Betancourt, democracia y biblioteca

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«La Universidad no puede ser neutral en el debate histórico entre democracia y dictadura.»
Rómulo Betancourt (1959)

«La participación constructiva y la consolidación de la democracia dependen tanto de una educación satisfactoria como de un acceso libre y sin límites al conocimiento, el pensamiento, la cultura y la información.»
Manifiesto UNESCO sobre la Biblioteca Pública (1994)

Derrocada la Tiranía

Portada del diario El Nacional del 23 de enero de 1958.

 

El jueves 23 de enero de 1958 cayó la dictadura en Venezuela. Pero más importante aún, nació nuestra democracia. Este es un post no para relatar lo que sucedió ese día sino para mencionar detalles de uno de los protagonistas históricos en ese contexto y de las ricas coincidencias personales del porvenir. Pensando siempre en la #biblioteca.

A diferencia de su participación como presidente de la Junta Revolucionaria de Gobierno luego del movimiento militar del 18 de octubre de 1945, Rómulo Betancourt no estuvo al lado -al menos, no presente- de la Junta Patriótica que presionó para que Marcos Pérez Jiménez fuera derrocado hace exactamente hoy cincuenta y seis (56) años. Betancourt, vivía su tercer exilio. Y después de varios saltos de refugio por Cuba, Costa Rica, Estados Unidos y Puerto Rico (1949-1957), finalmente, el 9 de febrero de 1958 regresa al país junto a la ola de exiliados para liderar el cambio político más importante del siglo XX en Venezuela.

Rómulo Ernesto Betancourt Bello (1908-1981), oriundo de Guatire en el estado Miranda, fue presidente constitucional de la República en el período 1959-1964. El primero de la era democrática venezolana. Con Betancourt hubo un antes y un después en la historia contemporánea de Venezuela, no en vano mucha gente lo recuerda como el «Padre de la democracia«. Y no sólo por ser quién sucedió al dictador Pérez Jiménez siendo el primero en ocupar la presidencia por el voto popular, sino que ya mucho antes las ideas y la convicción democrática estaban presentes. En marzo de 1946, cuando estuvo al frente de la junta de gobierno que desplaza a Medina Angarita, emitió un decreto en el que consagraba por primera vez el sufragio universal y directo.

Betancourt fue parte de la llamada Generación del 28′, grupo de líderes estudiantiles que organizó la primera manifestación popular en contra de la dictadura de Juan Vicente Gómez. Y a partir de allí un fuerte opositor al régimen gomecista en la clandestinidad, lo que le costó su primer destierro o exilio. Entre 1931 y 1935 (año en que muere Gómez) le tocó vivir en Costa Rica, país en el que inicia sus andanzas ideológicas y su trajinar político por América Latina. En esos años Betancourt dictó clases en la Universidad Popular de los Trabajadores y se desempeñó como funcionario de la Biblioteca Nacional de Costa Rica, cargo que aprovecha al máximo para avanzar y ahondar en sus lecturas. Fue allí donde se apasionó por el estudio de los 15 tomos que forman la monumental obra «Historia Contemporánea de Venezuela» de Francisco González Guinán, de la que redactó un magnífico resumen (Aizpúrua, 2011).

Rómulo Betancourt

Rómulo Betancourt (1908-1981)

Fue un activo militante de diversas organizaciones políticas clandestinas, entre ellas el Partido Comunista de Venezuela (PCV) y el Partido Democrático Nacional (PDN); este último, el que abrió las puertas al partido Acción Democrática (AD) que fundó en 1941 junto a otros líderes de la izquierda política venezolana. Sin ninguna duda, puede decirse que convirtió a un país de caudillos y montoneras militares en una sociedad civil y de instituciones republicanas (Ulacio, 2009).

Por batallar en contra de ese caudillismo militarista y dictatorial se ganó de enemigos a esos verdugos del poder y la nación. Y fue un eterno perseguido. Pero a pesar de la persecución y la fuerte actividad disidente no dejaba de leer, de estudiar y de escribir (Aizpúrua, 2011). Publicó múltiples artículos periodísticos en el exilio, pero también folletos y libros: Dos meses en las cárceles de Gómez (1928), En las huellas de la pezuña (1929), Con quién estamos y contra quién estamos (1932), Una República en venta (1937), Problemas venezolanos (1940), Un reportaje y una conferencia (1941), El caso de Venezuela y el destino de la democracia en América (1949), Escuela y despensa, los dos pivotes de la reforma educacional (1951), Campos de concentración para los venezolanos y millones de dólares para las compañías petroleras (1952), Venezuela, Factoría petrolera (1954), su más grande obra Venezuela: política y petróleo (1956), y Posición y doctrina (1958).

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«Venezuela: política y petróleo» (1956), su gran obra escrita.

De todos sus exilios, quizás, el más importante fue el primero de ellos. Allí, en San José de Costa Rica conoce a la maestra de preescolar Carmen Valverde. Con quién se une en matrimonio en 1934. De esa unión nace su única descendiente: Virginia Betancourt Valverde. A quién, la Venezuela culta y democrática agradecerá siempre su esfuerzo tesonero al frente de la Biblioteca Nacional y su encomiable labor en pro de la conservación y clasificación del archivo personal de su padre desde la Fundación Rómulo Betancourt (Aizpúrua, 2011). En el exilio, el 11 de abril de 1950, Betancourt le escribió a su hija Virginia, que ese día cumplía 15 años de edad: «…Quiero decirte algunas cosas sencillas y humanas«, comenzaba su carta. Le deseaba que no perdiera la alegría de vivir, la bondad por los humildes, que tenga fe en la justicia y en la libertad. «Y si tu conciencia te dice que vas por el camino justo desprecia la crítica del cobarde o del débil. Si sigues esas metas, tu vida no será serena, ni cómoda; sufrirás duras pruebas (…) pero disfrutarás siempre de ese fiero orgullo interior de los que se saben avanzados del futuro…» (Trombetta, 2008). Y así ha sido.

Virginia Betancourt Valverde

Virginia Betancourt Valverde (Fuente: El Nacional)

Virginia Betancourt fue fundadora del Banco del Libro (1961) y la Directora del Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas entre 1974 y 1999, y además, la responsable del carácter autónomo de esa institución y de la creación del Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas, promotora de la Ley -aún vigente– de Biblioteca Nacional y servicios bibliotecarios (1977); impulsora de proyectos bibliotecarios como el Centro de Conservación, que en 1978 fue elegido como sede del Programa de Preservación IFLA-PAC para América Latina y El Caribe; propulsora de encuentros profesionales y de integración latinoamericana como la Reunión Regional sobre el Estado Actual y las Estrategias para el Desarrollo de los Servicios de Bibliotecas Públicas en América Latina y el Caribe, de donde nació la “Declaración de Caracas para la Biblioteca Pública como factor de desarrollo e instrumento de cambio social”; participó en la creación de la Asociación de Bibliotecas Nacionales de Iberoamérica (ABINIA), y por toda su labor de veinticinco años al frente del movimiento bibliotecario venezolano y latinoamericano fue merecedora de la Medalla IFLA en 2005.

Cuando en el 2002 inicié mis estudios de Bibliotecología en la Universidad Central de Venezuela sabía poco o nada acerca de esto. En el transcurso de un año, aproximadamente, se me presentó mi primera oportunidad laboral como pasante en una biblioteca pública. Como estudiaba en la ciudad de Caracas pero residenciado en Guatire fui asignado a la biblioteca del pueblo. Era la Biblioteca Pública «Don Luis y Misia Virginia», perteneciente al Instituto Autónomo de Servicios de Bibliotecas e Información del Estado Miranda (IASBIEM, hoy IABIM), una construcción dual que combina arquitectura de una casa de comienzos del siglo XX y un edificio moderno adaptado a las necesidades de distribución de las distintas salas de lectura y colecciones. Cerca de un año pasé en aquella biblioteca. Después de mis actividades académicas diurnas llegaba por las tardes allí y emprendía mis labores, principalmente, de clasificación.

Biblioteca DLyMV

Fachada de la Biblioteca Pública «Don Luis y Misia Virginia», en Guatire.

Una tarde, me encontré con un folleto conmemorativo del Aniversario de la biblioteca que contaba cómo en 1980 el ex-presidente Rómulo Betancourt, hacía formal la donación de la casa donde viviera su infancia en la población de Guatire, para que en la misma se instalara y pusiera en funcionamiento la biblioteca. Aquel día pronunció un pequeño discurso y, entre otras cosas, dijo lo siguiente: “Esa casa la adquirieron millares de venezolanos guatireños con sus aportes para comprar bonos de precios moderados y absurdo sería que fuera incorporada a mi peculio particular. Es una donación que me hace el pueblo (en momentos de cumplirse los 52 años de vida pública al servicio del pueblo venezolano) y debe ser devuelta al pueblo en forma de Empresa Pública, sin fines de lucro para nadie y sí de servicio útil a la comunidad, he resuelto fiel a las ideas expresadas, que esa casa será destinada a ser una Biblioteca Pública. Espero no se considere inadecuado el deseo mío de que a esta se le designe “Biblioteca Pública Don Luis y Misia Virginia”. Son los nombres de mis padres. Y sin apellido, para que las generaciones por venir reciban estímulo de su quehacer constante a favor de la comunidad, con peso específico propio e independiente de lo mucho o poco, realizado en su cielo vital por el hijo que procrearon, criaron y educaron”.

Pues esa casa fue mi primer lugar de trabajo. Allí aprendí a clasificar y a catalogar, atendí a muchos y diversos usuarios, ayudé a mucha gente a realizar actividades escolares pero también a resolver problemas cotidianos. En ese lugar aprendí a querer a mi profesión y me encariñé con la biblioteca pública. Fue allí cuando se intensificaron mis bibliolecturas. Y fue allí cuando tuvo más sentido para mí el Manifiesto UNESCO sobre la Biblioteca Pública. Todo tiene sentido, democracia y biblioteca van de la mano. Los valores de la democracia y los principios bibliotecarios no se negocian ni se tergiversan. Con educación, cultura e información toda tiranía sucumbe, como la de aquel 23 de enero.

@rennygranda

 

Referencias:

AIZPÚRUA, Jon (2011): Rómulo Betancourt, Padre de la democracia venezolana. Biografía. Serie: Personajes Inolvidables, N° 65. [Audio Libro] Valores del Espíritu, Sophia Producciones. Caracas, Venezuela.

FUNDACIÓN POLAR (1997): Diccionario de Historia de Venezuela. Vol. I y Vol. III. Caracas, Venezuela.

IASBIEM (2004): Biblioteca Pública “Don Luis y Misia Virginia”, 23° Aniversario. Instituto Autónomo de Servicios de Bibliotecas e Información del Estado Miranda. [Folleto] Los Teques, Venezuela.

TROMBETTA, Reynaldo (2008): Betancourt: El padre de la democracia que evadió la tentación de la izquierda. En: El Nacional, Cuerpo Nación, pág. 6, viernes 22 de febrero de 2008. Caracas, Venezuela.

ULACIO, Sandy (2009): «Hay que erradicar la represión salvaje«. En: Versión Final, Perfil, pág. 6, domingo 27 de septiembre de 2009. Maracaibo, Venezuela.

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