La bibliografía es una de las ramas más antiguas de la bibliotecología, el estudio de su historia y desarrollo brinda datos sobre sus diferentes aportes y las visiones postuladas a través de la historia, desde los tiempos clásicos donde nace como una técnica casi artesanal para elaborar listados de obras, hasta su posterior refinamiento técnico. El impulso que tuvo su desarrollo, trajo también su subordinación a otras disciplinas de mayor sustento teórico como la bibliología o la biblioteconomía, hasta lo que hoy día sucede al ser vista como una mera herramienta de apoyo para el trabajo de investigación.
Conocer la historia de nuestra disciplina, es relevante aún en estos tiempos de las TICs avasalladoras, para fortalecer la identidad del bibliotecario profesional, ayudando a reconocer los aportes de éste a su entorno y son el punto de partida necesario para entender nuestro papel en la sociedad moderna.
Orígenes:
El bibliotecario de Alejandría, Calimaco (305-240 a.C.) es reconocido como padre de la bibliografía gracias a los Pinakes, un listado de obras de literatura griega, que contenía datos biográficos del autor y una síntesis con su análisis literario. Este es el primer antecedente de la bibliografía como labor, más no como ciencia. Otros autores plantean como el primer repertorio conocido, al elaborado por el médico griego Galeno (129-199): De libris propiis liber sobre sus propias obras, que a diferencia de los Pinakes dejó pruebas de su existencia, aunque en rigor es de menor calidad.
Los primeros en usar el término como “arte y oficio de copistas” fueron el médico Dioscórides (I d.C.) y el historiador Diógenes Laercio (III d.C.) que la reconocían como una actividad artesanal. Los inicios de la bibliografía naturalmente se relacionan con los de la literatura, en la época de los manuscritos debido al reducido número tanto de materiales existentes como de los interesados en ella, hacían de la compilación de repertorios algo innecesario e imposible. A lo anterior, se suma el hecho de que muchos textos medievales, bizantinos y musulmanes, actuaban a la par como exposición y como bibliografía. Sin embargo, varios autores de la Edad media influidos por Galeno, como San Jerónimo que compiló su Scriptores ecclesiasticorium vitae, listado de obras de autores cristianos y Genadio de Marsella con su Illistrium virorum catalogus.
Durante el medioevo se conforman los primeros catálogos de bibliotecas monacales o privadas, como antecesores de las bibliografías formales y que por mucho tiempo fueron los únicos repertorios de obras disponibles. Estos se caracterizaron por una técnica cruda, así como su falta de orden, con descripciones breves y sus títulos reproducidos con inexactitud, siendo más parecidos a los inventarios. Dichos listados en muchos casos eran estudios literarios y algunos son los antecedentes de la moderna crítica literaria y la hermenéutica.
Con el humanismo y el incremento en el número de impresos, nació la necesidad de descubrir y organizar los títulos existentes sobre determinados temas,fue así que se compilan los primeros repertorios temáticos (Nevizzano (1522) Derecho; Erasmo de Rotterdam (1523) sobre su propia obra; Champier (1560) Medicina, entre otros).
Los impresores y libreros humanistas, iniciaron la costumbre de poner la fecha de publicación, un elemento importante para las bibliografías, las cuales incrementaban en número, y que pasaron de formar simples listas o inventarios a elaborar verdaderos catálogos comerciales.
Aún con estos avances en la labor bibliográfica, tuvo que pasar más tiempo para que surgiera una definición de ciencia bibliográfica, ya que esto no podía basarse sólo en los repertorios, sino en una conjunción de diversos métodos, técnicas y objetivos, los cuales se perfilaron después del Renacimiento.
Para identificar los listados se les asignaba distintos términos como bibliotheca, cathalogus, corpus, elenchus, flores, inventarium, index, nomenclatur, repertorium, thesaurus, etc, los cuales cayeron en desuso para el siglo XIX. Aún no se proponía ni aceptaba un término para denominar esa labor, menos aún una definición para identificar sus rasgos principales, además de la inexistencia de una comunidad interesada en la labor bibliográfica como su principal tarea.

«Bonifacius de maleficiis» De Wikicommons
A partir del Renacimiento, la creciente reproducción de impresos y la demanda de los mismos, motivó el surgimiento de la verdadera bibliografía, pues la compilación de títulos paulatinamente se convirtió en una tarea específica y útil para el desarrollo del saber.
Gabriel Naudé (1633) fue el primero en utilizar el término en su Bibliographia política, Naudé era reconocido por elaborar el primer manual de biblioteconomía: Advis pour dresser une bibliotèque. Además de promover importantes cambios en las bibliotecas, como el: Asentamiento de las técnicas de descripción bibliográfica, para catálogos y repertorios bibliográficos, contra la memoria como estrategia de control insuficiente, frente al crecimiento de las colecciones; Ordenación de los fondos por materias; Dar preferencia al contenido del libro y no a su apariencia exterior.
Naudé influyo en la visión de la bibliografía como auxiliar de la investigación y en la adopción del término para los repertorios.
El enciclopedismo influyo en la elaboración de bibliografías por el interés de reunir todo el saber humano generado hasta el momento, por lo que se intentó crear los repertorios universales, dando mayor valor al contenido de los libros sobre su valor material o físico, una idea distinta a la del inicio de la labor bibliográfica. Al final de la Revolución francesa el gobierno apoyó el desarrollo de repertorios, así en 1793 se compiló el Rapaport con los fondos de las bibliotecas nacionalizadas, un informe sobre el estados de las bibliotecas francesas y sus fondos.
La inclusión de la clasificación como parte de la Bibliografía, tomo como base la clasificación de las ciencias propuesta por Bacon y del trabajo de Leibniz, dado que el saber humano tenía una estructura que podía ser representada en una clasificación y ser aceptaba por los miembros de la comunidad científica. Esto cobró fuerza durante el s. XIX ya que hasta ese momento las bibliografías se ordenaban por autor o título. La primera bibliografía en incluir esquemas de clasificación bibliográfica fue la Biblioteca bibliographica de Julius Petzhold en 1866. La teoría bibliográfica se consolidó gracias a la producción de diversas obras que la consideraban como «la ciencia del libro ocupada de su descripción y clasificación».

«Biblia de Cervera» De Wikicommons
A finales del siglo XIX en el Ecole des Chartes se impartía un curso de Bibliografía, compuesto por: historia de la imprenta, clasificación y el estudio de las bibliotecas, dentro del campo de estudio de la Biblioteconomía. Así ésta fue subordinándose a otras disciplinas como la bibliología o la biblioteconomía, pues era vista como un auxiliar de la investigación.
Para principios del XX muchos reconocían la herencia de la bibliografía de siglos anteriores y otros como Otlet partían de cero, sin tomar en cuenta la elaboración de los repertorios. La explosión bibliográfica afecto la noción misma de la bibliografía, la solución de bibliógrafos como Otlet y La Fontaine frente a este universo creciente, fueron los repertorios nacionales pensando que la participación mundial conformaría una bibliografía universal, desde ese momento deja de ser considerada como ciencia del libro para restringirse al estudio y elaboración de los listados.
Louise Málcles (1899-1977) divstinguió las siguientes etapas en el desarrollo de la Bibliografía:
a) Prebibliográfica (Desde la antigüedad hasta fines de la Edad Media) Listas de libros que enumeran documentos de una biblioteca o las obras de un autor (biobibliografías);
b) Etapa humanística (Desde el siglo XV hasta el XVIII) Emplea técnicas más elaboradas, pero con base en los criterios anteriores. Aparecen las bibliografías especializadas;
c) Etapa bibliográfica artesanal (1810-1914) Utiliza nuevos métodos de trabajo y de investigación. Hasta ese momento la función de las bibliografías especializadas había sido conocer los trabajos del pasado, a partir de ese momento recogerán investigaciones presentes conforme se publiquen;
d) Etapa bibliográfica técnica (1920 a los años 50s) El trabajo artesanal de un solo bibliógrafo es reemplazado por el trabajo en equipo y la adopción de nuevas técnicas ya automatizadas.
Durante la primera mitad del siglo XX los bibliógrafos dejaron de considerar a la bibliografía una ciencia, para ahora ser vista como rama de otra ciencia, o una actividad o herramienta de apoyo para el trabajo intelectual.
**Un siguiente post abordará las distintas definiciones y algunos de sus principales representantes en tiempos recientes.
Referencias:
- British Library. Department of Bibliographic Development. (Consultado: 2 febrero 2015)
- Esdaile, Arundell James Kennedy, 1880-1956. Esdaile’s manual of bibliography / James Kennedy Esaile, Roy Stokes. Metuche, N. J. : Scarecrow, 1981
- The First Auto-Bibliography (Circa 190 CE) En: Jeremy Norman´s History of Information.com
- Gabriel Naudé. En : (Consultado: 5 febrero 2015)
- García Ejarque, Luis. Diccionario del archivero bibliotecario: terminología de la elaboración, tratamiento y utilización de los materiales propios de los centros documentales / Luis García Ejarque. Gijón, España: TREA, 2000
- Krummel, Donald William, 1929-. Bibliographies: their aim and methods. New York, N.Y. : Mansell, [c1984]
- Louise Noëlle Malclès http://es.wikipedia.org/wiki/Louise_Noëlle_Malclès
- Schneider, Georg, 1876-. Theory and history of bibliography / Translated by Ralph Robert Shaw. New York, N.Y. : Columbia University, 1934
- Feizhang, Peng. Bibliographical Research at Days of Trans-21 Century. (School of Library and Information Science, Wuhan University) Consultado: 2 febrero 2015