Conocí Evernote leyendo blogs de bibliotecarios norteamericanos. Pero llevé un par de años para comenzar a implementarlo. Quien me convenció de pleno fue Javier Leiva Aguilera. Él es uno de esos tipos que en algún momento no podés dejar de intercambiar información sobre aplicaciones, usos que le damos a nuestros «cacharros» o «hijitos».
Y entre nosotros se produce un efecto contagio, en el cual uno a otro podemos aprender de estas cosas tecnológicas que tanto nos interesa, principalmente para organizarnos ante el caos informativo que es la web. Y las personas que necesitamos estar conectados todo el tiempo es imprescindible estas relaciones. El efecto contagio que tanto aplicamos los bibliotecarios para contagiar la lectura, ahora debemos aplicarlo con respecto a las cuestiones tecnológicas y en relación a nuestros usuarios.
Evernote es una de esas herramientas que empiezas y tu mundo comienza a tener sentido, a tener utilidad nuestra tarea en la web. Hace simple las tareas complejas de nuestra vida digital dispersa.
Es una herramienta que nos permite anotar todo lo que queramos, hacer capturas, realizar grabaciones de audio y tiene una opción de etiquetado para recuperar la información almacenada. Podemos utilizar para realizar lluvia de ideas, organizar tareas y almacenar información. La aplicación se puede descargar en diferentes dispositivos, o sea que es otra herramienta que trabaja en «la nube». Por eso, Evernote se «populariza» con el auge de los teléfono inteligentes. Deja de ser una aplicación exclusiva para web.
Evernote tiene otras aplicaciones interesantes para enriquecer nuestra tarea de organización como Clearly (en Android y Itunes) para mejorar el resaltado de las notas y la relación entre ellas. Penultimate y una aplicación para Ipad (no está en Android) que me bajé recientemente para tomar notas manuscritas en la tablet de Apple. Y la tercera que recomiendo es Skitch permite editar y realizar anotaciones en imágenes y capturas de
pantallas.
[youtube http://www.youtube.com/watch?v=Pjn6YkCY2yA]