La biblioteca como recurso para el emprendimiento

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Hace un par de semanas, gracias a los infotecarios Natalie BaurMauricio Fino, leí un interesante artículo sobre el papel del bibliotecario en la creación de empresas de base tecnológica (tipo Startup). Debido a mi experiencia personal como bibliotecólogo y cofundador de la iniciativa Startups Academy en mi ciudad, quise traducir y comentar “The Secret Resource Every Startup Needs To Know”, originalmente creado por el bibliotecario y emprendedor John Chrastka para el Blog de Tech Cocktail -esta traducción ha sido autorizada por ambos-.

Antes de comenzar la traducción del texto original, que podrán identificar por el formato de citas de WordPress (cursiva antecedida de un pequeño gráfico de comillas) y que seguiré comentando entre líneas, acordemos dos importantes significados para este contexto: Startup y biblioteca.

  • Una Startup es una empresa, frecuentemente con un altísimo componente de tecnología, diseñada con un modelo de negocio repetible y escalable. Generalmente tienen muy bajos costos de lanzamiento, mayor riesgo y muy alto potencial de retorno de la inversión. Ejemplos clásicos de Startups son las empresas que desarrollan aplicaciones móviles (véase WhatsApp).
  • Biblioteca para nuestro contexto será, principalmente, una biblioteca pública. Espacios que suelen integrar programas de fortalecimiento de competencias tecnológicas y para el emprendimiento (como es el caso de los Cedezo en los Parques Biblioteca de la ciudad de Medellín). Sin embargo, debemos considerar también las bibliotecas, archivos y unidades de información especializadas existentes en Cámaras de Comercio, Incubadoras de empresas y entidades gubernamentales como fuentes de información para emprendedores.

Nunca ha sido tan fácil crear una empresa de tipo Startup. Poderosas redes de banda ancha, computación en la nube y aplicaciones web y móviles han disminuido las dificultades para comenzar un negocio, además de generar los mecanismos necesarios para el crecimiento de las pequeñas empresas. Pero mientras estos recursos hacen más fácil poner en marcha un negocio, no eliminan el reto de crear un producto realmente ganador. Para hacerlo, las Startups necesitan acceso a la información correcta. Siendo yo mismo un fundador de Startups, tengo un secreto que contarles. Se trata de un recurso caprichosamente obvio que le ahorrará innumerables horas de trabajo y le proporcionará información crítica para su emprendimiento: su biblioteca local.

Efectivamente, como lo dice el autor, los avances tecnológicos han facilitado los procesos de creación de Startups también en nuestra región. Sin embargo, se debe decir que en Latinoamérica aún no podemos calificar como “fácil” el desarrollo de nuevas empresas de base tecnológica, debido no tanto a la (cada vez más pequeña) brecha tecnológica como al énfasis que los programas de emprendimiento hacen en repetir modelos exitosos en países desarrollados sin tomarse el trabajo de contextualizarlos localmente.

Vista interior del Parque Biblioteca Belén en la ciudad de Medellín, Colombia. [This file is licensed under the Creative Commons Attribution-Share Alike 2.5 Generic license.	 Attribution: I, SajoR]
Vista interior del Parque Biblioteca Belén en la ciudad de Medellín, Colombia. [This file is licensed under the Creative Commons Attribution-Share Alike 2.5 Generic license.
Attribution: I, SajoR]

Las bibliotecas son el recurso más infrautilizado por las Startups. Y los bibliotecarios son la clave para acceder a la gran abundancia de información en la biblioteca. Muchas de las mayores empresas del mundo son capaces de emplear bibliotecarios exclusivamente dedicados a sus necesidades de información. Sin embargo, afortunadamente para los presupuestos reducidos de la mayoría de los emprendimientos, recursos comparables a los de las empresas de primer orden en el mundo están disponibles gratuitamente a la vuelta de la esquina.

Las bibliotecas de hoy son mucho más que estantes de libros. Ellas son los ejes facilitador de recursos en el centro de un sobreabundante mundo de información. En cada etapa de los negocios, desde la ideación hasta el escalamiento, pueden beneficiarse de los recursos de la biblioteca y la experiencia de un bibliotecario: el bibliotecario sabe cómo obtener la información correcta. Un profesional de la biblioteca puede ser una extensión invaluable de su propio personal, asegurando que tiene lo que necesita para tomar decisiones y desarrollar su producto.

Si bien hoy los profesionales de la biblioteca (bibliotecólogos, documentalistas o archivistas) tenemos la posibilidad de especializar nuestro quehacer profesional en una gran cantidad de áreas, gozamos en común de la capacidad de localizar, clasificar, almacenar ordenadamente y distribuir información más eficazmente que cualquier otra profesión. Resolver el cómo lo hacemos es, como diría Michael Ende, parte de otra historia y será contado en otra ocasión.

Google, Bing y otros motores que buscan en la web abierta son herramientas increíbles, pero para llevar a cabo una buena investigación de negocios, análisis de la competencia o recolección de datos de mercados se requiere la capacidad de excavar profundamente. Un bibliotecario sabe cómo aprovechar herramientas como Google para buscar en la web abierta; pero más allá de eso, los bibliotecarios están entrenados para localizar información de alta calidad, donde quiera que sea, y abordar los recursos digitales con el mismo cuidado metódico con el que se ocupan de los recursos impresos tradicionales. Ellos saben dónde buscar para encontrar lo que usted necesita.

Un buen bibliotecario no solo conoce las fuentes habituales de información para cada tipo de datos requeridos, sino que tiene la capacidad de reconocer las señales que determinan que un texto es confiable. Nos hemos entrenado con principios de la bibliometría y cienciometría para ofrecer a los usuarios nuestra capacidad de reconocer la credibilidad de una fuente.

Adicionalmente, un bibliotecario tiene acceso a base de datos propietarias (como LexisNexis para documentos legales, EBSCO y JSTOR para investigaciones académicas y Standard & Poor’s para estadísticas de mercados) que pueden llenar los vacíos críticos en los proyectos de investigación y desarrollo de negocios. Tanto si se trata de hacer inteligencia competitiva, como realizar estudios de mercado o de responder las frustrantes preguntas técnicas, un bibliotecario puede proveer información que usted no tendrá la capacidad de encontrar en la web abierta, poniendo a su disposición completamente gratis recursos que costarían miles de dólares.

Imagen original de Sarah McIntyre, disponible en http://j.mp/1gX68j7

Imagen original de Sarah McIntyre, disponible en http://j.mp/1gX68j7

En nuestro contexto local contamos con acceso a grandes bases de datos estadísticas y científicas que, incluso siendo abiertas, son completamente ignoradas por el usuario promedio. El trabajo de un bibliotecario en la minería de datos puede soportarse incluso en fuentes tan “abiertas” como el Social Media, pues nuestra ventaja radica sobretodo en la capacidad de encontrar parámetros de clasificación que conectan unos datos con otros (o personas con productos y empresas).

De hecho, conocer a profundidad un bibliotecario puede ser una de las más sabias decisiones para el personal de un Startup. Los bibliotecarios quieren apoyar a las empresas de sus localidades, están allí para ayudar y esa ayuda puede ir mucho más allá de la búsqueda e investigación. Debería pensar en la biblioteca como un lugar para convocar a los grupos focales y beta testers. En la biblioteca puede retroalimentarse con valiosos datos sobre el uso de su producto, en condiciones del mundo-real, apoyándose en las plataformas e insumos tecnológicos que muchas bibliotecas ya poseen.

Los Parques Biblioteca de la ciudad de Medellín o las Mega bibliotecas de la ciudad de Bogotá incluyen no sólo oficinas de programas que promueven el emprendimiento, sino escenarios abiertos y técnicamente preparados para la creatividad y la creación. Las bibliotecas están en camino de convertirse en laboratorios y espacios de innovación y, bajo esa perspectiva, tenemos el deber de promoverlas.

Mientras su Startup busca conectarse directamente con los consumidores, un bibliotecario puede convertirse en un valioso aliado que lleve el producto directamente a las manos de clientes potenciales. Piense en la biblioteca como un Showroom. Un estudio encontró que aproximadamente la mitad de los usuarios de bibliotecas compran artículos que primero probaron en una biblioteca, una relación particularmente fuerte entre el segmento demográfico de 18 a 24. Los bibliotecarios son adoptadores tempranos entrenados no sólo para usar sino para educar al público en estas tecnologías emergentes, de esta manera su opinión puede impulsar la innovación destacando lo que se logra conectarse con los usuarios y lo que requiere de mejores esfuerzos.

Parque Biblioteca España en la ciudad de Medellín, Colombia.

Parque Biblioteca España en la ciudad de Medellín, Colombia. Esta imagen tiene algunos derechos reservados por la Universidad EAFIT, disponible en http://j.mp/1gX7nyG

Una oportunidad que tenemos las bibliotecas, como espacios de consolidación de las redes de intercambio de conocimiento, es la de clasificar a nuestros usuarios como materiales vivos más allá de los muros y las estanterías. Tener la posibilidad de conectar a las personas adecuadas con quiénes resuelvan sus necesidades requiere el conocerlas bien (respetando los límites actuales de la privacidad e intimidad), esta es una oportunidad para la transformación de la biblioteca en un espacio de innovación que también incluya a las empresas y los emprendedores locales.

Puede poner en marcha su Startup con algo más que un portátil y un poco de dinero en sus bolsillos. Pero un ingrediente clave, y su secreto hacia el éxito, se encuentra a la vuelta de la esquina en su biblioteca local. Con un carné de la biblioteca tendrá acceso en línea a todas las bases de datos de su Biblioteca, sin costo alguno. Y con un bibliotecario como su guía para los recursos de la biblioteca, tendrá toda la información que necesita para llevar su Startup de la idea a la realidad.

El penúltimo párrafo cierra con una alusión a las capacidades que tenemos los bibliotecarios de ser agentes activos en la Alfabetización digital e informacional de nuestros usuarios, un reto que muchos hemos asumido y que nos satisface día a día. El último párrafo en cambio, no solo es un llamado a que los nuevos empresarios vayan a nuestras unidades de información sino a que nosotros mismos, los profesionales de la biblioteca, nos convirtamos en mentores, guías y promotores de los emprendedores. Siendo esta una perspectiva mucho más retadora que exige incluso reinventar nuestro contexto ¿Estamos listos para asumirla?

Por @MedeJean

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