Impacto de la autopublicación en las bibliotecas

El paradigma de la comunicación académica ha ido cambiando a lo largo de los últimos diez años, principalmente por las grandes posibilidades que actualmente ofrece el internet y las tecnologías de la información. Algunas de estas tendencias son el acceso abierto, los repositorios institucionales, las métricas alternativas para medir el impacto de los autores y sus escritos, la publicación digital, y la autopublicación.

Usualmente la biblioteca siempre ha tenido un vínculo comunicativo e investigativo con la academia, ambas conforman una simbiosis, cualquier cambio encómo se comunican los nuevos conocimientos, invariablemente también afectará a los servicios bibliotecarios. Este es el caso precisamente de la autopublicación, no como algo nuevo, sino como tendencia al alza en los actuales modelos de publicación académica y su impacto en las actividades bibliotecarias.

¿Qué es la autopublicación?

La autopublicación no es un fenómeno reciente, de hecho, tiene más de 500 años de antigüedad (Alonso Arévalo, Cordón García, & Gómez Díaz, 2014, p. 127), no obstante, su importancia e impacto ha ido en aumento recientemente por las nuevas tecnologías de la web.

La autopublicación es entendida como:

La publicación de una obra por su autor; generalmente también incluye la responsabilidad del marketing y su realización. (Brownstone & Franck, 1982, p. 248)

En este sentido, el autor además de ser el creador intelectual del contenido también hace la función de editor al encargarse del todo el proceso editorial, sin la necesidad de algún intermediario.
Otra definición más indica que la autopublicación es entendida como:

[…] la publicación de cualquier libro o recurso multimedia por parte del autor de la obra, sin la intervención de un tercero establecido o editor. El autor es responsable del control de todo el proceso, incluyendo el diseño (cubierta/interior), formatos, precio, distribución, marketing y relaciones públicas.(Alonso Arévalo et al., 2014, p. 130)

Alonso Arévalo hace una incorporación especial a la concepción de autopublicación como es percibida actualmente, él involucra también a todo recurso multimedia, no solo a los libros, como tradicionalmente se percibía. El internet ha diversificado las posibilidades para que cualquier persona pueda ser un creador de contenidos y las nuevas plataformas de autopublicación han aumentado también las opciones para publicarlo sin la necesidad de un editor comercial.

Panorama de la autopublicación

El mercado de la autopublicación ha ido en aumento en los últimos siete años. Mucho se debe la diversificación de los modelos de publicación que han abaratados los costos de producción para que las obras de los autores lleguen a más personas. Otra de las causas es, sin duda, el internet y el desarrollo de lectores portátiles para los libros electrónicos. Pero también podemos considerar como elemento fundamental el impacto que han tenido las grandes distribuidoras de libros como Amazon.

[..] en promedio, cuarenta de los cien libros más vendidos en Amazon son obras autopublicadas. (Benchimol, 2018, p. 10)

Actualmente Amazon proporciona la posibilidad de autopublicar tu obra mediante Kindle Direct Publishing, ya sea de forma electrónica o impresa en tabla blanda sin ningún costo, te ofrece regalías de hasta 70% y la posibilidad de ser tú quien decida el precio, así como también mantener el control de los derechos de tu trabajo intelectual.

Bowker, afiliado de ProQuest, en su último informe sobre el marcado de la autopublicación en Estados Unidos, en el periodo de 2011 a 2016, señala un incremento significativo del 218.33%, el cual incluye tanto libros impresos como electrónicos con un ISBN asignado. La tendencia indica un crecimiento continuo del 11% entre los años 2015 y 2016. (Bowker, 2017)

Según también el informe, el mercado de la autopublicación es dominado por tres entidades: CreateSpace (filial de Amazon), Smashwords y Lulu Enterprises Inc, entre ellas concentran el 84% de los títulos autopublicados en el último año.

Con relación a América Latina, el informe de CERLALC titulado Radiografía de la autopublicación en América Latina también indica un alza del 400% en los títulos publicados por autores-editores entre los años 2007 y 2016 (Benchimol, 2018, p. 22), como se muestra en la siguiente gráfica:

Número de títulos con ISBN registrados por los autores-editores en América Latina 2007-2016. Fuente: CERLALC

La tendencia es similar al mercado de Estados Unidos, y el incremento se aprecia más notorio a partir del 2012. Los factores para el repunte de la autopublicación en los países latinoamericanos se debe, en gran medida, a la apertura del conocimiento, al uso de las tecnologías web, a la diversificación de los mercados editoriales, y también a la necesidad de que más y más personas requieren dar a conocer sus escritos porque existen más opciones para hacerlo, por ejemplo, el bajo costo y la cobertura casi inmediata que podría tener una obra sin la necesidad de recurrir a costosas campañas de marketing.

El informe de CERLALC también indica que los países que más obras autopublicadas tienen son: Brasil, Argentina, Colombia, México y Ecuador, donde predominan más las obras en formato impreso que en digital.

La disrupción de la autopublicación en el mercado editorial ha sido indudable, pese a las críticas relacionadas con la calidad de las obras y que no pasan por un filtro estricto para valorar su contenido, la acogida por parte de los lectores ha sido favorable, incluso la apertura de las mismas editoriales comerciales ha sido buena. Por ejemplo, se pueden mencionar a Caligrama Editorial, sello de Penguin Random House, y también a Universo de Letras de Grupo Planeta, ambas son plataformas para la autopublicación pero bajo el signo de dos consorcios editoriales.

Impacto de la autopublicación en las bibliotecas

El tema de la autopublicación y las bibliotecas no es un fenómeno nuevo, tal como lo señalan (González-Barahona, 2009):

[…] las bibliotecas ya estaban teniendo una función de preservar los resultados autopublicados (por ejemplo las tesis doctorales) (2009, p. 17)

Sin embargo, sí es una cuestión que debemos retomar por la gran cantidad de obras autopublicadas que ahora circulan por internet, y que poco a poco van llegando a más y más los lectores, quienes a menudo solicitan su ingreso al acervo de la biblioteca.

Existe la disyuntiva en la comunidad bibliotecaria si en verdad esas obras reúnen los requisitos de calidad para poder ser parte del una biblioteca, del tipo que sea, porque las obras autopublicadas van desde novelas rosas hasta ensayos con una estructura argumentativa que, en apariencia, reúnen todo lo que una obra académica debe contener.

El tema de la calidad de las obras autopublicadas es precisamente el que más impacta a las bibliotecas. Por tradición, por estándares y por principios las obras que ingresan en una colección bibliotecaria casi siempre son trabajos que han sido evaluados por expertos en la materia, ya sea por recomendaciones de los profesores, por el punto de vista del bibliotecario, o por sugerencias expresas de los usuarios.

Cuando una obra va ingresar a la biblioteca, siempre se toman en consideración una serie de lineamientos para su evaluación, dependiendo del tipo de material, en general deben reunir una serie de requisitos para ser parte del acervo. Por ejemplo, la editorial que lo publica, la cobertura temática e histórica, su aparato crítico, la institución que respalda al autor, su trayectoria y experiencia, entre otros elementos más.

En obras autopublicadas, la evaluación es más complicada porque no pasan por un filtro, situación que a los bibliotecarios les da temor enfrentarse a esta complejidad. No obstante, es tiempo de abrir nuestro panorama y empezar a ver que las obras autopublicadas valen la pena ser evaluadas para su ingreso a la biblioteca. Obviamente no toda autopublicación es de calidad, o no porque una lectura sea mil veces compartida significa que sea un buen libro. Pero es indispensable valorar estos puntos para considerar su ingreso a una biblioteca:

  1. El alcance mediático que ha tenido una obra autopublicada.
  2. La influencia que un autor ha tenido en obras similares.
  3. Las solicitudes de compra de obras autopublicadas que nuestra comunidad de usuarios hace a la biblioteca.
  4. Recomendaciones precisas de la comunidad académica sobre una obra en particular.
  5. Necesidad en el acervo por falta de información sobre un tema.

Además, para reforzar la decisión de ingresar una obra autopublicada al acervo, vale la pena hacernos estas preguntas:

  1. ¿Una obra autopublicada ha sido punto de partida para la creación de más obras en serie?
  2. ¿Existe obras pos-publicadas debido a una autopublicación?
  3. ¿Se ha generado nuevo conocimiento a partir de una obra autopublicada?

La decisión final siempre recaerá en el bibliotecario. Sin embargo, no debemos excluir per se una autopublicación simplemente porque no pasó por un filtro editorial. Debemos ser más flexibles en cuanto a estas obras y valorar si en realidad son necesarias en la biblioteca.

Referencias

Alonso Arévalo, J., Cordón García, J.-A., & Gómez Díaz, R. (2014). La autopublicación, un nuevo paradigma en la creación digital del libro. Revista Cubana de Información en Ciencias de la Salud, 25(1), 126–142.

Benchimol, D. (2018). Radiografía de la autopublicación en América Latina. Bogotá, Colombia: Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe.

Bowker. (2017). Self-Publishing in the United States, 2011-2016: print and ebook. Bowker.

Brownstone, D. M., & Franck, I. M. (1982). Self-publishing. En The dictionary of publishing (p. 248). New York; London: Van Nostrand Reinhold.

González-Barahona, J. M. (2009). El acceso abierto llevado hasta sus extremos: ¿necesitamos las revistas? Anuario ThinkEPI, 3(0), 016–020.

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