de probar una nueva tecnología y ver cómo podrán integrarla a la tarea bibliotecaria o la postura crítica, de recelo ante la posible pérdida de la privacidad y la visión paranoica de esta agrupación. Me imagino a los dos grupos: bibliotecarios que desearán convertirse en cyborg profesionales, que le buscarán la vuelta a brindar un excelente servicio al usuario con sus «Glass» y otros partidarios de la prohibición de su utilización. ¿Serán las bibliotecas espacios dónde se prohibirá el uso de los mismos por parte de los usuarios?. ¿Serán los carteles de SILENCIO reemplazados por STOP THE CYBORG?. No tengo una respuesta, pero para tomar una decisión tendría que tener más datos del producto y probarlo.