Existe un nuevo  desafío de la lectura, el  de la red social de lectura Goodreads. En este club de lectura virtual las reglas son simples: por ejemplo cada usuario tiene que elegir cuántos

libros quiere leer hasta el 31 diciembre del año en curso, y cada vez que termina uno, actualizar su progreso. El porcentaje de libros leídos es mostrado mediante una barra, y los contactos de ese usuario pueden ver qué terminó de leer y qué está leyendo ahora. El desafío de lectura de

esta nueva red Goodreads es el más masivo,  pero no el único. Dado que existen otros  como  el de la revista digital estadounidense PopSugar el cual  establece una cantidad fija para todos los participantes y hacen énfasis en el contenido: cumplir con una lista de categorías (“ciencia

ficción» o «recomendado por un familiar») hasta llegar a cincuenta libros leídos.

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También hay quienes usan las redes sociales para replicar el formato clásico del club de lectura: el organizador elige un libro por mes y los miembros del club lo leen.

En estos  tiempos en los que casi todo lo que hacemos tiene una beta en Internet, la lectura también: leemos en las redes. A través de ellas, multiplicamos nuestra red de contactos con los que hablamos de libros. ¿Leemos más gracias a los clubes de lectura virtuales? ¿Por qué es un

formato que atrae a tantos lectores?

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                     ¿Ustedes que piensan?

Se cree que estos clubes de lectura tienen una gran ventaja sobre los tradicionales: son mucho más accesibles (cualquiera con un ordenador desde cualquier punto de la geografía puede apuntarse) e interculturales. Un buen ejemplo, lo tenemos en las Bibliotecas Públicas de

Barcelona con el “Club Internacional Barcelona-Medellín” donde tienen una colaboración muy estrecha entre el club de lectura de esta ciudad y los de la ciudad de Medellín (cada club lee el libro acordado y después lo comentan por la red).

De algún modo brinda grandes beneficios a sus lectores, por ejemplo personas que no viven en la misma ciudad o barrio e incluso país, intercambian  sus experiencias y sensaciones que les producen la lectura de un mismo libro. Es un buen intercambio intercultural, ¿no creen?, ya que

diferentes personas y culturas ven de formas distintas los mismos textos, influidos por su contexto social y cultural.

Estos clubes de lectura, se complementan en algunos casos con reuniones presenciales, lo que favorece la socialización y la puesta en común de una forma más amigable.

A todo esto existe una explicación por parte de Otis Chandler, CEO y cofundador de Goodreads, quien mediante una nota que realizo un importante diario nacional explica lo siguiente: «Una clásica resolución de Año Nuevo es: quiero leer más. Por lo cual se creó el desafío en el año

2011 para darles a nuestros miembros una manera divertida de establecer su meta y alcanzarla. Se paso de  151.000 participantes durante ese año a 1,7 millones en 2015, y se cree que va a ser todavía más grande en 2016″.

Para Chandler, la clave del éxito del desafío es que cada uno puede elegir la meta. «Si recién estás tomando el hábito de la lectura y terminar cinco libros ya es un gran cambio para vos, te inspiramos a alcanzar esa meta. Si ya sos un lector ávido y querés leer cien libros, el desafío

también funciona para vos», dice.

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De mi parte considero que es una buena técnica que de algún modo nos permite entrenarnos como buenos lectores, y además percibo que a la gente le gusta esta nueva e innovadora tendencia de la lectura virtual según los comentarios que se pueden leer por las redes sociales.

Sitios web consultados:

Goodreads.com

Popsugar.com